Costa Quebrada. Playa Virgen del Mar-playa de Liencres + 2 cimas: la Picota y Tolio.

Ruta realizada con el club de montaña: Leioa Mendi Taldea.
Comenzamos la ruta en el aparcamiento de la playa Virgen del Mar.
Pasamos a través de un puente a la Isla de la Virgen del Mar, en cuyo interior se encuentra la ermita del mismo nombre. Preciosas vistas como las tendremos a lo largo de todo el recorrido.
Volvemos al inicio para seguir por la senda litoral, senda no siempre cómoda, con bastante barro y a ratos un tanto agreste y escarpada, pero con unos paisajes maravillosos que compensan con creces.
En la playa de Cantos junto a la de Canallave, cerca de la playa de Liencres, vamos girando a la izquierda alejándonos de la costa y dirigiéndonos al Interior para comenzar el ascenso hacia las dos cumbres. Nos esperan unos buenos repechos que nos llevan, primero a la cima del monte la Picota, en la cual hay uno de los muchos nidos de ametralladora que encontramos a lo largo de la subida, así como un vértice geodésico y un buzón en forma de bonita cruz con una pequeña placa con el nombre. Las vistas espectaculares: toda la preciosa costa, las dunas de Liencres, el bonito meandro del Pas...y a lo lejos los Picos de Europa, especialmente bonitos al estar cubiertos de nieve.
A continuación nos encaminamos a la segunda cima del día, el monte Tolio en el que un panel informativo nos muestra las vistas que tenemos delante, de nuevo espectaculares.
Seguimos el cordal cimero que nos conduce al parque, Altos de Liencres, donde nos espera el autobús.
Preciosa ruta, muy recomendable.

Voy a completar la información, con otra más técnica e ilustrada, extraída de la bidatza de la convocatoria de la ruta realizada por el club Leioa Mendi Taldea:
La Costa Quebrada es una lección de geología al aire libre. Su historia geológica se remonta hasta hace 125 millones de años, y es que esta costa está compuesta de estratificaciones de fósiles de aquella época. La Costa Quebrada se encuentra concretamente en un pliegue geológico y la erosión marina y el paso de los siglos han convertido esta zona en una combinación perfecta de plataformas de abrasión y acantilados. Y entre acantilado y acantilado lo que vamos a encontrar son calas salvajes y enclaves costeros que parecen de otro planeta. Bienvenidos a la costa verde más bonita de Cantabria, uno de los parques más fotografiados por los aficionados a la naturaleza y es la única zona en Europa con tantas formas litorales en una distancia tan corta.
Por un sendero salvando las urbanizaciones que se interponen en nuestro camino, nos lleva por un mundo de caprichosas creaciones que la naturaleza ha trabajado durante 125 millones de años en forma acantilados, estuarios, islotes, playas, flechas y dunas. Contemplaremos restos de la primitiva línea de costa, bañada por un mar cálido. El fondo de aquel mar estaba poblado por bivalvos, cuyas conchas han formado, como si arrecifes de coral fueran, los característicos Urros.
El sendero a seguir no presenta dificultades de orientación, discurre de forma paralela junto a la costa, y en algunas ocasiones aparecen pequeños caminos que se asoman algo más sobre los acantilados o que llevan a alguna de las numerosas playas y pequeñas calas por las que pasaremos. Hacer el recorrido con marea baja eleva el número de posibilidades a la hora de elegir un lugar para darse un baño alejado de multitudes.
Para finalizar esta ruta y como colofón visitaremos los mal llamados bunkers del monte Tolío y el Picota, un conjunto defensivo formado por 25 nidos de ametralladoras unidos a través de una red de trincheras que surcan la superficie en forma de C de esta pequeña montaña.