Coto Rios.Desde la Piedra del Mulón al cortijo de la Campana.28-FEB-20

Ruta de investigación para intentar descubrir si existe algún camino que descienda desde la cuerda del Mulón hasta alcanzar el cortijo de la Campana.
En algún viejo mapa vimos que desde un poco mas allá del collado del Mulón había un camino que descendía hasta el arroyo de la Campana y posteriormente subía hasta el cortijo del mismo nombre. Quisimos ir a intentar descubrir este camino, quizás perdido probablemente, y para ello lo mejor sería hacerlo desde la propia Piedra del Mulón ascendiendo por la Casa de las Tablas.
Iniciamos la ruta desde Coto Rios para alcanzar la Casa de las Tablas a donde se accede facilmente por el collado de las Tablas. Una vez allí, siguiendo el arroyo de la Campana y después de pasar por algún derruido cortijo llegamos a una pequeña represa del arroyo. Desde este lugar creemos que es factible subir hasta el Mulón y de hecho parece que localizamos al principio una senda y por ella seguimos. Aunque al principio no se anda mal, poco a poco la vegetación se va haciendo mas espesa pero seguimos avanzando. En esta primera parte del ascenso tenemos bastante pinar y variedad de arbustos pero a partir de cierto punto se va abriendo el monte y desaparece casi por completo todo árbol y aparecen los romeros, muchos romeros. Casi con toda certeza algún incendio quemó la masa arbórea y el romero se adueño de esta parte del monte. Nuestra sospecha se hizo real cuando pudimos ver alguno de los pocos pinos que quedan con su corteza quemada. Desde este momento avanzar cada vez se hace mas dificultoso, ya que son viejos y espesos y atravesarlos o rodearlos lleva mucho tiempo y esfuerzo. Estamos a mitad de ladera y el Mulón esta a la vista, aunque lejos. Retroceder no era lógico ya que ya habíamos empleado mucho tiempo en llegar al punto donde nos encontrabamos por tanto continuamos con el penoso ascenso. Desde luego no se aprecia ninguna senda, solo de vez en cuando alguna trocha empleada por animales de la zona, que seguiamos hasta que desaparecía o se iba en dirección opuesta a nuestra marcha. Poco a poco vamos ascendiendo, ya tenemos mas cerca el collado y aunque en algunos momentos encontramos mas obstáculos, como un canchal en una zona con bastante pendiente, nuestro ánimo se va recuperando. Por fín llegamos al collado del Mulón y toca disfrutar de las vistas y un pequeño reposo. Para comprobar la dificultad del ascenso, decir que tardamos dos horas para cubrir una distancia de solo 1,5 km. Pronto vamos a saber si el camino que estamos buscando está en el lugar donde suponemos que tiene estar según el mapa consultado y que no está muy lejos del collado. Ahí lo tenemos, casi en el mismo punto donde lo hemos marcado en el gps y por allí que nos vamos. Está despejado al principio, se desciende bien y nos anima bastante en que estado se encuentra. Durante un pequeño tramo la cosa va bien, pero pronto comprobaremos que no va a ser todo tan fácil. Por donde parece que va el camino de pronto se interrumpe y toca retroceder para buscar de nuevo la ruta correcta. Esta va a ser la tónica general de todo el camino hasta llegar al arroyo de la Campana, idas y venidas, avanzar y retroceder , buscar y encontrar el camino correcto. Intuyendo que el camino estaría cubierto con vegetación, como así fue, llevabamos unas tijeras de poda que nos resultaron utilísimas para despejar el camino en bastantes tramos. En ocasiones también fuimos poniendo mojones para marcar el camino correcto. Finalmente llegamos al arroyo de la Campana y a pesar de que nos costó bastante redescubrir este abandonado camino, mereció la pena el esfuerzo. Ahora toca llegar al cortijo de la Campana, pero antes vemos un camino que sale a la izquierda y que seguimos brevemente. Llegamos a un lugar increible, una muralla de piedra frente a nosotros, algun aprisco-cueva, una ladera cubierta de árboles frutales y un poco mas a la derecha las impresionantes Banderillas. No sabemos el nombre de este paraje, probablemente se habrá perdido y olvidado, solo quedará en la memoria de los serranos que por aquí vivieron. Estas tierras habrán sido aprovechadas por los moradores del cortijo de la Campana ya que no está muy lejos de aquí. Ahora se nos presenta un problema con el camino que traemos, en algunos momentos parece que lo localizamos pero enseguida desaparece. La dirección que aparentemente deberiamos seguir cada vez se complica mas y enfrente tenemos un barranco que no parece que pueda ser el camino correcto. Después de un rato de idas y venidas y viendo el tiempo pasa y se acerca el atardecer, tomamos la decisión de alcanzar el cortijo subiendo monte a través. La pendiente es pronunciada y no resulta fácil adentrarse entre la vegetación; la subida es lenta y agotadora pero debemos continuar. En algún punto del ascenso encontramos una fuente con un buen caudal de agua que no marqué en el gps, pero no debe andar muy lejos del waypoint que he puesto. La vegetación se va despejando y finalmente salimos a un claro que aparenta haber sido zona para el cultivo. Desde aquí llegamos enseguida al cortijo de la Campana. Para volver a Coto Rios empleamos un viejo camino muy poco transitado por el Morro de la Hoya y el cerro de la Bandera. Pasaremos por zonas de bancales y un par de collados antes de iniciar el descenso hasta llegar al viejo cortijo en el arroyo de Aguarrocí. Durante un rato iremos paralelos a este arroyo hasta que llegamos al camino que llega a Coto Rios.
No recomiendo la realización de esta ruta tal y como está. Subir al Mulón por donde nosotros lo hicimos es bastante dificil y lento, no merece la pena y se realiza mejor subiendo desde el cortijo del Mulón. Subir al cortijo de la Campana desde nosotros lo hicimos es dificil y agotador ya que se hace monte arriba con mucha pendiente en algunos momentos. Mejor buscar otra alternativa que las hay. En cambio si recomiendo el descenso desde el Mulón hasta el arroyo de la Campana por ser una zona creo que poco visitada y parajes dignos de visitar y siguiendo el track es relativamente sencillo. Tambien recomiendo llegar a Coto Rios por el Morro de la Hoya y el cerro de la Bandera por su bellas vistas y una senda en buen estado.