Covacha de los Moros o de las Monjas: circular desde Castrillo de la Reina

Localización:
Enmarcada en nuestro grupo de rutas de la Demanda Pinares, la ruta de la Covacha de los Moros o Cueva de las Monjas se inicia y tiene su fin en el bonito pueblo de Castrillo de la Reina, localidad que se encuentra en el sureste de la provincia de Burgos, en la Sierra de la Demanda, a 6 kms de Salas de los Infantes y a 61 de Burgos. La Covacha, perteneciente a la desaparecida aldea de Valdefornos, está situada en la base de un gran peñasco de arenisca a escasos metros del río Ciruelos en un punto más o menos intermedio entre los pueblos de Castrillo de la Reina y Moncalvillo.

Finalidad de la ruta:
Tiene el objetivo de dar un paseo fácil y agradable para visitar esta cavidad natural que acoge una decena de tumbas antropomorfas excavadas en la roca, así como contemplar las bellas rocas moldeadas por el agua y el viento que vemos en el interior de este abrigo natural. De paso, conocer los monumentos y la rica historia que alberga esta bella villa serrana.

Puntos de interés:
- Cantera de piedra arenisca.
- Covacha de los Moros o de las Monjas.
- Molinos del Soto y de Valcornejo.
- Castrillo de la Reina (Iglesia de San Esteban, Ermita de Santa Ana y Necrópolis en el Alto de la Muela, arquitectura rupestre: lavaderos, potro, ...)

Descripción del recorrido:
Salimos de la Plaza de Felipe VI, donde está el Ayuntamiento y la Iglesia de San Esteban, y nos vamos por la Calle Mayor hasta el final del pueblo. Pronto, vemos un panel informativo explicándonos la ruta. Lo dejamos a la derecha y, para hacerla circular, nos vamos por la izquierda donde a unos metros hay un precioso lavadero, magníficamente conservado, y una fuente que, debido a las bajas temperaturas que azotan esta zona en esta época del año, encontramos helada. La ruta puede continuarse por un amplio camino, pero tomamos una vereda que avanza sobre las rocas primero, entre una gran cantidad de matorrales de roble y estepas, después, que desemboca en un camino rodado que llega casi hasta la carretera comarcal CL-117. Al aproximarnos, nos desviamos a la derecha para bajar hasta una inmensa cantera de piedra arenisca que podemos ver desde lo alto y, posteriormente, desde la puerta de entrada. Seguimos bajando y, al llegar a una pequeña pradera, cogemos una angosta senda que nos llevará hasta la Covacha. En este pequeño trayecto de ida y vuelta, vemos las ruinas del Molino del Soto, de escaso interés, y una gran vega repleta de chopos, algunos de ellos recién cortados. En la cueva, nos sorprende el perfecto estado de la mayoría de las tumbas antropomorfas, teniendo la sensación de que nos encontramos en un cementerio de lujo. Llaman la atención también los hermosos relieves en el techo de la cueva y nos defrauda la imposibilidad de leer el cartel informativo que preside este eremitorio rupestre. Larga parada para disfrutar de la paz y el silencio del lugar y regreso a Castrillo. Desandamos algo más de un kilómetro y, en la pradera, nos vamos ahora por el camino tradicional que viene desde Castrillo. Una nueva parada para visitar el molino de Valcornejo, este bien reconstruido y habitado, y vuelta al pueblo por una amplia pista forestal que corona en Barrio Umbriazo, desde donde parte otro camino asfaltado que nos subirá hasta el Alto de la Muela. Media docena de tumbas certifican que estamos ante otra necrópolis medieval; el cuidado y la limpieza del parque, que el recinto es un lugar frecuentado por los lugareños; la senda que nos sube hasta la ermita, que estamos en un pueblo caracterizado por sus árboles fósiles; las vistas de la Peña de Carazo, el Gayubar y la Sierra de Mencilla , que estamos en uno de los entornos más hermosos del pueblo y de la zona, que bien merece la pena visitar. Tras una placentera estancia en el banco que desde la parte trasera de la ermita mira a la Peña de Carazo, descendemos hasta la Plaza Mayor, entramos en el atrio de la iglesia para ver detenidamente su bella portada, y damos por finalizada la ruta.

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Avisos y recomendaciones:
La ruta, en el camino de ida, no está señalizada, por lo que es imprescindible estar siempre atentos al track para no desviarnos en alguna de las múltiples intersecciones que nos encontramos en la primera parte del recorrido. En el camino de vuelta encontramos múltiples señales de ruta local - azules y blancas- que nos guían durante todo el recorrido.
Si queremos vernos sorprendidos por el vuelo de las rapaces en el camino de los molinos, es muy importante avanzar en silencio y respetar su hábitat.
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Nota:
El track, las informaciones y los comentarios son meramente orientativos. Solo quieren servir de ayuda a quienes comparten nuestras rutas y nuestra pasión por la naturaleza. Queda bajo la responsabilidad de quien los utilice tomar las adecuadas medidas de seguridad para realizar la ruta.