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CR Vista Mar Altozano-barranco Hermigua-piscina natural Hermigua

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Trail stats

Distance
2.83 mi
Elevation gain
351 ft
Technical difficulty
Easy
Elevation loss
351 ft
Max elevation
219 ft
TrailRank 
52
Min elevation
12 ft
Trail type
Loop
Moving time
one hour 17 minutes
Time
one hour 35 minutes
Coordinates
1096
Uploaded
October 25, 2020
Recorded
October 2020
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near Hermigua, Canarias (España)

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Itinerary description

(Texto extraído de http://www.eltambor.es)

Los pescantes se erigieron en las costas de algunas islas del Archipiélago a principios del siglo pasado con el fin de paliar la falta de infraestructuras viarias y portuarias. En La Gomera fueron tres los pescantes más importantes que se construyeron en los tres municipios del norte Hermigua, Agulo y Vallehermoso, facilitando la entrada y la salida a la Isla tanto de personas como de mercancías. En una época en la que no podía encontrarse en toda la Isla ningún puerto con muelle, ni un solo kilómetro de carretera y, por supuesto, ningún vehículo a motor.

Estas infraestructuras se construyeron gracias a la iniciativa privada, en una época en la que una economía insular centrada en productos que podían almacenarse sin problemas como la barrilla y la cochinilla pasó a sostenerse con plátanos y tomates, que debían llegar a los mercados cuanto antes y en las mejores condiciones de calidad para evitar pérdidas. Entonces la Isla se traducía en un territorio agreste, que sólo disponía de complicados caminos por los que a duras penas, transitaban personas y animales, y pequeños e incómodos embarcaderos.

La historia de Hermigua y su pescante, comienza a fraguarse a finales del siglo XIX. Tal y como recoge la historiadora gomera Gloria Díaz en su obra de 2008 Pescantes de La Gomera. Testimonios de la arqueología industrial en Canarias, en Hermigua se estableció la empresa británica Fyffes para dedicarse al cultivo y exportación del tomate y el plátano cuyos medios técnicos para su transporte y explotación conocían a la perfección. Los mayores terratenientes de la localidad y los adinerados inmigrantes retornados de Cuba, encontraron en la agricultura un buen campo para invertir. Fueron ellos quienes se constituyeron en la Sociedad Anónima La Unión para construir un pescante, tal vez sin saber que este hecho marcaría un antes y un después en la historia de su localidad.

Y así, el pescante de Hermigua, situado en el lugar conocido como El Peñón, fue construido en 1907 con una inversión inicial de 60.000 pesetas. Tras numerosas vicisitudes (finalmente tuvieron que añadir 50.000 pesetas más a la inversión inicial), se dio luz verde a una infraestructura moderna y funcional, que lograría dar salida a la producción agrícola del Valle de Hermigua venciendo los perjuicios de la ya citada precariedad en los medios y modos de transporte. Los primeros tomates que se exportaron desde Hermigua hasta San Sebastián, tuvieron que ser llevados a hombros en un trayecto de 20 kilómetros, en cajas de un quintal, según recoge Domingo Pérez Minik en su artículo Notas de Hermigua publicado en la Revista Espérides de 1927.

En los primeros meses de 1908 el pescante fue inaugurado ante la expectante mirada de numerosos accionistas, vecinos y curiosos. El presidente de la Sociedad Anónima La Unión de Hermigua, Francisco Trujillo, fue el primero en ascender al artilugio que les llevaría al la cima del éxito económico por lo menos durante los 50 años siguientes.

Arquitectura industrial

Lo que en la actualidad se presenta como un monumento imponente y majestuoso que ha soportado los embates del mar durante un siglo, antaño fue una moderna obra de ingeniería portuaria que constituyó el principal motor económico y social de Hermigua. Como bien describe Diaz Padilla, el enclave estaba formado por los bloques de hormigón y una gran estructura de hierro, con un motor de vapor que movía el remolque. Junto a éste, había un almacén para acopiar y mantener los productos, un local con las oficinas donde se registraban las entradas y salidas, y una cinta transportadora que facilitaba las labores de carga y descarga.

A la par que aumentaba el movimiento económico, consecuencia de la propia actividad mercantil y de transportes, comenzó a originarse un gran movimiento social protagonizado tanto por los trabajadores del mismo pescante, los empleados de las empresas vinculadas al transporte y la exportación; como por los viajeros, y vecinos. Esto produjo que se levantaran a su alrededor un considerable número de construcciones, entre naves de empaquetado, viviendas, pequeños comercios y bares.

Mercancías, personas…y animales

El embarque o desembarque de viajeros era una operación compleja, laboriosa y hasta cierto punto arriesgada, debido a la bravura que caracteriza al mar del litoral del norte gomero, entre otros factores. Para poder embarcarse, los pasajeros eran transportados en una especie de canasto o cesta desde el pescante, hasta una barcaza desde la que tendrían que ser izados al barco nuevamente.

No eran pocas las ocasiones en las que las condiciones de la mar dificultaban estas operaciones, al igual que tampoco son pocas las anécdotas recogidas, referentes a la ardua maniobra que siempre estaba supeditada al estado de la mar y de sus corrientes. En ocasiones animales, carga y personas, se unían en el mismo trayecto, originando situaciones como la de y en la obra la autora una señora a la que una cabra se le comió el vestido sin darse a penas cuenta, durante un descenso en el cajón del pescante.

El ocaso

Ya a mediados del siglo XX, los pescantes fueron dejando de ser utilizados, pero a diferencia de los de Vallehermoso y el de Agulo, el pescante de Hermigua no fue derruido por las fuerzas naturales sino que su actividad fue cesando a medida que se fueron introduciendo cambios en la realidad socioeconómica no sólo de la Isla, sino también a nivel mundial.

Nuevos medios de transporte fueron llegando a la Isla de manera paulatina y cambiaron sobremanera el modus vivendi de años atrás. Teniendo en cuenta el peculiar contexto del nacimiento de los pescantes -una isla sin puertos ni carreteras que facilitaran el transporte y la exportación de la mercancía resultante de los nuevos cultivos- sin duda, en la segunda mitad de la pasada centuria, los cambios fueron revolucionarios.

Fue en el año 1949 cuando terminó de construirse la primera carretera en la Isla, la que une San Sebastián con los tres municipios del norte; años más tarde llegaría a La Gomera el primer vehículo a motor, y en 1955 comenzó a ser operativo el muelle de San Sebastián con lo que la actividad de los pescantes fue dejando de tener importancia a la vez que siendo sustituida por modernos y cómodos medios de transporte como el barco y el coche.

Fin de la época dorada

A estos factores hay que sumarle la caída de los cultivos, el cierre de los mercados receptores debido a diferentes motivos como el crack del 29, conflictos bélicos como la Guerra Civil española y la Guerra Mundial que contribuyeron al ocaso del comercio en el norte de la pequeña Isla de La Gomera, y al relego de los pescantes como herramienta básica para el desarrollo de actividades económicas.

Waypoints

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CR Vista Mar Altozano

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Playa Hermigua

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Dique

Fractura del terreno rellenada por el magma.

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Pescante de Hermigua y piscina natural

(Texto extraido de la página www.hermigua.es) La zona de El Peñón en el litoral de Hermigua ha sido parte indispensable en el desarrollo económico, agrícola, social, demográfico e industrial del municipio. A finales del siglo XIX la producción agrícola de La Gomera vuelve a cambiar, se pasa de productos no perecederos, fácilmente almacenables como la cochinilla, a otros perecederos como el plátano y el tomate. Estos productos necesitan ser transportados de forma rápida hacia los mercados receptores en Europa, para no perder calidad ni cantidad. Por esta época, tanto Hermigua como el resto de zonas agrícolas del norte de La Gomera están comunicadas entre sí y con el exterior por caminos en terreno empinado por los que transitaban mercancías llevadas transportadas por personas y animales de carga y pequeños embarcaderos en un mar bravo por los que era inviable dar salida a toda la producción agrícola. Así, gracias a esta necesidad de comunicaciones rápidas y la tecnología de la Revolución Industrial, en los municipios del norte de La Gomera: Hermigua, Agulo y Vallehermoso se acomete la construcción de pescantes para dar entrada y salida a mercancías y personas por mar. Estas estructuras fueron construidas utilizando piedra y mortero para los prismas, un brazo de hierro que, sustentado sobre uno o varios prismas, quedaba sobre el mar donde un barco podía fondear para ser estibado y un motor de vapor que se encargaba de dar la potencia necesaria para elevar y descender personas, mercancías y animales. También había un almacén y oficinas para gestionar el tránsito de mercancías y un transportador que llevaba mercancías desde los talleres de empaquetado hasta el almacén del pescante. La tecnología necesaria para estas infraestructuras era bien conocida para la empresa británica Fyffes Limited, que se encontraba en Hermigua desde el principio del siglo XX para producir plátanos y tomates en un valle con unas condiciones inmejorables para la agricultura. En 1907 las familias adineradas de Hermigua y los emigrantes retornados de Cuba con mucho dinero, que también habían invertido en agricultura, constituyen la Sociedad Anónima La Unión para salvar el problema de la salida de la producción. Con un capital social de 60.000 pesetas, distribuidas en 600 acciones de 100 pesetas, se acomete en 1907 la construcción del primer pescante. Tras las obras pertinentes y la inyección de otras 50.000 sobre el presupuesto inicial se inaugura el Pescante de Hermigua.  La puesta en marcha de El Pescante impulsó el desarrollo agrícola e industrial del municipio, a la vez que estos propiciaron el crecimiento demográfico, urbanístico y económico del municipio convirtiendo a Hermigua en un lugar muy próspero. Así, tras el nuevo impulso a la economía mundial que supuso el final de la Primera Guerra Mundial, la Sociedad La Unión se plantea en los años 20 la construcción de otro pescante próximo al existente para poder operar a mayor distancia de la costa permitiendo la que estibar fuese una tarea más segura y menos dependiente del estado del mar. La obra, cinco veces mayor que la anterior, consistiría en la construcción de seis prismas y un brazo de 150 metros de largo. Comienza a ejecutarse la obra y se construyen cuatro prismas, pero en 1929 debido al cierre de mercados provocado por la crisis mundial que surgió a partir del Crac del 29 se paraliza la obra que no volvería a retomarse debido a la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial. Además del cierre de mercados debido a la agitación económica y bélica mundial y el atraso que supuso la Guerra Civil, que propiciaron una caída de la producción agrícola y por tanto de la actividad de El Pescante, se suma la llegada de las comunicaciones por carretera. En 1949 se termina la construcción de la carretera que une San Sebastián de La Gomera y su puerto, operativo a partir de 1955, con el norte de la isla. Así, el pescante de Hermigua fue desmontado en el año 1960.

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Photo ofFormacion tipo roque producida por efecto de la erosion diferencial

Formacion tipo roque producida por efecto de la erosion diferencial

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