Cregenzán, fuente romana, barranco de Montesa y GR-45

Ruta bastante compleja que requiere la utilización del GPS o disponer de un buen mapa detallado y suficiente orientación. Es aconsejable realizar la ruta con pantalón largo y de ser posible de cierto grosor ya que especialmente en la primera mitad atravesaremos barrancos en los que hay algunas zarzas y ramas de pinos caídos, entre otras hierbas.

Se parte de Cregenzán por un camino que enseguida, nada mas pasar la Ermita de Santa Bárbara, desciende primero por camino poco transitado, despues finaliza el camino y pasamos por las margenes de unos campos para entrar en el selvático y sucio barranco de la Fuente.
Nos las arreglaremos como podamos para seguir la traza de luna sienda bastante visible pero carente de mantenimiento y señalización, una pena ya que cuando llegamos a la fuente (También cubierta de vegetación, entre otras más zarzas) descubrimos su gran tamaño e indudable potencial. Espero que cuando regrese la proxima vez (que tardará) los de Cregenzán hayan hecho algo por su fuente.

Hecha la breve visita, en vez de regresar por el mismo sendero, continúo barranco abajo. Esta vez me tengo que salir del mismo cauce y caminar por la margen izquierda, ya que obliga la selva de zarzas. Con un cierto cuidado, pasar por dicha margen no tiene demasiadas complicaciones, ligeramente abrupto pero sin apenas maleza al discurrir bao el pinar.
Acabaremos el barranco de la Fuente en una pista, junto a la que se amontonan edificaciones abandonadas. Desde este punto (WP 7) podríamos regresar a Cregenzán por la pista de la derecha y ya no tendríamos más complicaciones.

En mi caso y no sintiéndome conforme por la escasísima entidad de esta excursión, busco algo de aventura y siguiendo una pista que baja al barranco de Montesa, descubro un sendero a la derecha (WP 9) que desciende suavemente hasta el cauce que deberemos cruzar por un punto evidente entre la maleza. Entre alguna zarza y juncos altos descubro dos evidencias de que la senda es buena: marcas de rueda de moto de trial, y alguna cinta atada en las ramas del pinar, que por cierto tiene muchísimos arboles caídos y habrá que sortearlos.
La senda se sigue sin problemas, es divertido precisamente por carecer de dificultades serias pero siempre con la duda de si más adelante se cerrará o no.

Se llega a una pista forestal que cruza el acuático barranco (WP 11). No sé quién metería su vehículo aquí por última vez, pero como no fuese un buen tractor de aquí no sales ya que está muy embarrado y tiene bastante agua. Me las tengo que apañar para dar un largo paso y evitar mojarme, y así seguir la pista que asciende para salir del barranco.

Llegamos enseguida a un cruce de pistas (WP 12) por la que si n nos desviamos podríamos regresar a Cregenzán y no complicarnos mas la vida.

Yo me la complico que soy aventurero. Bajo por el camino de la izquierda hasta unos campos de labor (WP 13). Aquí mi consejo es enlazar hasta el WP 16 bordeando dichos campos por la izquierda, y así en muy poco tiempo alcanzaremos la bonita pista. En mi caso intentaré enlazar ambos puntos a media ladera, sigueindo una traza de sendero que mas bien parece hecha por los jabalís, es desaconsejable dicho paso por estar muy cerca del canto del barranco. Se podría evitar el paso expuesto (WP14) ascendiendo un poco mas arriba.

Alcanzaremos de nuevo un camino (WP 15) por el que retrocedo para comprobar hasta donde llega. Comprobado que da a los campos de cultivo, regreso al WP 15 y continúo la pista, muy bonita de andar, hasta enlazar con otra que según mis mapas es el GR-45. Desde este cruce (WP 17) podemos regresar a Cregenzán y evitar mas aventuras.

Estoy para lo que estoy, por tanto continúo el GR pero en dirección contraria (hacia el barranco, ahora se llama Ariño), no hay ninguna señalización pero la pista es de muy buen andar, entre pinares y carrascales hermosos, va a parar a un campo de labor donde gira bruscamente a la derecha y asciende entre los pinos.

En la siguiente curva, antes de cruzar el pequeño barranco, me adentré bajo los árboles y busqué un sendero que sale en los mapas; en los primeros 50 m. no se ve traza alguna pero mi insistencia tiene premio: a los pocos metros descubro el muy visible y pisado sendero que sube y sube sin parar cada vez con mejor traza; es una chulada de senda que aunque hace sudar un poco, nos conduce en un cuarto de hora hasta el alto de los sasos. Nos damos de bruces con un olivar donde hay unos cuantos (muchos)enseres abandonados, incluidos muchos plásticos, botellas y dos grandiosas bombonas de gas propano.
Atravieso el desatendido olivar por donde mejor se puede (ya se ve el pueblo de Cregenzán) y se enlaza con un camino que seguiremos siempre con la lógica de su traza hacia el destino final. Atravesaremos o bordearemos hermosísimos viñedos con las fabulosas vistas del telón de fondo que conforman las casas de Cregenzán y el precioso campanario de su iglesia parroquial.

En poco rato se alcanza un camino asfaltado (cementerio) y el núcleo urbano. Una ruta muy recomendable pero con mucho cuidado, buen mapa y el más viejo o adecuado pantalón anti-zarzas.