Cresteando los Alayos. Picacho Alto-Corazón Sandía-Rambla Seca

Hoy ha hecho un buen día y muy buena temperatura. Nada de viento. Lo malo ha sido el cielo con nubes altas que influye en la luminosidad de las fotos.
El punto de partida ha sido el área recreativa del Río Dilar. Hemos tomado la pista que asciende hasta el Barranco de Poca Leña. En este punto, abandonamos la pista y nos adentramos en el barranco en donde ya la pendiente aumenta. Nos encontramos a la derecha señalizado con un hito de piedras el camino que lleva a Montellano, pero no subiremos por él. Continuaremos por el barranco en una subida pronunciada, que zigzagueando, cruza el camino de faldeo de los Alayos. Comienza aquí en una pequeña vereda, el duro y último tramo de ascenso hasta la primera cima del suroeste de los Alayos, el Picacho Alto (1776 m). Ya alcanzada esta cota, no volvemos hacia la vereda, sino que vamos cresteando y pasamos por las cimas de paso hasta llegar al Corazón de la Sandía (1885 m). Dejamos los bastones y mochilas, ya que son un estorbo para desde su base alcanzar esta cima rocosa. Este último tramo es de escalada por la caliza que permite el agarre tanto de pies como de manos. El ascenso hay que hacerlo con sumo cuidado para evitar un traspié que puede resultar fatal. Una vez en la cumbre disfrutamos como siempre de las excelentes vistas de 360°. Destacan en las proximidades los Tajos de la Virgen y Los Gallos, varios picos que superan los 1900 m. de altitud. Como siempre de telón de fondo, Sierra Nevada.
Después de pasar un rato en la cima, descendemos con más cuidado que en la subida, volviendo por el mismo camino hasta enlazar con el de faldeo de los Alayos hasta que desemboca en la arenosa Rambla Seca. Ésta nos lleva tras un largo descenso al Río Dílar. Lo cruzamos como podemos y llegamos a la Central Eléctrica que está justo debajo de la Boca de la Pescá. Las turbinas giran por el agua que viene por el Canal de la Espartera. La pista nos dirige a la zona recreativa, lugar de inicio del recorrido.