Creux-du-Van. Cantón de Neuchâtel. Suiza

Según wikipedia el Creux-du-Van es un circo rocoso natural de aproximadamente 1.400 metros de ancho y 150 metros de profundidad, en el lado norte de Le Soliat. Se encuentra en el valle de Val-de-Travers, en el cantón suizo de Neuchâtel. Se puede acceder fácilmente desde el aparcamiento del restaurante Le Soliat o desde el del Grand Vy.

Conocido como el Gran Cañón suizo, el nombre del circo proviene del celta "van" que significa "roca".

Las capas calcáreas que forman este espectacular circo rocoso fueron depositadas por un mar primitivo hace unos 200 milliones de años, y fueron posteriormente esculpidas por la alternancia de hielo y deshielo y por los arroyos que venían a precipitarse por sus paredes.

A finales del siglo XIX, en 1870 concretamente, fue catalogado como Reserva Natural

Nosotros partimos desde el aparcamiento del restaurante Le Soliat, hasta donde llegamos por una preciosa carretera de montaña jalonada de prados y de bosques.
En el restaurante, además de poder degustar en su terraza una rica fondue à l'aille d'ours y platos típicos como la tabla de viande séchée (un embutido parecido al jamón serrano), encontraremos un albergue en el que es posible pernoctar (https://www.lesoliat.ch/). Como la mayoría de los restaurantes de alpage, cierran entre octubre y abril ó mayo.

Teníamos idea de hacer un recorrido lo más circular posible por el circo glaciar, pasando por el Mirador de le Soliat, situado a unos 1.460 metros de altitud.

Durante el recorrido nos encontramos con una señal tallada en piedra que delimita los cantones de Neuchâtel y el de Vaud (ver 7° waypoint).

Lo cierto es que las vistas panorámicas del circo glaciar y de los bosques y prados de los alrededores son sobrecogedoras. En el mirador de la Soliat encontraremos un panel en el que se señalan las principales cimas alpinas, entre las que destacan el Mont Blanc, el Jungfrau y el Cervino.
En un día soleado no deberíamos tener ningún problema para identificarlos y divisarlos en la distancia.

En los prados que rodean a este monumento natural podremos encontrarnos con gencianas (https://es.m.wikipedia.org/wiki/Gentiana_lutea), una planta muy común en Europa central con la que en Suiza fabrican uno licor bastante potente.

El acceso al borde de los farallones del circo glaciar está en algunos puntos limitado por motivos de conservación.

En cualquier caso, en los distintos miradores que hay a lo largo del paseo que bordea el circo glaciar, deberemos extremar la precaución, sobretodo si vamos con niños pequeños, ya que no hay ningún tipo de protección...

Un gran descubrimiento este lugar, fundamentalmente por sus fabulosas vistas del circo glaciar de la Creux du Van y de los lagos de Bienne y de Neuchâtel e incluso del lago Léman, más al sur, que podremos divisar desde el mirador del Soliat.

La mejor época para visitarlo es entre primavera y otoño, épocas en las condiciones climatológicas son más favorables.

Sin duda, un imprescindible de esta región de la Suisse romande.