Cruz de Tea, La Corredera, Las Vegas

De la Cruz de Tea a Las Vegas por el Camino La Corredera
Esta excursión se desarrolla en los altos del municipio de Granadilla de Abona, tercero en superficie de la isla de Tenerife que se extiende desde la cumbre con una altitud máxima de 2.718m en Montaña Guajara hasta la imponente Montaña Roja en la costa.
El recorrido que vamos a realizar discurre por los senderos PR-TF-83, PR-TF-83.1 y PR-TF-83.2. Partiremos del caserío de la Cruz de Tea por el PR-TF-83 y tras recorrer 3,8km en continuo ascenso conectaremos con el PR-TF-83.2 correspondiente al Camino de La Corredera por el cual recorreremos 1,8km para finalmente enlazar con el PR-TF-83.1 que desciende hasta el caserío de Las Vegas tras 6,4km de recorrido. En total serán 12km de recorrido y una duración aproximada de 6 horas.
Al no ser una ruta circular, dejaremos los coches aparcados en el punto final de la ruta, junto al Parque Recreativo Pino Las Jabas en Las Vegas, y nos dirigiremos en taxi al punto inicial de la ruta, situado a 20min en coche, junto a la parada de guaguas de la Cruz de Tea, donde hay un panel informativo del sendero PR-TF-83. El precio del taxi se compartirá entre los ocupantes del mismo y oscilará entre 5€-6€ por persona.
Saldremos caminando del núcleo de la Cruz de Tea por la Calle del Buen Viaje dejando a nuestro paso la Ermita de Nuestra Señora del Buen Viaje, como si su nombre nos anunciara un buen deseo para comenzar nuestro camino.
Dejaremos el asfalto y conectaremos con un ramal del antiguo Camino Real de Chasna, atravesando terrazas de cultivo abandonadas donde se observan diversos hornos, así como cruces de tea (madera de pino impregnada de resina) que dan nombre al caserío.
El camino, que en algunos tramos es ancho, empedrado y con muros a los lados, transcurre paralelamente a canales y tajeas para el transporte del agua, pasando por las casas de El Pinar y Las Crucitas y por las ruinas de la casa de Los Malejos, con su era y dos esbeltas palmeras que flanquean la entrada de la finca.
No solo los hornos y las casas dan testimonio de vestigios del pasado, sino también el propio camino que nos habla del paso diario de bestias y personas cargadas con mercancías que atravesaban la cumbre para llegar al otro lado de la isla.
Después de aproximadamente 2 horas de intensa subida por el sendero PF-TF-83, llegaremos al cruce que nos conectará con el antiguo Camino de la Corredera, PR-TF-83.2, sendero lineal bastante llano, de poca longitud y baja dificultad.
Bajo un pinar típico del sur de Tenerife, salpicado de pequeños arbustos y plantas como la jara, el sendero se adentra en el Parque Natural de Corona Forestal, espacio natural protegido que rodea al Parque Nacional del Teide y que es el más extenso de Canarias.
La única pendiente que se encontrará en el camino se encuentra al atravesar el barranco de Las Calderas, donde los pinos conviven con una vegetación arbustiva vinculada al paso intermitente del agua y a una mayor sombra.
Una vez alcancemos el cruce con el sendero PR-TF-83.1, descenderemos por el Camino de Los Cardos hasta la Era de La Abejera, donde se trillaban y aventaban los cereales que antaño en otros tiempos se cultivaban en esta zona de la isla.
Continuaremos bajando disfrutando de excelentes vistas de la costa hasta llegar a las espectaculares paredes verticales del Risco del Muerto donde se halla una zona de escalada.
Antes de llegar a Las Vegas encontraremos los restos de unas curiosas casas-cueva que todavía se conservan al borde del camino.
Las Vegas es un caserío histórico y emblemático que nació en torno a la ermita de Nuestra Señora de La Esperanza, levantada en época colonial y que conserva varios elementos arquitectónicos de interés y un rico patrimonio cultural. Fue fundada en 1503, apenas unos años más tarde de la conquista castellana de la isla. Como su nombre indica, el poblamiento de Las Vegas se levantó debido a la presencia de agua y terrenos para siembra relativamente llanos y fértiles. Antaño constituía un verdadero vergel agrícola con cultivos de papas, viñas, hortalizas y frutales. Hoy conviven los restos de aquella actividad, dedicada al autoconsumo, con los matorrales y el pinar.
Nuestro punto final de la ruta será el Parque Pino Las Jabas, espacio que en el pasado era utilizado como “pasil” para obtener frutas pasas y lugar donde recogeremos nuestros coches.