CSJ Camino Francés - Tosantos - Atapuerca

El Códex Calixtino, antigua guía medieval del Camino de Santiago, advertía que en las inmediaciones de los Montes de Oca, pequeña tachuela que interrumpe las planicies castellanas del Camino, se apostaban bandidos dispuestos a todo por apropiarse de la bolsa de los peregrinos incautos. Esos tiempos ya han pasado y hoy, a lo único que hay que temer es a las rampas que, nada más dejar atrás el pueblecito de Villafranca, suben entre pinares para sortear esta pequeña sierra que supera los 1.100 metros de altitud sobre el nivel del mar (la etapa arranca en Tosantos, a 800 metros). No es demasiado duro, pero diez días de ruta jacobea empieza a pasar factura.

Km 0.- El Camino sale de Tosantos donde hay un par de bares ideales para desayunar. Desde que salimos de Belorado, el Camino pica hacia arriba en una pendiente prácticamente imperceptible que va ganando metros de manera suave pero constante. La Calle Real permite seguir adelante sin entrar en el pueblo volviendo el Camino a ser idéntico a los primeros kilómetros. Sin demasiados sobresaltos se llega a Villambista (km 2,6). En este lugar hay uno de esos lugares que vinculan la magia con el Camino de Santiago y que suelen estar relacionados con cauces o fuentes de agua. La fuente que se encuentra junto a la Iglesia de San Esteban, dicen, tiene la propiedad de dar vitalidad al cansado y curar todo tipo de males. Nos remojamos y seguimos adelante hasta cruzar la N-120 y llegar al pueblo de Espinosa del Camino

Km 4. Espinosa del Camino.- Atravesamos el pueblo a través de las calles Villa Franca y Santa Cecilia. Unos 200 metros después de dejar las últimas casas atrás cruzamos el cauce de un pequeño arroyuelo (Río Retorto) y seguimos por la pista hasta llegar a las ruinas del antiguo Monasterio de San Félix. Apenas quedan un par de muros arruinados y una portada de claro sabor musulmán (mozárabe) de este cenobio medieval que, según la tradición, descansa el ilustre Diego Rodríguez de Porcelos, fundador de la ciudad de Burgos. El último tramo hasta el pueblo de Villafranca de Montes de Oca, lugar ideal para tomarse un descanso antes de afrontar el tramo más duro de la jornada.

Km 8,5 Villafranca de los Montes de Oca.- La impresionante Iglesia de Santiago y el Hospital de peregrinos de La Reina dan buena muestra de la importancia de esta villa típicamente jacobina que se extiende a ambos lados de la ruta que conduce a Santiago (la N-120 en este tramo). Estamos ya a 955 metros sobre el nivel de mar. En estos 11 kilómetros ya hemos subido casi 200 y subiremos otros 200 en los próximos 3,5. Conviene reponer fuerzas y llenar las cantimploras de agua ya que por los próximos 12 caminaremos entre pinares. Las primeras rampas hasta la Fuente de Mojapán son las más duras de la travesía que pica hacia arriba hasta el Monumento a los represaliados de la Guerra Civil (km.15,2) que se encuentra a escasos metros de la carretera nacional. A partir de aquí, el camino baja vertiginosamente hasta un pequeño barranco en el que vuelve a subir. Después, la ruta desciende suavemente entre explotaciones forestales hasta llegar al Monasterio de San Juan de Ortega, uno de los grandes monumentos del Camino francés. Este último tramo es tedioso y conviene tomárselo con calma.

Km 20. San Juan de Ortega.- Se impone descanso. La presencia de esta joya del gótico español es una buena excusa para darse un respiro y, de paso, tomar algo en alguno de los bares que se encuentran junto a este monumento histórico. El camino deja rápidamente los campos de cultivo y vuelve a internarse en el bosque de pinos hasta llegar al pequeño pueblecito de Agés (27,4). Ya hemos comentado que este suele ser el final tradicional de la undécima etapa del camino francés, pero nosotros (en base a nuestra experiencia en El Camino –cuatro travesías-) recomendamos alargar un poco las etapas previas a las grandes capitales. Por eso atravesamos este precioso pueblecito cuajado de casas tradicionales y seguimos por la carretera BU-V-7012 hasta Atapuerca.

Km 27. Atapuerca.- Fin de la Etapa.