CUENCAS: La Collaína, Gobeta y Corbellosu

Incluidos en el desafío FEMPA 2020-21 “Montañas del Paraíso”:

67. La Collaína (1483m, nº288)
68. Pico Gobeta (1485m, nº287)
69. Corbellosu (1286m, nº289)

Ruta exigente por el paisaje protegido de las Cuencas Mineras, lindando con el parque de Redes. Salimos desde el aparcamiento de Soto de Agues cogiendo agua en la estupenda fuente que hay a la salida del pueblo en un antiguo lavadero de piedra. Seguimos la pista hormigonada de la Ruta del Alba durante casi 6 kilómetros, para girar a la derecha y tomar un sendero que aparece y desaparece entre helechos, cotoyas y zarzas, y vamos ascendiendo trabajosamente por la cantidad de barro que encontramos, tónica general del día. NOTA: En este tramo, poco después del km 6, giramos a la izquierda para atajar por un supuesto camino que no era tal, complicándonos un poco la vida entre vegetación y barro. Si alguien sigue este track, que rodee siguiendo la pista principal de frente.

Seguimos subiendo paralelamente a la Foz de Corbellosu y llegamos a un collado en el que torcemos a la izquierda, para empezar la subida más dura del día por lo empinado. Tampoco es muy cómoda por la cotoya baja y algún helecho, pero es cuestión de paciencia y la vista constante del Retriñón a nuestra izquierda hace la subida entretenida. Así llegamos al alto de Peña Penova y, girando a la derecha, llegamos finalmente a la Collaína, primer objetivo del día. Enfrente tenemos el Gobeta, en el que nos plantamos en menos de 10 minutos y donde paramos a comer algo disfrutando de la panorámica del último objetivo, el Corbellosu.

Es éste un pico que culmina una gran cresta rocosa, de forma que visto de perfil parece inabordable, visto de frente no parece gran cosa… y la realidad es que fue lo más técnico y peligroso de la jornada. La subida comienza por un difuso sendero que nos lleva en zigzag hasta un punto en que se hace difícil seguir los jitos y en el que hay que ayudarse con las manos para subir. Hay buenos apoyos en la roca, pero también hay mucha vegetación que nos obliga a gatear y seguir haciendo algún pequeño acto de fe contando con que, 20 metros más arriba, está la cumbre. Aquí hago mi reseña habitual como montañero con vértigo, ya que hay un pequeño paso entre rocas con cierta sensación de vacío a nuestra izquierda. En mi caso, necesité unos minutos de serenarme antes de continuar, ya que me atenacé un poco. Para los que decidan continuar, son 3 metros tras los que queda muy poco para la cima y no volvemos a pasarlo mal, sólo se hace bastante incómodo por lo ya dicho.

La bajada resultó ser también muy complicada por varios motivos. El primero la lluvia, que se nos metió al empezar a bajar haciendo la roca resbaladiza y el sendero un festival de barro y boñigas de vaca en el que se hacía difícil mantener el equilibrio. Y en los tramos sin todo eso, costaba seguir en la buena dirección porque los helechos no dejaban ver por dónde bajar. Así llegamos finalmente a la Ruta del Alba volviendo a Soto de Agues ya sin más complicaciones.

Ruta muy bonita y gratificante, con vistas muy chulas, aunque dura especialmente por el barro y la vegetación. Quizá a principios de primavera o últimos de otoño sea más fácil. Además, nuestro día se fue nublando y finalmente nos llovió bastante, desluciendo el camino y el entorno. Por todo lo dicho la pongo como difícil pese a no contar con trepadas peligrosas; pero sí hay tramos de extremar la precaución. Hay varias fuente estupendas, con llevar recipiente de 1 litro debería bastar si vamos reponiendo. Pantalón largo imprescindible, así como un GPS para seguir el track ya que hay muchos momentos de duda.