Cuerda de la Mujer Muerta desde la Panera

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Reseña de la ruta en Adventoorer: Cuerda de la Mujer Muerta desde la Panera.

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Distancia: 21 Km.

Desnivel: 1353 m.

Dificultad: Difícil. Por la distancia y la nieve. Sin nieve puede ser moderado.

Por fin, después de no sé cuántos intentos, he conseguido completar el cordal de la Mujer Muerta, desde el Pico Pasapán hasta la Pinareja. El tiempo siempre ha sido malo y hasta ahora no ha habido forma.

Empezamos a andar en el aparcamiento de la Panera. Prácticamente no hay nadie por aquí, y a lo largo del día no veremos más que a tres o cuatro personas. Sin embargo, desde las ocho de la mañana ya avisaban en la carretera de que los aparcamientos de Cotos estaban llenos. En cuanto nieva un poco, aquello se pone de bote en bote. Afortunadamente hay zonas como esta, menos conocidas, mucho menos transitadas, y aun así muy bonitas.

Nada más empezar el paseo, tras cruzar un portón verde, sale un sendero a la izquierda. No se ve mucho, pero está justo detrás. Seguimos por él, y enseguida se transforma en un cortafuegos muy amplio y muy empinado. Nada como meterse cuestas de estas justo al comienzo de una ruta…

Después de un rato de subir con ganas, la pista llanea un poco, pero nunca deja de ir hacia arriba. En caso de duda en algún cruce, hay que ir sin dudarlo por el ramal de más inclinación.

Estuve por aquí hace dos o tres semana, fracasando, y desde entonces se ha ido toda la nieve del camino. Y había mucha.

Sin prisa, pero sin pausa, enseguida llegamos al Alto del Casetón, desde donde empezamos a disfrutar de las vistas de todo el valle del río Moros. Desde aquí se ve hasta Peñalara, allá a lo lejos, y la Maliciosa, cubiertas de nieve las dos.

Ya casi estamos en el puerto, y sin ninguna vergüenza acortamos un poco el camino para ahorrarnos un trocito de pista al final. Es que las pistas son un rollazo…

Ya en el puerto descansamos un poco y comemos otro poco. Se puede ver Segovia a tiro de piedra.

El cordal no tiene excesiva dificultad. Había nieve desde el puerto, aunque los crampones nos los tuvimos que poner solo después de la Peña del Oso. Hasta entonces había suficientes claros como para no necesitarlos. Después del Oso ya estaba todo cubierto, y ese tramo, hasta la Pinareja, es el que tiene más dificultad, tanto con nieve como sin nieve, así que ya no nos los quitamos hasta que perdimos suficiente altura y volvimos a ver vegetación.

Según la tradición, el Pico Pasapán son los pies de la Mujer Muerta, el Oso las manos, la cresta hasta la Pinareja el busto, y esta la cabeza. Como en la mayoría de estos casos, una buena imaginación viene muy bien para ver estas representaciones.

En la Peña del Oso nos hicimos unas fotos con los osos, a las pies del vértice geodésico. Al más pequeño hubo que liberarlo de la nieve a golpes de piolet.

Este es un punto privilegiado para ver todo el valle y las montañas de los alrededores. Y por una vez, con buen tiempo. No pudieron decir lo mismo quienes fueron a Peñalara, bastante cubierta por la nubes. En realidad, la única zona donde brillaba el sol era sobre nuestras cabezas. A veces tenemos hasta suerte…

Tras un refrigerio en la cima de la Pinareja, empezamos a bajar hacia Tirobarra. Debido a la nieve que había, no necesitamos ir hasta allí, sino que antes de llegar giramos hacia el valle y empezamos a bajar por enmedio de la nada. Sin nieve no estoy seguro de que por allí hubiese camino… Después de alguna vuelta de más, llegamos a la cabecera de la pista, y ya no la abandonamos hasta llegar de nuevo al coche, y justo cuando empezaba a llover, jejeje...

Una pena el tramo de pista final, que es larguísimo, pero la ruta es espectacular, sobre todo con nieve.

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