CUESTA LA TRAICIÓN-LAS JARAS-ARROYO ARENALES-LA CONEJERA-SAN CRISTOBAL-LOS MORALES

Con las lluvias la Sierra está preciosa. Está recuperando su verdor y los aromas, al estar las plantas mojadas, son espectaculares: alcornoques, pinos, jaras, romero, tomillo, madroños, ... Espectacular. Y además oir el agua correr en casi todos los arroyos, es una melodía que casi se nos había olvidado. Hay que disfrutar a tope.
Comenzamos la ruta de hoy, sin mayores preámbulos, subiendo el sendero de la Cuesta de la Traición, que en sus dos kilómetros largos nos lleva hasta las piscinas de Assuan y el Lagar de la Cruz.
Seguimos por la Vereda del Pretorio pasando por el Rosal y La Hacienda del Cordobés.
Poco más adelante cruzamos la ctra. y cogemos una fina senda que un poco ascendente nos lleva en breve a la puerta del Restaurante Pepe el de la Jara y a la urbanización del embalse de la Encantada. No llegamos hasta el mismo embalse, pero es muy sencillo llegar hasta él alargando la ruta algo más de un kilómetro.
Cruzamos de nuevo la ctra. y cogemos una senda que pasando por la fuente del Cabrero ó del Proveedor nos adentra en una senda paralela al arroyo de Los Arenales, y dejando a nuestra izquierda el Cerro de Pedro López, hoy con la cima cubierta por la niebla.
Precioso camino que seguiremos hasta las ruinas de un cortijo.
Aquí comienzan hoy algunas variantes que convierten la ruta de hoy en un poco más técnica por los desniveles que vamos a soportar en los próximos tramos.
Son varios cortafuegos con una inclinación endiablada y pasaremos por una torreta de vigilancia todavía entera pero con los primeros síntomas de abandono.
Seguimos cortafuegos y sendas hasta salir al camino de los picapedreros y poco después enlazamos con el sendero del arroyo del Agua.
Entre pinos de repoblación vamos a llegar las inmediaciones de la alcubilla de la Conejera, cruzamos la ctra. y entramos en la Vereda del Villar por la que vamos a discurrir un buen tramo.
Cuando llegamos al pie del Cerro de San Cristobal, en un cruce, abandonamos la senda del Villar para continuar de frente, primero subiendo, y una vez coronado el cerro bajaremos endiabladamente rápido hasta casi topar y rodear el Hospital de Los Morales.
Pasaremos por las calles de la urbanización para no coger directamente el asfalto, pero en la segunda calle obligatoriamente salimos al asfalto que en breve nos deja en el Cerrillo.