CUETO ANCINO, PEÑA DEL TEJO, PICO DE PRADO LLANO Y PEÑA CORBERO DESDE MONTUERTO.
near Montuerto, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
CONOCEMOS LAS MONTAÑAS DE CASTILLA Y LEÓN.
De nuevo en el valle del río Curueño para afrontar esta preciosa ruta por la montaña leonesa, partiendo del pequeño pero bien cuidado pueblo de Montuerto. Al este tenemos el valle del Porma y al oeste el valle del Torío.
Partimos temprano tomando un rumbo norte por un camino verde paralelo al río Curueño. Pasamos por Nocedo de Curueño y continuamos hasta encontrar el desvío hacia E. Unos 3,3 km.
Caminando por el valle del arroyo de Valdenuciello ya contemplamos a nuestra derecha un precioso hayedo y a nuestra izquierda se levanta la mole calcárea del Cueto Ancino, denominado "el K2 leonés".
En 1,3 km estamos en el punto adecuado para abandonar la pista y comenzar el ascenso hacia N, que nos meterá en la canal hacia la cumbre. Unos 500 m de altitud tendremos que superar en 1 km. Es el tramo más exigente de la ruta.
Alcanzado el collado, al final de esta canal, podemos reconfortarnos con el paisaje montañoso que se abre ante nuestros ojos.
Para llegar a la cumbre aún tendremos que superar dos tramos delicados por su verticalidad pero con buenos agarres.
Ya en la cumbre podemos detenernos a contemplar el paisaje montañoso. Enseguida reconocemos la peñas Galicia, Valdorria y la Verde. Hacia el E destaca el embalse de Porma con el pico Susarón. Hacia el sur destaca el pico de Prado Llano en la herradura montañosa que recorreremos y que abriga al pequeño pueblo de Montuerto.
Volvemos, de nuevo, al collado y nos disponemos a transitar por todo el cordal pasando por alguna cima secundaria y bajo el alto de Campayagua para ir descendiendo hacia la collada de Valdenuciello.
Desde esta collada vamos buscando la mejor opción para evitar los retamares. Creo que, en buena medida, lo logramos al enlazar con pistas y cortafuegos que nos van acercando al alto de la Colina. Este tramo desde el collado mencionado hasta lo alto de este monte, podemos decir que es lo menos atractivo de la ruta.
Una vez en el cordal y en la cumbre de la peña del Tejo volvemos a disfrutar de este entorno natural. Ante nosotros tenemos una formación montañosa en forma de herradura con algunas atractivas cumbres.
Caminado por los incómodos estratos verticales vamos alcanzando el pico de Prado Llano, la Peña Corbero y la Lica del Cielo. Siempre a nuestra derecha vamos gozando de este verde valle regado por el arroyo del Requejo.
Una vez pasada la Lica del Cielo tuvimos que afrontar lo inesperado: una repentina tormenta con abundante agua hizo que en vez de recorrer la última parte del cordal tomáramos la decisión de bajar a la pista por una parte de la ladera algo más complicada. Sin estar la roca lavada se puede bajar, siempre con precaución, hasta enlazar con la pista. Más recomendable es bajar a la pista recorriendo un poco más el cordal hasta la parte menos vertical y desde ahí buscar la misma pista.
Este imprevisto hizo que el tiempo empleado en realizar este itinerario fuera excesivo. Creo que entre 7 y 8 horas se puede hacer con tranquilidad y disfrutando de la montaña.
La ruta, evidentemente, merece la pena. Como siempre es imprescindible una buena forma física, conocimientos de cómo moverse en estos entornos montañosos y llevar el adecuado equipamiento.
De nuevo en el valle del río Curueño para afrontar esta preciosa ruta por la montaña leonesa, partiendo del pequeño pero bien cuidado pueblo de Montuerto. Al este tenemos el valle del Porma y al oeste el valle del Torío.
Partimos temprano tomando un rumbo norte por un camino verde paralelo al río Curueño. Pasamos por Nocedo de Curueño y continuamos hasta encontrar el desvío hacia E. Unos 3,3 km.
Caminando por el valle del arroyo de Valdenuciello ya contemplamos a nuestra derecha un precioso hayedo y a nuestra izquierda se levanta la mole calcárea del Cueto Ancino, denominado "el K2 leonés".
En 1,3 km estamos en el punto adecuado para abandonar la pista y comenzar el ascenso hacia N, que nos meterá en la canal hacia la cumbre. Unos 500 m de altitud tendremos que superar en 1 km. Es el tramo más exigente de la ruta.
Alcanzado el collado, al final de esta canal, podemos reconfortarnos con el paisaje montañoso que se abre ante nuestros ojos.
Para llegar a la cumbre aún tendremos que superar dos tramos delicados por su verticalidad pero con buenos agarres.
Ya en la cumbre podemos detenernos a contemplar el paisaje montañoso. Enseguida reconocemos la peñas Galicia, Valdorria y la Verde. Hacia el E destaca el embalse de Porma con el pico Susarón. Hacia el sur destaca el pico de Prado Llano en la herradura montañosa que recorreremos y que abriga al pequeño pueblo de Montuerto.
Volvemos, de nuevo, al collado y nos disponemos a transitar por todo el cordal pasando por alguna cima secundaria y bajo el alto de Campayagua para ir descendiendo hacia la collada de Valdenuciello.
Desde esta collada vamos buscando la mejor opción para evitar los retamares. Creo que, en buena medida, lo logramos al enlazar con pistas y cortafuegos que nos van acercando al alto de la Colina. Este tramo desde el collado mencionado hasta lo alto de este monte, podemos decir que es lo menos atractivo de la ruta.
Una vez en el cordal y en la cumbre de la peña del Tejo volvemos a disfrutar de este entorno natural. Ante nosotros tenemos una formación montañosa en forma de herradura con algunas atractivas cumbres.
Caminado por los incómodos estratos verticales vamos alcanzando el pico de Prado Llano, la Peña Corbero y la Lica del Cielo. Siempre a nuestra derecha vamos gozando de este verde valle regado por el arroyo del Requejo.
Una vez pasada la Lica del Cielo tuvimos que afrontar lo inesperado: una repentina tormenta con abundante agua hizo que en vez de recorrer la última parte del cordal tomáramos la decisión de bajar a la pista por una parte de la ladera algo más complicada. Sin estar la roca lavada se puede bajar, siempre con precaución, hasta enlazar con la pista. Más recomendable es bajar a la pista recorriendo un poco más el cordal hasta la parte menos vertical y desde ahí buscar la misma pista.
Este imprevisto hizo que el tiempo empleado en realizar este itinerario fuera excesivo. Creo que entre 7 y 8 horas se puede hacer con tranquilidad y disfrutando de la montaña.
La ruta, evidentemente, merece la pena. Como siempre es imprescindible una buena forma física, conocimientos de cómo moverse en estos entornos montañosos y llevar el adecuado equipamiento.
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