Cueva de Cristal, o Mina de Cristal (espectacular y maravillosa) y Tabla de Surf del Atalayón con puesta de sol
near Jorel, Murcia (España)
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Trail photos
Itinerary description
Antes de leer el detalle de la ruta lee este aviso de exención de responsabilidad:
"Las rutas que subo aquí sólo son un relato de mis salidas al monte con el fin de que me sirva de referencia para próximas ocasiones. Con la dificultad y características que tienen para mí, mis condiciones físicas y mi experiencia por el monte. No es una guía fidedigna de senderismo con un track ultraexacto (utilizo un simple smartphone y a veces la cobertura del GPS no es exacta) por lo que si alguien decide seguir mis tracks o indicaciones (no sólo no me opongo a su uso sino que estoy disponible para cualquier consulta) debe tener claro y asumir que es responsabilidad exclusivamente suya. Que la percepción de dificultad y/o riesgo es muy subjetiva, no es igual para todo el mundo y que lo que para uno es monte, otro puede ver rastros de senderos. No fiarse sólo de mis tracks. Leerlos antes teniendo en cuenta que detallan mi percepción de la ruta que puede ser muy diferente para otros. Las rutas hay que prepararlas y revisarlas antes de salir. A tu disposición."
Espectacular visita a la Cueva de Cristal, también llamada Mina de Cristal, en Cala Abierta, y a la tabla de surf por las crestas del Atalayón. Gracias a Pepe Lozano (peplo007) y a Eva por guiarnos a esta maravillosa cueva oculta.
La edito con mi visita el 4 de agosto con la agradable compañía de Costy, Carlos, Mercedes (mi pareja) y mis perros Sam y Dina. Éstos no tuvieron problema alguno. Sólo en la destrepada hubo que animarles un poco más. Son unos campeones.
La Cueva en si, aún teniendo una dificultad alta, no es demasiado peligrosa. La ruta hacia ella, si se conoce el lugar, tiene muy difícil acceso al último tramo. Si no se conoce o no se va acompañado de alguien que la conozca, es casi imposible su localización, además de ser peligroso intentar encontrar su entrada. Mucho cuidado con este track. Si te animas a hacerla no esperes un paseo fácil. La destrepada, casi llegando a la Cueva, es de grado 1 o 2 pero es difícil encontrar el paso ideal y, la primera vez, puede agobiar la exposición a una caída (más aparente que real) y que no ves la cueva hasta que ves una pequeña y oculta entrada a la derecha.
Se ven puntos de agarre de cuerdas pero, no son necesarias. Incluso los bastones no son imprescindibles. Lo imprescindible de verdad es un buen calzado, agua y luz para la cueva (yo llevé frontal y linterna).
(Como la senda es estrecha y con matorral que la invade, es mejor pantalones largos para evitar las rozaduras de la maleza)
Si tienes vértigo, ahórrate el viaje. Si no has trepado o destrepado nunca, ahórrate el viaje. Si te pones nervioso de ver un acantilado y el mar por debajo de ti, ahórrate el viaje.El acceso es para gente acostumbrada a la montaña o al senderismo con rocas, trepadas y cresteos. Llegar allí y ver que no puedes seguir debe ser frustrante. Y si te quedas bloqueado y, no puedes ni para arriba ni para abajo, ya no te cuento. No exagero en cuanto a la dificultad. Y si, cuando llegas allí y terminas la ruta, te parezco exagerado, me alegro. Mejor eso que exponerse tontamente. La ruta no es para cualquiera.
Dejamos los vehículos en el pequeño aparcamiento anterior al principio del sendero a Cala Cerrada. En la curva dejamos el asfalto y empezamos, propiamente, la ruta. Inmediatamente, nos desviamos a la izquierda y dejamos a nuestra derecha el sendero que lleva a Cala Cerrada.
El sendero es sencillo y bien marcado para subir el Atalayón. Una vez arriba, dejamos el cresteo para luego y continuamos por senda. Las vistas son espectaculares con el Arco del Farallón de Cabo Tiñoso a nuestra izquierda, abajo , ya en el mar.
Llegamos a un punto donde una roca con forma muy peculiar que casi nos interrumpe el paso. Dejamos el sendero y tomamos el de la izquierda, ya para bajar hacia el acantilado. Este punto está bien marcado en el track y es muy importante para llegar a la cueva.
Seguimos bajando por senda con algún hito que nos ayuda. Después de la bajada inicial ya llega la parte con la pendiente más pronunciada. Si padeces de vértigo... Esta zona es muy delicada. Unos metros más y ya llega el paso principal, con la destrepada, que nos permite el acceso al senderito que nos lleva a la cueva.
La destrepada tiene algún tornillo y enganche para cuerda pero se puede hacer sin ella. Lo único, estar tranquilo y pendiente de como destrepar. Yo aconsejo bajar gateando teniendo, siempre, tres puntos de apoyo fijos mientras mueves el cuarto. Conmigo, hubo gente que bajo con el trasero en la roca. A mi me parece más seguro bajar como luego subes.
Una vez pasada la destrepada tomamos el senderito a la derecha. Pasamos, primero, por una pequeña cueva-refugio y, un poco más adelante, después de otra destrepada mucho menor y más fácil que la anterior, veremos la cueva a nuestra derecha casi cuando ya no la hayamos pasado.
La cueva es también conocida por la mina de cristal ya que, en otro tiempo, se extraían las estalactitas y columnas (se ven los destrozos en el interior) para triturarlas y, tras convertirlas en una especie de cemento, utilizarlas como revestimiento de fachadas.
Veremos estalactitas, columnas y unos cuantos murciélagos a los que habrá que molestar lo menos posible.
La entrada no nos hace imaginar el tamaño del interior. Si se va mirando por donde pisas, la cueva no tiene peligro alguno.
Se empieza con una bajada sencilla por la zona de la izquierda y ya entramos en la gran sala. Muy amplia, profunda y con techo muy alto. Ésta se alarga hasta otra final donde nos encontramos unos cuantos murciélagos. A la derecha, gateando, se accede a otra sala (cuidado con la cabeza) mucho paso pequeña pero con menos destrozos. Es muy llamativa una columna con un corte arriba y otro abajo pero que sigue en su sitio, por lo que imagino que el corte fue debido a causas naturales y no a la mano del hombre. Prácticamente toda la zona es muy blanca, muy bonita. No es muy larga pero vale la pena llegar al fondo. Con cuidado y, buscando buenos agarres, no tiene problema alguno.
Todo el techo de la cueva es espectacular. Lástima de las columnas cortadas que se aprecian. Debieron ser magníficas. Cuidado que mirando el techo nos despistemos de mirar por donde pisamos. No debe haber peligro si se pisa donde se debe y con la necesaria prudencia.
Después de nuestro asombro ya volvemos por donde hemos venido.
Ahora, la destrepada se vuelve trepada. Mucho más fácil que la destrepada. La cuesta hacia arriba, hacia las crestas es considerable, lo mismo que fue la bajada. Una vez arriba, tras la recuperación de fuerzas con el refrigerio correspondiente, y después de ver como el Sol se oculta detrás del Cerro de los Siete Cucones, nos dirigimos hacia la tabla de surf haciendo un cresteo fácil. Sólo hay una trepada pero la facilita un escalón metálico con varios clavos de agarre más. Nada difícil ni peligroso.
Después de las fotos de postureo de la espectacular tabla (me recuerda mucho a la de Sierra España) volvemos por nuestros pasos y enlazamos con el sendero por el que subimos al principio y que nos lleva a los coches con la sensación de haber realizado una magnífica ruta y haber conocido una maravilla más de nuestra bonita región.
(Por si alguien tiene dudas sobre hacer las rutas con perro, a mí siempre me acompañan un bodeguero de poco menos de 15 kilos y una ratonera mestiza de 7 kilos y se defienden sin problema alguno. Disfrutan más que yo.)
(La norma principal que sigo en mis salidas es no llevarme, romper, arrancar ni alterar nada de la naturaleza que encuentro ni tampoco dejar nada que deje huella alguna de mi paso.)
"Las rutas que subo aquí sólo son un relato de mis salidas al monte con el fin de que me sirva de referencia para próximas ocasiones. Con la dificultad y características que tienen para mí, mis condiciones físicas y mi experiencia por el monte. No es una guía fidedigna de senderismo con un track ultraexacto (utilizo un simple smartphone y a veces la cobertura del GPS no es exacta) por lo que si alguien decide seguir mis tracks o indicaciones (no sólo no me opongo a su uso sino que estoy disponible para cualquier consulta) debe tener claro y asumir que es responsabilidad exclusivamente suya. Que la percepción de dificultad y/o riesgo es muy subjetiva, no es igual para todo el mundo y que lo que para uno es monte, otro puede ver rastros de senderos. No fiarse sólo de mis tracks. Leerlos antes teniendo en cuenta que detallan mi percepción de la ruta que puede ser muy diferente para otros. Las rutas hay que prepararlas y revisarlas antes de salir. A tu disposición."
Espectacular visita a la Cueva de Cristal, también llamada Mina de Cristal, en Cala Abierta, y a la tabla de surf por las crestas del Atalayón. Gracias a Pepe Lozano (peplo007) y a Eva por guiarnos a esta maravillosa cueva oculta.
La edito con mi visita el 4 de agosto con la agradable compañía de Costy, Carlos, Mercedes (mi pareja) y mis perros Sam y Dina. Éstos no tuvieron problema alguno. Sólo en la destrepada hubo que animarles un poco más. Son unos campeones.
La Cueva en si, aún teniendo una dificultad alta, no es demasiado peligrosa. La ruta hacia ella, si se conoce el lugar, tiene muy difícil acceso al último tramo. Si no se conoce o no se va acompañado de alguien que la conozca, es casi imposible su localización, además de ser peligroso intentar encontrar su entrada. Mucho cuidado con este track. Si te animas a hacerla no esperes un paseo fácil. La destrepada, casi llegando a la Cueva, es de grado 1 o 2 pero es difícil encontrar el paso ideal y, la primera vez, puede agobiar la exposición a una caída (más aparente que real) y que no ves la cueva hasta que ves una pequeña y oculta entrada a la derecha.
Se ven puntos de agarre de cuerdas pero, no son necesarias. Incluso los bastones no son imprescindibles. Lo imprescindible de verdad es un buen calzado, agua y luz para la cueva (yo llevé frontal y linterna).
(Como la senda es estrecha y con matorral que la invade, es mejor pantalones largos para evitar las rozaduras de la maleza)
Si tienes vértigo, ahórrate el viaje. Si no has trepado o destrepado nunca, ahórrate el viaje. Si te pones nervioso de ver un acantilado y el mar por debajo de ti, ahórrate el viaje.El acceso es para gente acostumbrada a la montaña o al senderismo con rocas, trepadas y cresteos. Llegar allí y ver que no puedes seguir debe ser frustrante. Y si te quedas bloqueado y, no puedes ni para arriba ni para abajo, ya no te cuento. No exagero en cuanto a la dificultad. Y si, cuando llegas allí y terminas la ruta, te parezco exagerado, me alegro. Mejor eso que exponerse tontamente. La ruta no es para cualquiera.
Dejamos los vehículos en el pequeño aparcamiento anterior al principio del sendero a Cala Cerrada. En la curva dejamos el asfalto y empezamos, propiamente, la ruta. Inmediatamente, nos desviamos a la izquierda y dejamos a nuestra derecha el sendero que lleva a Cala Cerrada.
El sendero es sencillo y bien marcado para subir el Atalayón. Una vez arriba, dejamos el cresteo para luego y continuamos por senda. Las vistas son espectaculares con el Arco del Farallón de Cabo Tiñoso a nuestra izquierda, abajo , ya en el mar.
Llegamos a un punto donde una roca con forma muy peculiar que casi nos interrumpe el paso. Dejamos el sendero y tomamos el de la izquierda, ya para bajar hacia el acantilado. Este punto está bien marcado en el track y es muy importante para llegar a la cueva.
Seguimos bajando por senda con algún hito que nos ayuda. Después de la bajada inicial ya llega la parte con la pendiente más pronunciada. Si padeces de vértigo... Esta zona es muy delicada. Unos metros más y ya llega el paso principal, con la destrepada, que nos permite el acceso al senderito que nos lleva a la cueva.
La destrepada tiene algún tornillo y enganche para cuerda pero se puede hacer sin ella. Lo único, estar tranquilo y pendiente de como destrepar. Yo aconsejo bajar gateando teniendo, siempre, tres puntos de apoyo fijos mientras mueves el cuarto. Conmigo, hubo gente que bajo con el trasero en la roca. A mi me parece más seguro bajar como luego subes.
Una vez pasada la destrepada tomamos el senderito a la derecha. Pasamos, primero, por una pequeña cueva-refugio y, un poco más adelante, después de otra destrepada mucho menor y más fácil que la anterior, veremos la cueva a nuestra derecha casi cuando ya no la hayamos pasado.
La cueva es también conocida por la mina de cristal ya que, en otro tiempo, se extraían las estalactitas y columnas (se ven los destrozos en el interior) para triturarlas y, tras convertirlas en una especie de cemento, utilizarlas como revestimiento de fachadas.
Veremos estalactitas, columnas y unos cuantos murciélagos a los que habrá que molestar lo menos posible.
La entrada no nos hace imaginar el tamaño del interior. Si se va mirando por donde pisas, la cueva no tiene peligro alguno.
Se empieza con una bajada sencilla por la zona de la izquierda y ya entramos en la gran sala. Muy amplia, profunda y con techo muy alto. Ésta se alarga hasta otra final donde nos encontramos unos cuantos murciélagos. A la derecha, gateando, se accede a otra sala (cuidado con la cabeza) mucho paso pequeña pero con menos destrozos. Es muy llamativa una columna con un corte arriba y otro abajo pero que sigue en su sitio, por lo que imagino que el corte fue debido a causas naturales y no a la mano del hombre. Prácticamente toda la zona es muy blanca, muy bonita. No es muy larga pero vale la pena llegar al fondo. Con cuidado y, buscando buenos agarres, no tiene problema alguno.
Todo el techo de la cueva es espectacular. Lástima de las columnas cortadas que se aprecian. Debieron ser magníficas. Cuidado que mirando el techo nos despistemos de mirar por donde pisamos. No debe haber peligro si se pisa donde se debe y con la necesaria prudencia.
Después de nuestro asombro ya volvemos por donde hemos venido.
Ahora, la destrepada se vuelve trepada. Mucho más fácil que la destrepada. La cuesta hacia arriba, hacia las crestas es considerable, lo mismo que fue la bajada. Una vez arriba, tras la recuperación de fuerzas con el refrigerio correspondiente, y después de ver como el Sol se oculta detrás del Cerro de los Siete Cucones, nos dirigimos hacia la tabla de surf haciendo un cresteo fácil. Sólo hay una trepada pero la facilita un escalón metálico con varios clavos de agarre más. Nada difícil ni peligroso.
Después de las fotos de postureo de la espectacular tabla (me recuerda mucho a la de Sierra España) volvemos por nuestros pasos y enlazamos con el sendero por el que subimos al principio y que nos lleva a los coches con la sensación de haber realizado una magnífica ruta y haber conocido una maravilla más de nuestra bonita región.
(Por si alguien tiene dudas sobre hacer las rutas con perro, a mí siempre me acompañan un bodeguero de poco menos de 15 kilos y una ratonera mestiza de 7 kilos y se defienden sin problema alguno. Disfrutan más que yo.)
(La norma principal que sigo en mis salidas es no llevarme, romper, arrancar ni alterar nada de la naturaleza que encuentro ni tampoco dejar nada que deje huella alguna de mi paso.)
Waypoints
Waypoint
843 ft
Salimos del pequeño aparcamiento y, tras andar unos metros, en la curva, nos salimos de la carretera por la derecha.
Intersection
667 ft
En este punto bajamos hacia la izquierda
La peculiar forma de la roca parece indicarnos que ya debemos bajar hacia el acantilado.
Waypoint
465 ft
Llegamos a la destrepada más complicada de la ruta. No hay otro paso para llegar al sendero de la cueva desde tierra.
Waypoint
460 ft
Destrepada complicada por el entorno pero con buenos agarres. A gatas o con el trasero en el suelo.
Waypoint
891 ft
Después de volver lo andado encontramos el sendero por el que subimos para bajar al aparcamiento
Comments (1)
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I have followed this trail View more
Information
Easy to follow
Scenery
Very difficult
Gracias por hacer de guía en esta ruta ya que le tenía ganas, me ha encantado!! eso sí, tensión por la dificultad en la trepada tanto de bajada como de subida, pero la cueva merece la pena. Nos vemos en la próxima!