Cueva de Las Polvorosas, circular por el Barranco de Formiga y Panzano

Ruta muy representativa de la Sierra y los Cañones de Guara, en la que se integran barranco, senderismo, vías equipadas (en este caso sencillas) y parajes agrestes.

ACCESO:

Desde la Autovía A-22 entre Huesca y Monzón, en la Salida 81 nos dirigimos a Angüés. Desde esta población, cruzando la N-240 continuamos por la A-1228 pasando Casbas, Sieso, Labata y Aguas. Desde ésta última localidad seguimos a la derecha (A-1127) rebasando Panzano, hasta encontrar el estacionamiento autorizado del Barranco Formiga junto al cañón del mismo nombre.

Como hemos llegado muy pronto, solo hay un vehículo estacionado. Cuando hemos regresado, casi 5 horas más tarde, el estacionamiento estaba al completo: unos 44 vehículos y otra veintena en la carretera. Alucinante el poder de atracción de este barranco y también el vergonzoso abandono, en mi humilde opinión, al que se tiene sometidas a las poblaciones de esta zona pues la carretera que va de Angüés a Aguas es una auténtica vergüenza de vía, repleta de parches (casi todo el piso lo son) pero es que en el último repaso se dejaron unos cuantos sin tapar, que resultan en buena medida peligrosos especialmente para las motos y las bicicletas. Bueno, pongo esto a fin que quien circule por allí sea extremadamente cauto.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:

Iniciamos la ruta entrando en el barranco por la margen izquierda orográfica, que es una senda muy bien trazada y pisada que poco a poco va ganando altura sobre el curso del agua. Este barranco siempre lleva caudal, fruto de las surgencias existentes en la ladera de esta increíble sierra de Guara. Además, las aguas son limpísimas y frías, eso se denota en el primer punto en el que pasamos junto a una badina de las varias que son objetivo de veraneantes y barranquistas en época estival.

A partir de esta badina, la senda sigue subiendo más y mas alejándose del río, encontramos un primer entronque con un sendero que lo cruza y que haremos a la vuelta.

Después de 45 minutos andando alcanzamos la Cueva de Las Polvorosas, una monumental oquedad abierta al Sur en cuyo lugar se construyeron muros para guardar el ganado y para cobijar al pastor. Existe un panel explicativo junto a la cueva, en la pared superior se observan decenas de nidos de aves tipo "aviones" (de la familia de las golondrinas, Delichon urbicum).

Seguimos la ruta, que en adelante se estrecha y va colgada espectacularmente sobre el profundísimo cauce. Con cuidado podremos progresar hasta el final de la ruta, que termina en el punto donde la senda está equipada con un largo tramo de sirgas. Es el lugar donde numerosísimos clientes barranquistas con sus respectivos guías montan un rápel para bajar con cuerdas al cauce.

Sin duda mereció la pena sentarse y disfrutar de este rincón mágico y salvaje, pese a la popularidad del tamo realizado. En adelante asoman el Puntón de Yara y la fabulosa angostura que divide el barranco de Formiga (izquierda) y el de Yara (derecha), aguas arriba de éste existe uno de los lugares probablemente más salvajes e inaccesibles de todo Guara, a salvo de curiosos, turistas, barranquistas... La Yara, el corazón de Guara, creo yo que ni los investigadores se meten en semejante cárcava de unos 500 m. de ancho y 1000 m. de largo, donde hay varias cuevas como la de Yara, Solipatas, Los Burros,..... uff cómo me gustaría meterme en ese fregao. Solo algún barranquista muy entenado y bien informado puede bajar por allí, al menos eso es lo que creo haber leído.

Por su parte, la cabecera del barranco Formiga se aleja y aguas arriba se separa del río Calcón (del que lo divide el Tozal Verdolo) encaramándose hasta el collado Ballemona, entre el Tozal de Guara y el de Cubilars, donde quienes subáis a Guara por Santa Cilia seguro habréis visto el muy conocido pozo de hielo.

Regresaremos desde el paso equipado a la Cueva de Las Polvorosas y seguimos descendiendo un poco mas hasta la senda que lleva a un pequeño puente que nos permite pasar a la margen contraria. Desde él se puede ver perfectamente bajo nuestros pies uno de los saltos más conocidos del barranco, quizá el lugar que más ansían los visitantes.

Por la otra margen seguimos la senda pegados a una pared, equipada con unas sirgas de seguridad hasta salir de la parte mas estrecha.

Por senda entre arbustos pinchudos (mucha coscoja) subiremos hasta un campo de labor que bordearemos por la derecha, en busca de una senda y después un camino (dirección norte). Por éste, subimos un poco mas hasta virar 180 grados y tomar por fin dirección a Panzano (Sur).

El ultimo trecho el camino que desembocará en la carretera, la cruzamos porque unos metros mas adelante existe otro camino paralelo a la carretera, que alegría evitar el asfalto y mucho más acabar en el Camping de Panzano, lugar muy bien arreglado (estos sí que saben) en donde nos tomamos unas cervezas fresquitas. Si no fuera por estos sitios... je je je.

Solo nos resta seguir un poco mas la carretera, en la segunda curva nos saldremos de ella por la izquierda (existe un palo vertical sin cartel) siguiendo la antigua senda al Formiga. Desgraciadamente, un poco mas adelante se está derrumbando sobre la carretera, un movimiento de tierras muy importante. No obstante, pudimos pasar sin demasiadas dificultades (la senda en algún punto casi no se ve).

Llegamos al aparcamiento donde, como dije, hay una auténtica barbaridad de coches.
Por fin la gente puede volver a salir y hacer estas actividades tan guays, por algo es uno de los sitios mas populares.