Cueva del Agua, Tiscar, Quesada, Jaén.

Nos acercamos a visitar el entorno único y singular de la conocida como Cueva del Agua, Cueva de Las Maravillas, o bien, Cueva de la Virgen de Tíscar (porque según la tradición allí se apareció la Virgen en 1319 al líder moro de Tíscar, Mahomad Abdón.
Para llegar a este entorno hay que decir que se encuentra a 13 kms. de Quesada (junto al santuario de Tíscar), dirección Baza, pasando por puerto de Tíscar (Altitud 1.189 mts.) y a 25 kms. del pueblo de Cazorla. Tenemos un desvío indicado en la carretera A-315, Km. 47. Quesada. (Jaén).
Hay una zona de parking donde podemos dejar los vehículos, descendemos por unas escaleras-senda y llegamos a la boca de entrada a la zona interior. Esta entrada es un pequeño túnel de unos 10 metros de largo y 1 metro de alto; por tanto hay que ir agachados, pero no llega a hacer falta el frontal. La visita es pública y gratuita y por tanto, debido a la preciosidad del lugar, con bastante afluencia de gente.
Merece la pena adentrarse en las entrañas de estas grutas naturales. Es una interesante formación caliza, donde se funden el agua del río Tíscar y la roca del Monte del Caballo. Las dos sierras se encuentran en las grietas y cascadas para dejar bajo sus entrañas el agua que sigue su curso natural entre saltos, peñascos, túneles, cascadas y fuentes, para seguir su curso zigzagueante río abajo hasta formar el idílico Pilón Azul camino de la Aldea de Belerda.
En el interior nos encontramos con diversos pasadizos, escaleras, almenas y sendas que nos van dirigiendo por sus diversos recovecos. Lugar muy bonito y con un ruido agradablemente ensordecedor que es provocado por el impacto del agua de las cascadas sobre las rocas.
La leyenda cuenta:
""Según la tradición, los moros poseedores del Castillo de Tíscar, creyeron que los cristianos Luchaban por su conquista para recuperar una imagen de la Virgen María que ellos poseían. Ante esta creencia, y para hacerles desistir de la lucha, la arrojaron desde las almenas, hasta Túnel de acceso a la Cueva del Agua la Cueva del Agua, que estaba al pie de la fortaleza; pero la Virgen volvía hacia arriba cuantas veces lo intentaban, por lo que Mahomad Andón, enfurecido, Cascada en La Cueva del Agua la rompió en mil pedazos con su alfanje.

Cuando los cristianos llegaron al recinto del Castillo, tanto el infante como los Arzobispos buscaron la imagen para darle gracias por su protección en la conquista, y al no encontrarla, le preguntaron a un moro, que arrepentido, les contó lo sucedido. Los cristianos recogieron los pedacitos y los llevaron a reparar a Toledo, pero la Virgen volvió a Tíscar de forma milagrosa, levantándose una capilla para rendirle culto. ""