CUEVA DEL MUESU - Ventanón - CUEVA DE RECINO - Ermita de San Bernabé - PICO DEL CUERNO 848 Metros:Desde el Alto de la Concha.

CUEVA DEL MUESU - Ventanón - CUEVA DE RECINO - Ermita de San Bernabé - PICO DEL CUERNO 848 Metros : Desde el Alto de la Concha ( Valle de Sotoscueva).
Familia y amigos vienen de visita a las Merindades . Unos son bastante más andarines que otros , por lo que decido hacerles una ruta a medida. Con poca pendiente y cómoda , pero visitando rincones mágicos y maravillosos de las Merindades.
Aparcamos en el alto de la Concha y los llevo de visita a la ermita cueva de San Bernabé . No la conocían y se quedan fascinados .
La Ermita de San Bernabé se sitúa en la entrada del complejo kárstico de Ojo Guareña, la ermita en sí es una de las 14 cuevas que forman parte de este complejo kárstico, la cueva está cerrada con sillares de piedra con varias entradas y una espadaña donde se sitúan las campanas, se desconoce su fecha de construcción, lo más probable es que se construyese entre los siglos VIII y IX pero hay historiadores que la sitúan en el siglo XIII, lo que sí que es seguro es que esta ermita se dedicó a San Tirso y ya en el siglo XVIII albergó las dos advocaciones, la de San Bernabé.
La estampa es tan bonita y hermosa que les deja sin habla. Comenzamos la sesión fotográfica hasta el aburrimiento.
Subimos de nuevo al alto de la Concha y admiramos las vistas del valle de Sotoscueva y las cercanas montañas del Somo.
Comenzamos a caminar siguiendo las marcas del sendero PRC BU-32, senda del Ventanón. Subimos por una pista pedregosa entre pequeñas encinas que coge altura con mucha suavidad. Nos acercamos al pico del Cuerno de 848 metros para admirar las vistas del valle de Sotoscueva desde lo alto. Bonitas vistas del valle que enamoran .
Volvemos al cruce y seguimos hacia adelante siguiendo la senda . Comenzamos a ver , según cogemos altura las vistas de los Famosos canales de Dulla y sus verticales paredes de piedra. Tras unos cinco kilómetros de senda torcemos a la izquierda siguiendo los hitos. Nos internamos en el encinar hasta llegar a la entrada de la cueva del Muesu, más bien túnel pues tiene salida a la otra parte de la montaña.
Nos ponemos los frontales y entramos en ella. Curiosas formas pétreas blancas que brillan con la luz inundan la cueva. Nos dedicamos a buscarlas con la luz y admirarlas.
Vemos la luz cerca de nosotros y salimos al fondo de la cueva. Estamos encima del valle de Valdeporres bajo las paredes rocosas de Paño.
Mis acompañantes están alucinados y disfrutan de las hermosas vistas y fascinante cueva. Fotografías de turno y volvemos a la cueva para buscar mas curiosas formas rocosas. La recorremos con tranquilidad y salimos de nuevo a la superficie .
La experiencia les ha gustado. Volvemos al cruce de la senda y nos acercamos al segundo rincón mágico de la ruta , “ El Ventanón”.
En el desafiante cortado rocoso descubrimos El Ventanón, también conocido como el puente, un impresionante arco natural de 30 metros de ancho y 20 de alto.
Su origen se debe al paso de una antigua conducción de agua que con el transcurso de los siglos disolvió la caliza. Hoy, a través de este capricho de la naturaleza observamos los montes del Somo y algunas poblaciones de la vecina Merindad de Valdeporres.
Un rincón mágico y espectacular que no puedes perderte . Subimos al techo del Ventanón y nos sentamos a disfrutar de sus vistas. Maravilloso valle, maravillosas montañas y maravillosa ruta.
Almorzamos bajo el Ventanón y charlamos con unos montañeros venidos de Castañeda en la provincia de Cantabria. Compartimos charla y experiencias y volvemos al camino.
Por las marcas del sendero bajamos hasta el pueblo de San Martín de Sotoscueva. A la entrada giramos a la derecha en el cementerio y entramos en un bosquecillo donde se oculta de nuestra vista la entrada a la cueva de Recino.
Mucho mas modesta y menos bonita que la de Muesu. A pesar de todo merece la pena su visita.
Salimos al pueblo y lo cruzamos siguiendo las marcas amarillas y blancas del sendero Pr.
Cruzamos una portilla saliendo del pueblo y volvemos a meternos de lleno en el encinar.
Bajamos y subimos entre encinas para lograr llegar de nuevo a un cruce del sendero que tomamos para llegar al alto de la Concha y dar por concluida la ruta.
A mis acompañantes les ha gustado un montón y creo que han disfrutado de una bonita mañana en las Merindades . Ruta sencilla y con rincones únicos que te gustaran sin duda.
Solo nos quedan una buena riada de blancos en Quisicedo para acabar de completar una mañana gloriosa entre familia y amigos.