Cueva del Toro, Cueva de la Higuera y Pico Paloma, desde Torremolinos

La ruta de hoy la haremos por la cara sur de la Sierra de Mijas, comenzando desde Torremolinos.

Saldremos desde el cruce de la antigua cantera, para ir, primero a la cueva del Toro, después a la Cueva de la Higuera, y para terminar con el Pico Paloma.

A la vuelta pasaremos por el Manantial del Cañuelo y el nacimiento de agua. Y partir de aquí en cruce de Puerto Canuto seguimos bajando hasta la antigua cantera. Y ya, finalmente al punto de inicio, concluyendo así nuestra ruta de hoy.

Un recorrido bonito, sin demasiada dificultad, con vistas en días claros, espectaculares: a todo Torremolinos, Benalmádena e incluso, parte de Fuengirola.

Una ruta que, desde el principio, comienza con una subida constante, aunque algo moderada, con pequeños tramos de trepada y un desnivel en las bajadas y subidas que a veces, hay que tomarlos con tranquilidad y al ritmo que vayamos necesitando, sin prisas y disfrutando del camino.

Por la primera cueva que pasaremos será por la Cueva del Toro.

Esta Cueva se encuentra ya dentro del término municipal de Benalmádena.

Presenta un desnivel de 10 m y un desarrollo total de 50 m.

La entrada presenta una forma irregular de poco más de 1 m de alto por algo más de 2,5 m de ancho.

A través de ella se accede a una sala de unos 6 m de anchura, llamada “Sala Pequeña”, desde donde se pasa a otra sala de mayor tamaño, de unos 12 m de ancho por 13 de largo, la llamada "sala principal" o "sala de la pintura".

La segunda cueva será: la Cueva de la Higuera, también llamada "Cueva de los Murciélagos".Ésta se encuentra en el término de Torremolinos.

La cavidad tiene un desarrollo de 229 metros y 47 metros de profundidad total.

Se abre en la zona baja de la sierra a 195 mts. de altitud.  Se tratan de estrechas galerías que desembocan en una diaclasa final obstruida por bloques desprendidos, que han taponado su continuación.

Ultimamente y, según visitas realizadas, se puede constatar la ausencia casi total de murciélagos. Aunque, según he leído, siguen habiendo restos de murcielaguina fresca, que siguen entrando en la cavidad con relativa frecuencia.

Una rutita, como ya digo antes, muy bonita, entretenida y con vistas espectaculares en días claros, sin demasiada dificultad y que se hace muy amena. Y, por todo ello, sin duda... ha merecido el pequeño esfuerzo de hoy.