112. Cuevas de San Clemente: Camino del Cid
near Cuevas de San Clemente, Castilla y León (España)
Viewed 113 times, downloaded 3 times
Trail photos
Itinerary description
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 39 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 240 metros (superior al que estima Wikiloc).
Síndrome de abstinencia…. Cinco días. El ejercicio mecánico en la piscina alivia los síntomas físicos, pero no aquieta la agitación mental. Ansia de estimulación novedosa, de sorpresas. Avidez por desvelar qué hay más allá de cada giro en el sendero, después de cada recodo en el río, al otro lado de cada elevación en el terreno, detrás de cada árbol. Falta alimento espiritual. No soy un robot. …¡Caramba, cómo ‘engancha’ la naturaleza…! Cómo se echa de menos… en sólo cinco días sin ella.
Cinco largos días de junio. Ora mirando al cielo, ora en el tajo…. Nublado y con chubascos intermitentes o amenaza de lluvia; en todos los sitios, todos los días. Ahí siguen los montes y los caminos, pero merecen pleno disfrute: con sol y sin barro. Busco un resquicio, un lugar con el uno y sin el otro. Mañana, domingo, sin falta. Creo que lo tengo. No hay allí previsiones de lluvia hasta las 12 h. Acaso no sea el lugar más bonito del mundo. Pero, si llego pronto, tendré al menos cuatro horas para una ‘dosis’…
Mañana…. Ya es hoy. Temprano. Ajusto el punto de mira: monte de Cuevas de San Clemente, en las estribaciones occidentales de la Sierra de Las Mamblas. A menos de media hora de la ciudad de Burgos. Actualizo la previsión meteorológica con tres servicios/agencias distintos. Vamos a peor: uno me da sol y nubes; otro, sólo nubes negras; otro, nubes y lluvia. ‘¡A la porra’! Con tal de que no nieve hacia arriba…’. ‘La suerte está echada’.
El color y la luz que le falte al paisaje los pondrán mis ganas. Una plegaria de empatía por las cámaras de fotos y video, ya que ellas son autómatas y no tendrán ese recurso extra. La belleza, a menudo, hay que desbrozarla con la mente y los ojos del observador. Quizá sea algo más difícil con el barro (y creo que las oraciones no sirven contra eso). En fin, …lo que alguien es capaz de hacer para conseguir una dosis… (de naturaleza y libertad). Allá vamos…
Tomamos como guía el trazado de ‘Ledanias’ en Wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/cuevas-de-san-clemente-camino-del-cid-el-cerro-102746969. Sólo añadimos un desvío, corto, pero empinado, a un curioso peñascón con oquedades; cerca de la Fuente San Clemente. Ruta concisa y sencilla. Fácil orientación y leve exigencia física. Los comentarios de ‘Ledanias’ ayudan a hacerla (aun) más entretenida. Modesta, pero digna excursión.
La descripción del recorrido es simple. Partimos del bonito pueblo de Cuevas de San Clemente, con sus casas de piedra, sus calles adoquinadas, sus rincones museísticos. Cuna del destacado artista Modesto Ciruelos. Hacia el sur, subimos al monte por el sendero del Risco Verde. Llegamos al Camino del Cid, que deja a un lado el bosque y al otro los campos. Al cabo de 3,5 km, giramos para internarnos de nuevo en el monte boscoso. Con un último arreón, ascendemos al Cerro, bajo el cual re-aparece Cuevas de San Clemente.
Un buen aliciente de la ruta son las vistas que proporciona. Algo lejanas, por el norte están Peñalara, y las Sierras del Casarejo y Mencilla, con las crestas de La Demanda más al fondo. Por el este, la Mambla de El Castillejo y, más allá, Carazo. Por el sur, las Peñas de Cervera y Valdosa, y la Sierra de Tejada. Si lo conoces, lo reconocerás. Aunque sea en la distancia, alegra saber que todas siguen ahí. Firmes,…’como una roca’. Ajenas a la tolvanera mundana.
En el entorno más inmediato, las vistas son de dos tipos. Por un lado, están los bosques de encinas, con algún quejigo y enebro, que atravesamos por cómodos caminos. Quizá resultan algo monótonos, aunque agradables. A tramos, frondosos y verdes; a tramos, con adornos rocosos. Por otro, están los campos de cereales, ya casi dorados; con algunos barbechos cobrizos. Todos ellos refulgen cuando los rayos del sol entre las nubes los acarician.
Otro aliciente son la historia y las historias (éstas, tal vez ornamentadas con algo de leyenda, lo cual agranda su atractivo). En el primer caso, la historia, me refiero a la Cañada Real Burgalesa: las vías pecuarias de trashumancia que cruzan estos montes; ya en desuso. Los rebaños de ovejas procedentes de Extremadura, Salamanca, etc., y otras tierras del suroeste, con destino temporero a las verdes sierras burgalesas en la Sierra de la Demanda; durante siglos.
En el segundo caso, las historias, hablo del Camino del Cid, que bordea estos montes por el sur, con epicentro en Los Ruyales. Vía de destierro del Campeador, en sentido inverso al que ahora recorremos (“…al destierro con 12 de los suyos—polvo, sudor y hierro—el Cid cabalga…”). ‘Carne de gallina’, todo el poema, desde su potente inicio (“El ciego sol se estrella…”). Da en qué pensar, sustancioso, mientras caminamos. Se agradece, Don Manuel (Machado).
“Bueno, pero había dos cuestiones importantes planteadas desde el inicio de este relato, que han quedado en suspenso temporal; y con ‘suspense’, por las consecuencias. Está, por una parte, el asunto extrínseco de la climatología; por otra, el asunto intrínseco del síndrome de dependencia. ¿Qué pasó con uno y otro?”.
¿El tiempo permitió disfrutar de la ruta? De lluvia y barro, nada hubo. Caminos secos y suaves. Sol y nubes toda la mañana. De las tres agencias de meteorología consultadas (bien conocidas), una acertó, pero se quedó corta (hubo más sol que nubes); las otras dos erraron notoriamente en sus pronósticos. ¡Anda, que si llegamos a hacerles caso…! Por añadidura, temperatura ideal, entre 10 y 15 grados. Concedido: en esto último todas acertaron.
¿Quité el ‘arraño’ (dos erres; localismo añejo y entrañable)? Ese ansia irrefrenable por sumergirme en la naturaleza. Ufff, sí, se alivió. Volví estimulado y relajado, a la vez; mental y emocionalmente. Pero estoy hecho de carne y hueso. Así que no tardará en regresar. Y es que la libertad y la grandeza que se respiran ahí fuera atraen; hechizan. Sin exagerar, se añoran cuando faltan. La buena noticia es que es muy fácil conseguir la dosis; y es inocua.
Mi modesta ruta desde Cuevas de San Clemente: Camino del Cid. Sin redobles de tambores ni timbales; sin altisonantes trompetas ni clarines. Sencilla, sobria. Pero tan querida como cualquiera de las demás. Lo que pongas en ella te lo devuelve con creces.
RUTAS CERCANAS:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/mambla-de-las-penas-amarillas-86186941
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/mambla-de-la-muela-93340551
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 39 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 240 metros (superior al que estima Wikiloc).
Síndrome de abstinencia…. Cinco días. El ejercicio mecánico en la piscina alivia los síntomas físicos, pero no aquieta la agitación mental. Ansia de estimulación novedosa, de sorpresas. Avidez por desvelar qué hay más allá de cada giro en el sendero, después de cada recodo en el río, al otro lado de cada elevación en el terreno, detrás de cada árbol. Falta alimento espiritual. No soy un robot. …¡Caramba, cómo ‘engancha’ la naturaleza…! Cómo se echa de menos… en sólo cinco días sin ella.
Cinco largos días de junio. Ora mirando al cielo, ora en el tajo…. Nublado y con chubascos intermitentes o amenaza de lluvia; en todos los sitios, todos los días. Ahí siguen los montes y los caminos, pero merecen pleno disfrute: con sol y sin barro. Busco un resquicio, un lugar con el uno y sin el otro. Mañana, domingo, sin falta. Creo que lo tengo. No hay allí previsiones de lluvia hasta las 12 h. Acaso no sea el lugar más bonito del mundo. Pero, si llego pronto, tendré al menos cuatro horas para una ‘dosis’…
Mañana…. Ya es hoy. Temprano. Ajusto el punto de mira: monte de Cuevas de San Clemente, en las estribaciones occidentales de la Sierra de Las Mamblas. A menos de media hora de la ciudad de Burgos. Actualizo la previsión meteorológica con tres servicios/agencias distintos. Vamos a peor: uno me da sol y nubes; otro, sólo nubes negras; otro, nubes y lluvia. ‘¡A la porra’! Con tal de que no nieve hacia arriba…’. ‘La suerte está echada’.
El color y la luz que le falte al paisaje los pondrán mis ganas. Una plegaria de empatía por las cámaras de fotos y video, ya que ellas son autómatas y no tendrán ese recurso extra. La belleza, a menudo, hay que desbrozarla con la mente y los ojos del observador. Quizá sea algo más difícil con el barro (y creo que las oraciones no sirven contra eso). En fin, …lo que alguien es capaz de hacer para conseguir una dosis… (de naturaleza y libertad). Allá vamos…
Tomamos como guía el trazado de ‘Ledanias’ en Wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/cuevas-de-san-clemente-camino-del-cid-el-cerro-102746969. Sólo añadimos un desvío, corto, pero empinado, a un curioso peñascón con oquedades; cerca de la Fuente San Clemente. Ruta concisa y sencilla. Fácil orientación y leve exigencia física. Los comentarios de ‘Ledanias’ ayudan a hacerla (aun) más entretenida. Modesta, pero digna excursión.
La descripción del recorrido es simple. Partimos del bonito pueblo de Cuevas de San Clemente, con sus casas de piedra, sus calles adoquinadas, sus rincones museísticos. Cuna del destacado artista Modesto Ciruelos. Hacia el sur, subimos al monte por el sendero del Risco Verde. Llegamos al Camino del Cid, que deja a un lado el bosque y al otro los campos. Al cabo de 3,5 km, giramos para internarnos de nuevo en el monte boscoso. Con un último arreón, ascendemos al Cerro, bajo el cual re-aparece Cuevas de San Clemente.
Un buen aliciente de la ruta son las vistas que proporciona. Algo lejanas, por el norte están Peñalara, y las Sierras del Casarejo y Mencilla, con las crestas de La Demanda más al fondo. Por el este, la Mambla de El Castillejo y, más allá, Carazo. Por el sur, las Peñas de Cervera y Valdosa, y la Sierra de Tejada. Si lo conoces, lo reconocerás. Aunque sea en la distancia, alegra saber que todas siguen ahí. Firmes,…’como una roca’. Ajenas a la tolvanera mundana.
En el entorno más inmediato, las vistas son de dos tipos. Por un lado, están los bosques de encinas, con algún quejigo y enebro, que atravesamos por cómodos caminos. Quizá resultan algo monótonos, aunque agradables. A tramos, frondosos y verdes; a tramos, con adornos rocosos. Por otro, están los campos de cereales, ya casi dorados; con algunos barbechos cobrizos. Todos ellos refulgen cuando los rayos del sol entre las nubes los acarician.
Otro aliciente son la historia y las historias (éstas, tal vez ornamentadas con algo de leyenda, lo cual agranda su atractivo). En el primer caso, la historia, me refiero a la Cañada Real Burgalesa: las vías pecuarias de trashumancia que cruzan estos montes; ya en desuso. Los rebaños de ovejas procedentes de Extremadura, Salamanca, etc., y otras tierras del suroeste, con destino temporero a las verdes sierras burgalesas en la Sierra de la Demanda; durante siglos.
En el segundo caso, las historias, hablo del Camino del Cid, que bordea estos montes por el sur, con epicentro en Los Ruyales. Vía de destierro del Campeador, en sentido inverso al que ahora recorremos (“…al destierro con 12 de los suyos—polvo, sudor y hierro—el Cid cabalga…”). ‘Carne de gallina’, todo el poema, desde su potente inicio (“El ciego sol se estrella…”). Da en qué pensar, sustancioso, mientras caminamos. Se agradece, Don Manuel (Machado).
“Bueno, pero había dos cuestiones importantes planteadas desde el inicio de este relato, que han quedado en suspenso temporal; y con ‘suspense’, por las consecuencias. Está, por una parte, el asunto extrínseco de la climatología; por otra, el asunto intrínseco del síndrome de dependencia. ¿Qué pasó con uno y otro?”.
¿El tiempo permitió disfrutar de la ruta? De lluvia y barro, nada hubo. Caminos secos y suaves. Sol y nubes toda la mañana. De las tres agencias de meteorología consultadas (bien conocidas), una acertó, pero se quedó corta (hubo más sol que nubes); las otras dos erraron notoriamente en sus pronósticos. ¡Anda, que si llegamos a hacerles caso…! Por añadidura, temperatura ideal, entre 10 y 15 grados. Concedido: en esto último todas acertaron.
¿Quité el ‘arraño’ (dos erres; localismo añejo y entrañable)? Ese ansia irrefrenable por sumergirme en la naturaleza. Ufff, sí, se alivió. Volví estimulado y relajado, a la vez; mental y emocionalmente. Pero estoy hecho de carne y hueso. Así que no tardará en regresar. Y es que la libertad y la grandeza que se respiran ahí fuera atraen; hechizan. Sin exagerar, se añoran cuando faltan. La buena noticia es que es muy fácil conseguir la dosis; y es inocua.
Mi modesta ruta desde Cuevas de San Clemente: Camino del Cid. Sin redobles de tambores ni timbales; sin altisonantes trompetas ni clarines. Sencilla, sobria. Pero tan querida como cualquiera de las demás. Lo que pongas en ella te lo devuelve con creces.
RUTAS CERCANAS:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/mambla-de-las-penas-amarillas-86186941
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/mambla-de-la-muela-93340551
Waypoints
You can add a comment or review this trail
Comments