Cuevas del Norte-Rambla de los Bonetes-Barranco Blanco-Cañada de las Oliveras. Anthercas

Accedemos al inicio de la ruta en la pedanía de Cuevas del Norte (76 Hb), desde la carretera de Sangonera La Verde a Mazarrón por el desvío señalizado antes de la Venta Vicente.

Desde la iglesia de Cuevas del Norte en la curva de la carretera de entrada, cruzamos la aldea para acceder a la pista que corre paralela a la Rambla de Bonetes, bordeamos un huerto de limoneros, tomamos pista para penetrar rambla arriba en la unión de un ramblizo con bajante de aguas y charca.

Los paredones rocosos erosionados y coloridos tanto por contraste como de variedad, hacen agraciada a la Rambla de Los Bonetes ,a pesar sortear pasos dificultosos entre cañaverales, charcos, barro y rocas.

A la salida de la misma antes de su final, entroncamos con una pista a mano derecha con algún algarrobo, para seguir una senda poco marcada de cazadores, en su primera curva accedemos a otra pista que se torna sendero señalizado, por la vertiente Oeste del Barranco Blanco con algunos repechos cortos, tomamos el mantente entre matorrales herbosos buscando la sombra, seguimos por otra en mal estado al PR-MU 52, para coger la pista paralela a la Rambla Alcotán un trecho.

La dejamos en un cruce en descenso con dificultades de paso por la falta de uso, llegamos a una terraza con cultivos abandonados, desde donde parte un bello sendero que se adentra en la zona de umbría, contrastando su exuberante cobertura vegetal contra el escaso matorral de las vertientes de solana. Observamos además del pinar, manchas de liquen Cladonia Convoluta, enebros, palmitos, lentiscos y albaidas.

Salimos a la pista de la Rambla de las Cuevas del Buitre, vemos el acueducto antes de atajar en ascenso sin llegar a la carretera próxima a la Plaza de Las Moreras, con vistas de Torreguil, torcemos hacia la derecha por pista a las ruinas de la Casa de la Perdiz, nos reagrupamos comenzando el descenso por pista boscosa y sendero pelado hacia el Barranco Blanco, cuyo nombre se debe al color gris claro de la roca que lo constituye: las margas, rocas de permeabilidad muy baja, de poca consistencia y fácilmente disgregables.

Alcanzamos la Cañada de las Oliveras que es parte del lecho de Barranco Blanco, salimos por una casa en ruinas a la pista (Vereda Real/Cordel de Los Valencianos), que por la izquierda nos devuelve a Cuevas del Norte. Manuel Moreno nos dirige unos ejercicios para incrementar nuestra capacidad, ya de por si desarrollada, de ingerir el pulpo que nos aguarda en el restaurante Los Amigos. Algunas caras de alegría hablan por si solas.

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