Cuntis. Castrolandín. Ríos y Fervenzas.

Nos acercamos a Cuntis para realizar este recorrido corto, fácil y muy agradable cuyo protagonista es el agua de los ríos y fervenzas del lugar, y el castro de Castrolandín.

Comenzamos la ruta muy cerca de la carretera nacional, el aparcamiento que está justo detrás del restaurante Don Manuel es un sitio ideal.
Desde allí vamos a seguir el sendero que transcurre a la vera del río Gallo, en algunos tramos demasiado cerca, por lo que hay que tener cuidado y evitar posibles resbalones.
Durante este recorrido podemos ver distintos elementos etnográficos, los pasos o poldras de Meira son un ejemplo. Atravesando el cauce, unen las aldeas de Meira y Cardecide. Más bien unían, porque a día de hoy se encuentran olvidados y amenazados por la vegetación y los sedimentos del río.
Más adelante destaca otro elemento interesante, a Ponte de Nieto o Ponte de Meira. Un bonito puente de piedra que conserva su calzada original, aunque no parece muy antiguo.
Continuamos con el río a nuestra derecha y pasamos junto a los muiños de Nieto y el de Marcial. En el camino podemos ver algunas piedras talladas, algunas incluso en el suelo, al parecer son obra de un artista local que ha puesto su talento a disposición de las piedras.
LLegamos a la Poza do Pego, el encuentro de los ríos donde el Umia parece hacerle entender al Gallo quien lleva la voz cantante. Continuamos por el sendero a orillas del río Umia que baja con fuerza y poderío, pronto divisamos el viejo aserradoiro de Novo, ubicado al otro lado del río y cuyas ruinas son bastante tétricas.
Abandonamos el Umia por un camino que nos sale hacia la izquierda, justo antes de cruzar una pequeña pasarela de madera; luego continuamos por un cómodo sendero por el que alcanzaremos el lugar de Xinzo.
Atravesamos esta pequeña población y tras las últimas casas dejamos el asfalto para continuar por un camino que se convierte en pista forestal y va en constante subida hacia el lugar donde se encuentra la Mámoa de Cabanas, sin excavar. Hay que ir atentos porque el cartel indicador es tan pequeño que apenas se percibe.
Seguimos recorriendo el monte hasta encontrar el desvío hacia las fervenzas que forma el Rego da Patela en su descenso hacia el río Gallo.
Vamos primero hacia la Fervenza do Hérvedo, una hermosa caída de agua proveniente del monte Maráns que baja con fuerza y de forma escalonada entre las rocas. Por un camino estrecho que va pegado al río nos aproximamos a la antigua Fábrica da Luz de Cuntis, de la que sólo quedan las ruinas, antiguas turbinas, transformadores e incluso una lareira que atestigua que en algún momento formó parte de una vivienda.
Subimos hacia el camino y luego cruzamos el Patela por una pasarela de madera con la intención de ir hasta el castro, en un trayecto que será de ida y vuelta.
Castrolandín nos sorprende, está ubicado en un promontorio desde el que domina gran parte del valle en donde se asienta Cuntis. Se trata de un poblado castrexo fortificado cuya antigüedad se remonta posiblemente al siglo IX a.c. y del cual se conservan parte de los muros defensivos y restos de varias viviendas. Se encuentra debidamente señalizado y considero que merece la pena acercarse a visitarlo.
Regresamos por el mismo camino y tras cruzar el rego vamos a la derecha, enseguida podemos ver un estrecho sendero que desciende hasta la orilla del río, tiene bastante pendiente, no es peligroso pero hay que descender con cuidado.
Llegamos a los pies de la fervenza de Campaíñas cuyo salto principal desciende con mucha fuerza y a la que nos podemos acercar por encima de grandes rocas. Hay otra fervenza más abajo donde se forma una poza. El entorno es precioso pero hay tomar precauciones para evitar resbalones.
Regresamos al camino y continuamos el descenso hacia Cuntis. Pasamos junto al Parque Maráns y luego seguimos por un distendido paseo que va pegado al río Patela y que nos lleva al sitio de inicio donde cerramos esta bonita ruta circular.

Es un trayecto corto y fácil, solo hay que andar con cuidado en la zona de las fervenzas, las rocas si están mojadas pueden resultar peligrosas. También hay que tener en cuenta que en época de lluvias estos ríos crecen bastante y los senderos que van tan pegados a los ríos pueden hasta desaparecer. Por lo cual, en ese caso, no sería recomendable.


info: galiciamáxica y la Voz de Galicia.