De A Iglesia al Mirador del Cotro, Fervenzas de Vao, Fervenza de Santa Leocadia y Fervenza de Chacin

Track realizado por un Garmin Etrex Touch 35

En esta ruta decidimos salir de la explanada de la Iglesia de Agris en la aldea de “La Iglesia” perteneciente al Concello de Negreira por su espacio para aparcar. Una vez empezamos la ruta nos dirigimos por caminos diversos hacia el “Mirador Alto do Cotro (42º53´54.82”N 8º54´52.9”W) perteneciente a la parroquia de Santa Cruz de Campolongo desde el que hay unas inmejorables vistas del estuario del Tambre y la cola de la ría de Noia, aunque en días despejados, desde aquí pueden verse las cubiertas de A Cidade da Cultura, o el Pico Sacro, hay diversas opiniones de cuantos concellos se pueden divisar desde el mirador, unos dicen que 14 y otros que más de 20, la verdad es que con un día despejado y claro las vistas son impresionantes.
Al empezar el descenso desde el mirador con dirección al río intercambiamos tramos de Negreira, Outes y Mazaricos; el descenso a las orillas del “Rego do Vao da Denociña” (desde el waypoint 006 al waypoint 113; del Km 7.70 al 9.00 aproximadamente) es muy peligroso sobre todo en invierno con la humedad en las piedras y hojas en el suelo, dicho esto, es justo decir que es precioso el paisaje y el fluir del rio con sus rápidos y cascadas hasta llegar a la cascada de Santa Leocadia, ahí hay que cruzar el río para ver la capilla de Santa Leocadia y San Blas, desde la que iniciamos el ascenso hacia la cascada de Chacín pasando por Santa Baia, al principio debido a reforestación el camino previsto hasta Santa Baia se desdibujó por lo que tuvimos que ir monte a través (igual es mejor hacer ese pequeño tramo por la carretera), una vez en la Cascada de Chacín retrocedimos un poco para subir por un camino de monte con mucha inclinación que nos llevó a la zona de los molinos eólicos desde los que iniciamos el regreso por pistas y caminos, en uno de los tramos lo recorrimos encima del cañón del “Rego do Vao da Denociña” donde nos encontramos dos obstáculos, una valla puesta como puerta y en un muro que hay que saltar para seguir por otro camino paralelo a otro regato pusieron postes con alambre de espinos pero se puede pasar con cuidado.

En resumen una ruta muy peligrosa en un tramo pero que se disfruta por la infinidad de ríos, regatos y vistas espectaculares que nos encontramos