De Almaciles al Porche de Sixto por caminos tradicionales (Almaciles)

Una tarde primaveral que invita a pasear por terrenos diáfanos y vistas extensas, muy extensas.

Salimos de Almaciles, pasando antes por su iglesia junto a la fuente, donde llenamos nuestra botella. Tomamos el camino del cementerio y nos dejamos llevar. Los campos de cereal se alternan con las parcelas de almendros delante de sierras que presentan un aspecto amable. Al fondo se eleva la Sierra de María, de porte regio, señora de sus tierras.

Nuestro camino desciende suavemente. A la derecha el Cerro Moralejo, coronado por un grupo de antenas, es el mayor promontorio local. La luz de la tarde es magnífica.

Llegamos a un cruce junto a una nave agrícola y seguimos de frente (a la izquierda). A la vuelta retornaremos por ese camino.

Las vistas son excelentes, pero no son las mejores: estamos en el Camino Bajo de Huéscar a Almaciles. Llegados a un cruce giraremos a la derecha entre almendros para recorrer unos centenares de metros y girar nuevamente a la derecha por otro camino menor que apunta directamente al Cerro del Bujo.

A sus pies quedan los restos del Porche de Sixto. La loma del cerro invita a subirlo, pero hoy no es el día, así que seguimos andando en paralelo a una pequeña rambla, cruzamos otra y nos incorporamos al Camino Alto de Huéscar a Almaciles. Estamos a los pies del Moralejo, pero desde aquí las vistas son bastante más amplias que desde el camino de ida, así que nos sentamos unos minutos en una franja de tierra de cereal donde la panorámica es inmensa y las vistas, soberbias.

Continuamos nuestro paseo desembocando en el camino de ida, junto a la nave agrícola, y desde aquí desandamos los últimos metros hasta Almaciles, pero antes nos cruzamos con un pastor y su rebaño de ovejas, ahondando el sabor marcadamente rural de estas hermosas tierras de interior que lindan entre las provincias de Granada, Almería, Jaén, Murcia y Albacete.