DE CABO DE PALOS A CALBLANQUE POR LA COSTA, RESGRESO POR CABEZO DE LA ESCUCHA Y EL ATALAYÓN

Toca volver por tierras murcianas y más concretamente nos hemos acercado a la población costera de Cabo de Palos. Situada muy cerca de Cartagena es la puerta de entrada a la Manga del Mar Menor y al parque regional de Calblanque.
Una pequeña población de origen pesquero que se sitúa en la parte mas oriental de la región de Murcia. Su topónimo viene del latín y se debe a los romanos que conocían el cabo como "Palus", laguna o marismo por la proximidad con el mar Menor.
Una zona con gran tradición pesquera y en la actualidad un gran desarrollo turístico, como buena muestra la cantidad de urbanizaciones y edificios turísticos que hay en la zona. Sin olvidar la gran afición a los deportes náuticos como la importante reserva de buceo. Una de las más destacadas del Mediterráneo.

Otra de sus maravillas es el parque regional de Calblanque que junto al monte de las Cenizas y la peña del Águila guarda una flora y fauna endémica. A ello le sumamos una gran cantidad de calas, playas y rincones para el senderismo muy interesantes.

La propuesta que te hacemos hoy combina ambas zonas, partimos de la población de Cabo de Palos bordeando su preciosa línea de costa para enlazar con Cala Reona punto de entrada en Calblanque por donde discurrimos por los abruptos acantilados para llegar a la Cala Dorada o Dentones. Esta es una primera parte del recorrido bastante sencilla y apta para todos los públicos. Tenemos la opción de hacer ida y vuelta por el mismo recorrido. Pero para la vuelta proponemos una opción más montañera, que sube hasta el Cabezo de la Escucha y el Atalayón, dos miradores excepcionales tanto del Mar Menor y la Manga como del parque de Calblanque. Aquí encontraremos trochas menos definidas, terreno suelto para la bajada y algún paso sencillo pero que tenemos que usar las manos. En definitiva dos opciones en una para todos los gustos.


Evitar la segunda parte del recorrido en los meses de verano, hace mucho calor. Y no te olvides que las bajadas del Cabezo de la Escucha y el Atalayón son sin senda evidente y con terreno resbaladizo. Por cierto merece la pena darse un baño en alguna de las calas por donde pasaremos.

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