De Calatañazor a Abioncillo de Calatañazor

1.- FICHA TÉCNICA:

Distancia total: 12.01 km
Fecha de realización: 8/Junio/2021
Fecha de subida: 8/Noviembre/2021
Dificultad: Fácil
Índice IBP: 33 HKG
Tiempo total: 6:33:20 h
Tiempo en movimiento: 4;40:00
Tiempo parado: 1:53:20
Altitud al inicio/al final: 1052 m /992 m
Altitud máxima/mínima: 1063 m / 991 m
Señalización: Solo hasta la Fuentona
Posible con BTT; Si

2.- ACCESO AL INICIO DE LA RUTA

El comienzo de la ruta está situado junto a la carretera SO-P-5026 que va de Calatañazor a Muriel de la Fuente y a los pies del promontorio en el que está encaramado el núcleo urbano de Calatañazor. A unos 50 m del comienzo de la ruta, hay un aparcamiento gratuito, donde aparcar.
Las coordenadas del aparcamiento en sistema sexagesimal o GSM, son 41° 42'01,4” N y 2° 49'00,3” W. En sistema decimal o GD, son 41.700380, -2.816741.
Otra alternativa que tenemos para llegar al punto de inicio, es la de utilizar la función “¿Como llegar al punto de inicio?” que tiene Wikiloc a nuestra disposición. Al abrir la ruta que queremos hacer, justo a continuación de las características técnicas de la misma (distancia, dificultad, fecha, etc.) aparece dentro de un recuadro la mencionada pregunta. Al picar en dicha opción, desde tu ubicación, estés donde estés, aparecerá en Google Maps, el trayecto que se ha de realizar para acceder al punto de partida de la ruta.

3.- INFORMACION GENERAL SOBRE LA RUTA

3.1.- CARACTERISTICAS GENERALES:

Es una interesante, bonita y muy recomendable ruta lineal. Paisajísticamente es espectacular, pues vamos a tener un poquito de todo: un sabinar monumental, espectaculares manifestaciones kársticas, cultivos cerealistas, valles calizos con sus laderas cubiertas con sabinas, un valle fluvial con una exuberante vegetación de galería de río y un pueblo-monumento, Calatañazor
Se puede hacer en una mañana o en una tarde, pero si nos la tomamos con calma para disfrutar del caminar y sobre todo del paisaje, y le echamos algo más que medio día, vamos a sacarle más jugo a la ruta y la vamos a disfrutar mejor.
La ruta no tiene complicación alguna a la hora de hacerla, pues está bien indicada en líneas generales hasta la Fuentona. Hasta llegar a la Reserva Natural del Sabinar de Calatañazor, algunos de los postes pequeños de PR (pequeño recorrido) están caídos o sujetadas precariamente con un montoncito de piedras, antes de entrar en el valle del Arroyo de Majallana. Alguno de estos postes hasta que no se está prácticamente encima de ellos, no se ven. Una vez llegados al valle del Arroyo de Majallana, la ruta se sigue con facilidad. La hierba alta, puede ocultar la senda por la que vamos caminando, aunque siempre tendremos a la vista hacia donde hay que dirigir nuestros pasos.
Se puede realizar en cualquier época del año. Pero teniendo presente por donde vamos a caminar, paisajísticamente hablando, y el clima de la zona, a mi juicio, el momento idóneo para hacerla son los meses de mayo y junio, cuando la floración está a tope y las cosechadoras aún no han entrado en las parcelas cerealistas. Trigos y cebadas formarán un manto de color verde con lo que el caminar entre o cerca de ellas será más agradable visualmente que si lo hacemos una vez segadas y con toda esta pequeña llanada de color amarillo secarral.
El otoño es también un buen momento para hacer esta ruta, pues aunque las parcelas cerealistas serán una rastrojera, dada la gran cantidad de choperas que vamos a ver con el amarillo en sus copas, le darán un toque especial de color al paisaje, en particular en las orillas del río Abión.
En verano, el calor añadirá un esfuerzo extra a la ruta, pues no hay sombras en la mayor parte del recorrido y las únicas fuentes de agua potable que yo sepa, están en Muriel de la Fuente y en la Casa del Parque.
En nuestro caso, hicimos este recorrido el 8/Junio/2021, en un espléndido día primaveral casi veraniego.
Físicamente no es exigente, con lo que se puede realizar con tranquilidad y observando/disfrutando del entorno mientras se camina. Prácticamente todo el recorrido se puede decir que es llano, con algún ligero sube y baja. Casi toda la ruta se hace por el fondo de valles de origen fluvial, por lo que las posibles pendientes son inexistentes. Teniendo en cuenta todo esto, así como las buenas pistas/sendas por las que vamos a transitar, se puede catalogar esta etapa como muy fácil (el índice IBP es de 33).
Es una ruta con mucho tirón, por lo que va a haber gente en cualquier punto de la misma, aunque la mayoría del personal se va a concentrar en el “tramo estrella” de la ruta, es decir, entre Muriel de la Fuente y la Fuentona. En los fines de semana y vacaciones aumenta la afluencia. Y el verano, como en casi todos los sitios, es la temporada alta de la Fuentona.

3.2.- GEOLOGÍA DE LA ZONA

El terreno por el que discurre la ruta, está formado por materiales depositados en el Cretácico Superior, entre los que las calizas son mayoritarias. Están muy erosionadas por los procesos kársticos, tal como podemos comprobar en cualquiera de los valles fluviales de la zona.
El espectacular Monumento Natural de la Fuentona, es el centro de la peregrinación de la totalidad de los visitantes a esta parte de la provincia de Soria. Forma parte del acuífero de la Sierra de Cabrejas, y es donde nace el rio Abion, que fluye hacia el sur y tributa al río Ucero a la altura de El Burgo de Osma. La surgencia está en las calizas del periodo Coniacense.
Calatañazor se construyó encaramado en lo alto de un peñote calcáreo aislado, a modo de cerro testigo, que hace millones de años estaba unido a la masa rocosa situada frente a él, de la que le separa el curso del río Milanos, que tras millones de años de erosión, ha labrado un cañón de paredes verticales de más de 50 m de escarpe.

3.3.- VEGETACIÓN DE LA ZONA

La cubierta vegetal arbórea de toda la ruta está constituida mayoritariamente por sabina albar (Juniperus thurifera), el árbol estrella en la zona. Es así mismo la formación vegetal más típica de toda la comarca soriana en la que está enclavada esta ruta. A lo largo de toda ella, veremos bosques poco densos de sabinas, una característica típica de los sabinares en general, que ocupan mayoritariamente las laderas de los valles de Calatañazor, del Arroyo de Majallana y del río Abión. La excepción es la Reserva Natural Sabinar de Calatañazor, que es quizás el sabinar más denso de Europa. Algún bosquete de pino negral (Pinus nigra) lo veremos en el valle del río Abión.
En los márgenes de los arroyos y río, el bosque de galería es la formación clásica de este tipo de zonas de alta humedad edáfica. Está formado mayoritariamente por sauces y chopos de repoblación. Las espadañas y juncos completan esta formación vegetal.
Y en los fondos más o menos planos de los valles, los cultivos cerealistas y los pastizales son lo más abundante. Las plantas aromáticas, como tomillos, espliego, salvias y jaras entre otras, abundantes en las zonas más xericas del recorrido, junto con espinos albares, escaramujos, brezos y retamas completan las especies más conocidas de la cubierta vegetal arbustiva.

4.- ITINERARIO

Inicialmente nuestra idea era hacer una ruta circular con el siguiente recorrido: Calatañazor, la Fuentona, Muriel de la Fuente, Abioncillo de Calatañazor y regreso a Calatañazor. Pero al observar que desde Abioncillo deberíamos regresar a Calatañazor por la carretera SO-P-5227 que discurre por el centro del conocido como Valle de la Sangre, durante unos 4,5 km caminando por asfalto entre campos de trigo y cebada sin solución de continuidad, decidimos cambiar nuestros planes iniciales y hacer una ruta lineal, caminando solo hasta Abioncillo de Calatañazor. Por esto hubo que hacer combinación de coches, llevando uno hasta Abioncillo y dejando otro en Calatañazor.
Comenzamos nuestra ruta al pie del cartel de información de la “Ruta de las Sabinas” y a escasos metros de la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad, una ermita románica del siglo XII.
La pista es ancha y con buen firme. Al cabo de unos 500 m, llegamos a una casa o taina, donde abandonamos la pista para girar a la izquierda y seguir por una senda que flanquea la ladera del valle de Calatañazor. La senda, de fácil caminar, va a discurrir entre sabinas y arbustos, con un estrato herbáceo a reventar de flores, y que junto con el verde de trigos y cebadas que ocupan la zona central del valle, dan un colorido al paisaje, que merece la pena pararse de vez en cuando para disfrutar visualmente de lo que la naturaleza nos ofrece. Sin olvidarnos de mirar de vez en cuando hacia atrás, para ver las murallas y el caserío de Calatañazor. Paisajísticamente, espectacular.
Pasaremos al lado de unas edificaciones en ruinas, las Tainas de la Pedriza, y un poco más adelante, la senda da un giro hacia la derecha para discurrir por un vallejo que nos va a conducir al valle del Arroyo de Majallana, paralelo al de Calatañazor. Al poco de entrar en este valle, veremos a nuestra derecha un mirador al que merece la pena acercarse y dedicar unos minutos para ver una bonita vista de dicho valle. Llevaremos andado alrededor de 2,5 km.
Desde el mirador se puede contemplar el fondo del valle repleto del verde de trigos, cebadas y pastos. Y justo enfrente, la escotadura de El Recuenco, que es la desembocadura del Barranco del Tolillo, y a su izquierda el bosque de sabinas de la Reserva Natural del Sabinar de Calatañazor, nuestra próxima parada.
La senda se adentra en el valle y cruza el curso del arroyo, por un puente de madera. Seguimos por dicha senda que gira un poco a la izquierda, para llegar a la Reserva Natural Sabinar de Calatañazor tras caminar alrededor de 1,5 km.
Llegados al vallado de la Reserva Natural del Sabinar de Calatañazor, su acceso está a la vera de la carretera SO-P-5026, que va de Calatañazor a Muriel de la Fuente. Estamos ante el sabinar con mayor densidad de Europa. Enormes y añosos ejemplares de sabina albar, algunos superando los 15 m de altura, es un buen motivo para que accedamos al recinto y paseemos entre ellos observándolos, incluso si el recinto está ocupado por alguna manada de vacas, como fue nuestro caso. Ocupa la Dehesa del Carrillo, un área de aprovechamiento ganadero, de unas 30 Ha, en la que algo más del 70 % de su superficie está ocupado por sabinas.
Llegados a este punto, las señales de PR, nos marcan el continuar por el centro del valle y caminar entre parcelas dedicadas al cultivo de cereales, hasta llegar a la Casa del Parque.
Optamos por seguir caminando por la carretera SO-P-5026, en vez de seguir por el itinerario “oficial”, para llegar a la pista que sale a la derecha desde la carretera, con dirección a la Fuentona. El tráfico fue escaso y caminamos alrededor de 1,5 km con tranquilidad hasta llegar a dicha pista. Esta vía, en verano no será la mejor opción para caminar, dado que habrá un mayor tráfico y probablemente sea más acertado el seguir las marcas de PR por el centro del valle
Esta pista, de algo más de 1,5 km bordea el cauce del río Abión. A medida que nos acercamos a la Fuentona, se va cerrando el valle con sus laderas calizas cada vez más escarpadas y con mayor altura. Tras cruzar un puente de madera sobre el Arroyo de la Hoz, afluente del río Abión, llegamos a la Fuentona, una surgencia kárstica de aguas azules y transparentes, a la que se la conoce también como Ojo de Mar. En sus aguas, se pueden ver casi ingrávidas, ejemplares de trucha común de tamaño inhabitual.
Hay que “echarle un rato” a la Fuentona, para disfrutar del lugar y de su entorno. No es llegar, hacerse las consabidas fotografías para demostrar que hemos estado en ella y emprender la vuelta. No sin razón fue declarada Monumento Natural en noviembre de 1998.
Reiniciamos la marcha con dirección al pueblo de Muriel de la Fuente. Se desanda inicialmente por la misma senda por la que llegamos, hasta encontrar un puente, que nos permite cruzar a la otra orilla del río Abión. La senda serpentea a la vera del río, hasta que llegamos a un aparcamiento de coches, desde donde una ancha pista, nos lleva hasta Muriel de la Fuente después de caminar alrededor de 1,5 km.
Tras llegar a Muriel de la Fuente, un pueblo que parece deshabitado, cruzamos el río Abión y nos encaminamos hasta la Casa del Parque de la Fuentona y Sabinar de Calatañazor, cerrada en esos momentos, pero donde aprovechamos para comer y rellenar las cantimploras en la fuente de agua potable que hay en el exterior.
De nuevo en Muriel, iniciamos la última parte de nuestra ruta hasta Abioncillo de Calatañazor. A partir de aquí, dejamos de seguir la ruta “oficial” de las sabinas para seguir la ruta que habíamos decidido realizar. Salimos de Muriel por la calle de las Eras, que se continúa por una pista en muy buen estado, que discurre más o menos paralelamente el curso del río Abión. Durante algo más de 3 km caminamos entre pinares, campos de trigo y cebada y laderas calizas con las omnipresentes sabinas. Terminamos nuestra ruta una vez cruzado el puente sobre el río Abión, a la entrada del pueblo de Abioncillo de Calatañazor.

Todo aquel que utilice total o parcialmente la ruta aquí descrita, así como su correspondiente track para GPS y la información complementaria que lo acompaña, lo hace bajo su responsabilidad. Por los riesgos que toda actividad en la naturaleza conlleva, queda igualmente bajo la responsabilidad de quien lo utilice, el tomar las medidas de seguridad adecuadas para realizar el itinerario descrito, que va a depender de las condiciones meteorológicas, del estado y preparación física de quien lo vaya a realizar y del grado de conocimientos técnicos del que use dicho track. La información que has leído, es de carácter informativo y orientativo.