De Casa del Vicario a Benamor y regreso por el Camino Viejo de Nerpio (Moratalla)
near Benamor de Abajo, Murcia (España)
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Trail photos
Itinerary description
Muy bonita ruta por caminos cómodos en las proximidades de varias sierras de Caravaca y Moratalla.
Salimos desde el Camino Viejo de Nerpio, nada más pasar el Cortijo del Bollaín, junto a la pista forestal que entra a Casa del Vicario y va a La Barquilla (o Alberquilla). Nos dirigimos por el Camino Viejo de Nerpio en dirección norte, ignorando el desvío a la izquierda que sube al Collado del Gavilán para tomar, unos metros después, un camino menor que se adentra en el pinar.
Obviamos los pequeños caminos y senderos que salgan a nuestro paso y seguimos leales al camino que llevamos y que nos saca a una claro en el que hay unas buenas parcelas cerealistas y un viejo y ruinoso cortijo enmedio de ellas. Se trata del Corral de la Hoya, y este claro es un precioso lugar en medio del Cerro del Morrón, la Hoya del Gavilán y el Pelón de Ortega.
Volvemos a entrar en zona de bosque con la Sierra del Pajarejo a nuestra izquierda. Una curva a la derecha nos deja de espaldas a esta sierra, y después de pasar junto a una casa renovada llegamos a un cruce con el pico del Buitre destacando frente a nosotros. En este cruce giraremos 180° a la izquierda. Moras, escaramujos, servales, encinas y algún roble acompañan al predominio del pino.
Ante nosotros se abre el Valle del río Benamor, un paisaje soberbio que lo cierra la cercana Sierra de los Álamos y su vecina la Sierra del Frontón.
Junto a una higuera se mantiene en mal estado un viejo bebedero. Estamos en el Cortijo de la Santa, también restaurado recientemente. El entorno mezcla paisaje de montaña y actividades agrícolas. Estamos algo por encima de los mil metros de altitud.
Un par de requiebros del camino acaban por conducirnos al caserío de Benamor, donde el sonido del agua de una canal alegra el ambiente. Aquí hacemos un breve descanso junto al agua, bajo una encina y una chopera.
De regreso al camino, que ahora es una carreterilla asfaltada y que apenas lleva tráfico, nos espera un tramo de ascensión, leve pero continuado, hasta el Collado de las Tablas. A nuestra derecha se eleva la Sierra de Enmedio, a la izquierda la del Pajarejo.
Es muy agradable este camino, y nos cuesta resistirnos a explorar las distintas sendas y caminos que salen a ambos lados, pero no conocemos la zona y preferimos no arriesgarnos por hoy.
Ya de bajada se abre el paisaje y vemos al frente la Sierra de la Garra, y poco después asomará el característico pico del Pajarón. A la derecha, las sierras de la Lavandera y Carreño, y más a la derecha todavía, el Lanchar. El lecho de la escena es una pequeña parte del Campo de Béjar.
Rebasamos el Cortijo del Chaparral (a la derecha), y enseguida sale a la izquierda un camino junto al Cortijo de las Tablas. Lo tomamos para seguirlo entre plantaciones de cereal. Las vistas ahora nos permiten vislumbrar el Calar de las Buitreras.
Desembocamos nuevamente en el Camino Viejo de Nerpio, y giraremos a la izquierda para cerrar el círculo de esta ruta, no sin pasar por las ruinas del Cortijo del Pajarejo de Arriba. Poco después veremos a la izquierda la casa del Pajarejo de Abajo, también en mal estado, y finalmente nos acercaremos a la Casa del Vicario por un camino paralelo al nuestro.
Las vistas de esta casa (también en un lamentable estado de ruina) con la soberbia silueta del Pinar Negro al fondo serán la guinda perfecta a una ruta sin más complicaciones que la distancia, y con un paisaje que no dejará de enamorarnos.
Salimos desde el Camino Viejo de Nerpio, nada más pasar el Cortijo del Bollaín, junto a la pista forestal que entra a Casa del Vicario y va a La Barquilla (o Alberquilla). Nos dirigimos por el Camino Viejo de Nerpio en dirección norte, ignorando el desvío a la izquierda que sube al Collado del Gavilán para tomar, unos metros después, un camino menor que se adentra en el pinar.
Obviamos los pequeños caminos y senderos que salgan a nuestro paso y seguimos leales al camino que llevamos y que nos saca a una claro en el que hay unas buenas parcelas cerealistas y un viejo y ruinoso cortijo enmedio de ellas. Se trata del Corral de la Hoya, y este claro es un precioso lugar en medio del Cerro del Morrón, la Hoya del Gavilán y el Pelón de Ortega.
Volvemos a entrar en zona de bosque con la Sierra del Pajarejo a nuestra izquierda. Una curva a la derecha nos deja de espaldas a esta sierra, y después de pasar junto a una casa renovada llegamos a un cruce con el pico del Buitre destacando frente a nosotros. En este cruce giraremos 180° a la izquierda. Moras, escaramujos, servales, encinas y algún roble acompañan al predominio del pino.
Ante nosotros se abre el Valle del río Benamor, un paisaje soberbio que lo cierra la cercana Sierra de los Álamos y su vecina la Sierra del Frontón.
Junto a una higuera se mantiene en mal estado un viejo bebedero. Estamos en el Cortijo de la Santa, también restaurado recientemente. El entorno mezcla paisaje de montaña y actividades agrícolas. Estamos algo por encima de los mil metros de altitud.
Un par de requiebros del camino acaban por conducirnos al caserío de Benamor, donde el sonido del agua de una canal alegra el ambiente. Aquí hacemos un breve descanso junto al agua, bajo una encina y una chopera.
De regreso al camino, que ahora es una carreterilla asfaltada y que apenas lleva tráfico, nos espera un tramo de ascensión, leve pero continuado, hasta el Collado de las Tablas. A nuestra derecha se eleva la Sierra de Enmedio, a la izquierda la del Pajarejo.
Es muy agradable este camino, y nos cuesta resistirnos a explorar las distintas sendas y caminos que salen a ambos lados, pero no conocemos la zona y preferimos no arriesgarnos por hoy.
Ya de bajada se abre el paisaje y vemos al frente la Sierra de la Garra, y poco después asomará el característico pico del Pajarón. A la derecha, las sierras de la Lavandera y Carreño, y más a la derecha todavía, el Lanchar. El lecho de la escena es una pequeña parte del Campo de Béjar.
Rebasamos el Cortijo del Chaparral (a la derecha), y enseguida sale a la izquierda un camino junto al Cortijo de las Tablas. Lo tomamos para seguirlo entre plantaciones de cereal. Las vistas ahora nos permiten vislumbrar el Calar de las Buitreras.
Desembocamos nuevamente en el Camino Viejo de Nerpio, y giraremos a la izquierda para cerrar el círculo de esta ruta, no sin pasar por las ruinas del Cortijo del Pajarejo de Arriba. Poco después veremos a la izquierda la casa del Pajarejo de Abajo, también en mal estado, y finalmente nos acercaremos a la Casa del Vicario por un camino paralelo al nuestro.
Las vistas de esta casa (también en un lamentable estado de ruina) con la soberbia silueta del Pinar Negro al fondo serán la guinda perfecta a una ruta sin más complicaciones que la distancia, y con un paisaje que no dejará de enamorarnos.
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