De Casa Iglesias al Cerro de la Campana (Lorca)
near Alcaide, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta familiar, muy sencilla y suave, con varios atractivos durante el recorrido.
Partimos desde el Albergue Casa Iglesias, en plena intersección de cuatro caminos, del que escogeremos el menor de todos, y que desciende más decididamente a la derecha (si miramos desde el albergue).
El camino entre pinos es muy agradable y se dirige a una cantera, pero antes de llegar tomaremos un camino desdibujado que aparece a nuestra izquierda y que llega a unos antiguos viveros forestales.
Salimos al Camino de María y llegamos a un caserío abandonado. Es el Cortijo de la Culebrina, una dispersa diputación lorquina prácticamente despoblada. Supongo que habrían diez o doce viviendas en este pequeño núcleo, todas ellas en ruinas. Sólo aguanta en pie medianamente entera una de ellas, y hoy sirve de mural.
El emplazamiento de este grupo de casas es idílico, en mitad de un prado y rodeado de montañas. El lugar invita a detenerse y hacer un ejercicio de imaginación sobre las condiciones de vida que hubo aquí.
Dejamos atrás la Culebrina y continuamos por la pista, vadeando la Rambla de los Estepares e ignorando un par de caminos a la izquierda para abandonar el camino al llegar a las indicaciones de la Senda del Cerro de la Campana, a la derecha.
Una recta entre árboles alcanza a una casa en ruinas, y desde aquí empieza el sendero en sí, empedrado y de mampostería, que en leve pendiente asciende hasta un mirador natural. La cumbre queda a la izquierda, pero las mejores vistas están aquí.
Y es que abajo, en el centro de la panorámica, distinguimos la Culebrina circundada de sierras. El paisaje es una verdadera delicia: el Pericay, la Peguera, el Cerro de la Cruz, al fondo se adivina el Gigante… y más a nuestra derecha más y más montañas que ya pertenecen a la vecina Almería y a su P. N. Sierra de María - Los Vélez.
Regresamos al camino y desandamos, pasando de nuevo por la rambla, hasta la curva previa a la Culebrina. Aquí seguiremos de frente, abandonando el camino y subiendo unas terrazas que nos sacan a otro camino, éste en desuso.
Enseguida llegaremos al siguiente punto de interés: la Carrasca del Tío Sabino, que destaca por su robustez y cuyas grandes ramas están atadas entre sí.
El camino gira hacia la Culebrina, pero iremos a la derecha, en dirección opuesta, entre el pinar en este trecho llano. Es un tramo monte a través en busca del Camino de los Carasoles, pero muy cómodo de andar.
En el camino giramos a la izquierda para rematar la ruta, obviando el cruce de los Machos junto al área recreativa la Culebrina. Desde aquí, un escaso kilómetro en descenso para retornar a Casa Iglesias con un muy buen sabor de boca y muchas ganas de explorar más recovecos de este hermoso y recóndito rincón de la Lorca más montañosa.
Partimos desde el Albergue Casa Iglesias, en plena intersección de cuatro caminos, del que escogeremos el menor de todos, y que desciende más decididamente a la derecha (si miramos desde el albergue).
El camino entre pinos es muy agradable y se dirige a una cantera, pero antes de llegar tomaremos un camino desdibujado que aparece a nuestra izquierda y que llega a unos antiguos viveros forestales.
Salimos al Camino de María y llegamos a un caserío abandonado. Es el Cortijo de la Culebrina, una dispersa diputación lorquina prácticamente despoblada. Supongo que habrían diez o doce viviendas en este pequeño núcleo, todas ellas en ruinas. Sólo aguanta en pie medianamente entera una de ellas, y hoy sirve de mural.
El emplazamiento de este grupo de casas es idílico, en mitad de un prado y rodeado de montañas. El lugar invita a detenerse y hacer un ejercicio de imaginación sobre las condiciones de vida que hubo aquí.
Dejamos atrás la Culebrina y continuamos por la pista, vadeando la Rambla de los Estepares e ignorando un par de caminos a la izquierda para abandonar el camino al llegar a las indicaciones de la Senda del Cerro de la Campana, a la derecha.
Una recta entre árboles alcanza a una casa en ruinas, y desde aquí empieza el sendero en sí, empedrado y de mampostería, que en leve pendiente asciende hasta un mirador natural. La cumbre queda a la izquierda, pero las mejores vistas están aquí.
Y es que abajo, en el centro de la panorámica, distinguimos la Culebrina circundada de sierras. El paisaje es una verdadera delicia: el Pericay, la Peguera, el Cerro de la Cruz, al fondo se adivina el Gigante… y más a nuestra derecha más y más montañas que ya pertenecen a la vecina Almería y a su P. N. Sierra de María - Los Vélez.
Regresamos al camino y desandamos, pasando de nuevo por la rambla, hasta la curva previa a la Culebrina. Aquí seguiremos de frente, abandonando el camino y subiendo unas terrazas que nos sacan a otro camino, éste en desuso.
Enseguida llegaremos al siguiente punto de interés: la Carrasca del Tío Sabino, que destaca por su robustez y cuyas grandes ramas están atadas entre sí.
El camino gira hacia la Culebrina, pero iremos a la derecha, en dirección opuesta, entre el pinar en este trecho llano. Es un tramo monte a través en busca del Camino de los Carasoles, pero muy cómodo de andar.
En el camino giramos a la izquierda para rematar la ruta, obviando el cruce de los Machos junto al área recreativa la Culebrina. Desde aquí, un escaso kilómetro en descenso para retornar a Casa Iglesias con un muy buen sabor de boca y muchas ganas de explorar más recovecos de este hermoso y recóndito rincón de la Lorca más montañosa.
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