De ermita a ermita (Molino de la Vereda, Librilla, Sangonera la Seca)

Ruta temática que pretendía incluir la Ermita de Nuestra Señora del Carmen de Cuevas del Norte, pero al final se ha quedado fuera por mis peripecias durante el primer tramo.

Aparco en la Ermita de Nuestra Señora del Rosario de Molino de la Vereda, construida en 1951. Me parece una ermita muy bonita, de marcado carácter popular.

La siguiente ermita es la de Belén, ya en suelo de Librilla, pero llegar hasta ella me va a costar más de lo previsto. Para empezar, el vado del río Guadalentín que hay detrás de la ermita del Molino de la Vereda no se puede cruzar porque las lluvias de las semanas anteriores hacen que lleve suficiente agua como para impedir pasar sin mojarse. Esto me obliga a dar un rodeo para poder atravesarlo, y al hacerlo cometo un error, ya que debería haber seguido por la margen izquierda del río, pero decido subir a una finca de cítricos pensando que por arriba el firme sería más cómodo.

Cuando llevo unos metros me encuentro con una valla, pero el camino gira 45° a la izquierda exactamente hasta la Ermita de Belén, así que voy para allá con la esperanza de que pueda salir, pero no. Sigo la alambrada hasta la puerta de la finca, cerrada también, así que no tengo más remedio que regresar al vado del río para transitar por su margen izquierda, cosa que debí hacer desde el principio. Este fallo me ha costado casi tres kilómetros, así que si te decides a hacer la ruta ignora el trazado que tiene forma de número 1.

Después de esto por fin alcanzo el punto donde no pude cruzar el río. Giro a la izquierda hasta salir a la carretera, donde vuelvo a tomar a la izquierda, ya por asfalto, hasta llegar a la Ermita de Belén, en plena misa. Esta ermita tiene su origen en el siglo XVI, y en la zona hay una gran devoción, haciéndose romerías desde otros templos cercanos.

Llega el tramo más monótono del recorrido: unos cuatro kilómetros por el Camino Teatinos, una carretera rigurosamente rectilínea. Afortunadamente la tarde es luminosa y confiere al paisaje un color muy bonito. Es una gozada ver la cara norte de la Sierra de Carrascoy, la reina de este valle.

Al fin llego a la Ermita Roca, dedicada al Sagrado Corazón de Jesús. Es de 1891, aunque fue restaurada por la parroquia de San José de Sangonera la Seca hace casi dos décadas, en 2003. Esta ermita la construyó la familia Roca para su finca.

Hechas las tres visitas a estas ermitas inicio el regreso al Molino de la Vereda, tomando para ello el Camino Paso de los Carros, que haciendo una diagonal cruza el río Guadalentín y sale a la Carretera de Mazarrón.

Lo ideal hubiera sido cruzar y subir a Cuevas del Norte para visitar la Ermita de Nuestra Señora del Carmen, evitando tener que caminar por el arcén de esta carretera tan transitada, pero lo cierto es que llevo un fin de semana bastante cargado de kilómetros y desnivel y estoy cansado, así que decido no alargar más la ruta y en un cuarto de hora ya estoy en la puerta de la Ermita de Nuestra Señora del Rosario, cansado, sí, pero muy contento de haber pasado una agradable tarde caminando de ermita a ermita.