De Fanlillo a Arbisa

De Fanlillo a Arbisa. Aproximación: Antes de llegar a Fanlillo se coge un desvío que gira a nuestra derecha, desde este allí se continua por una pista en buen estado hasta alcanzar casi la base de un viaducto, allí se deja el coche, aunque también se puede dejar en Fanlillo y desde allí iniciar la ruta.

Se inicia la ruta pasando bajo un impresionante viaducto que salva el barranco, se continua por una pista en buen estado casi paralelos a la carretera, durante un prolongado trayecto se disfruta de un paseo con vistas a suaves coronas y pequeños campos. Una vez en el barranco de Arbisa en breve nos desviamos por una pista más basta que surge a nuestra izquierda, en todo momento avanzamos paralelos al arroyo, el murmullo suave del agua nos acompaña, cierta umbría marca que nos adentramos en el barranco y vegetación de ribera aparece sin complejos, arces y álamos, algunos caxicos y hasta acebos junto con los muy presentes bojes y pinos royos.
Se llega a un pequeño campo en cuyo lateral encontramos el pequeño arroyo ahora desbordado anegando parte de la ribera, este curioso lugar desprende cierto alo de misterio. Desde aquí en unas lazadas se llega al antiguo poblado de Arbisa, sólo se aprecian algunos restos de muros y algún indicio de edificios. Artos y barzas reinan por doquier por pequeños prados aún en uso. Se aprecian restos de lana dejados por las ovejas así como algunas piedras de grandes dimensiones con apariencia de haber sido talladas por el hombre. desde el antiguo poblado se contempla parte de la Sierra de Santa Orosia, destacando dos cimas, la de Fanlillo de 1637 metros y la dera Cruz de 1602 metros, con sus llamativas peñas que semejan fortines pétreos que se asoman al Cuezo, también el barranco de Arbisa y una alta Corona con una gran umbría en su ladera ya camino del Canciás. Esta pardina estuvo habitada hasta el siglo pasado por dos familias que enviaban a sus hijos a estudiar a Sobás. El camino de vuelta es agradable y sencillo.