De la Natividad de Muñorrodero a la Cabaña de Javier por la Senda fluvial del Nansa 31 ago. 2020 12:54:18

Este paseo no se ha denominado Senda Fluvial del Nansa porque en realidad es sólo una parte reducida de la misma. Si se quiere conocer todo el trazado, se puede encontrar información bastante completa en Internet.

El trozo que hicimos nosotros, según la información de los paneles disponibles en su inicio, se encuentra incluida en el Camino Lebaniego, propuesta de peregrinación entre Santander, Santillana del Mar, Comillas o San Vicente de la Barquera y Santo Toribio de Liébana, en Potes, aunque esta posibilidad supone un alargamiento significativo respecto al camino publicado por la Comunidad Autónoma de Cantabria, que en su versión de 2013 no transcuríae por esta senda. El Camino Lebaniego, digamos oficial en aquella época, se puede ver en una de mis publicaciones en Wikiloc.

Este paseo puede empezarse en su inicio oficial, donde se dispone de aparcamiento y paneles de información, o aparcando detrás de la iglesia de La Natividad de Muñorrodero, alargando un poco la marcha y ofreciendo la oportunidad de pasar junto a un edificio bastante deteriorado que aparenta ser un antiguo molino, aunque ahora no pasa agua bajo él. También en este caso se pasa por el inicio oficial.

La senda es muy amena y está equipada con escaleras y pasarelas de madera que permiten salvar algunos puntos algo más dificultosos. Cerca del final se encuentran algunos pasos sobre rocas que, si bien no presentan gran dificultad, están equipados con cuerdas pasamanos que facilitan la accesibilidad. Es de suponer que son estos pasos los que clasifican la ruta como de dificultad moderada, pero realmente no suponen un obstáculo significativo en condiciones normales.

La senda tiene dos variantes, la estival y la normal. Nosotros hicimos la estival a la ida y la normal a la vuelta. Por otra parte, hay otra pequeña variante que es la de Aguas Bajas, llamada así porque hay que vadear un afluente que, en verano si no ha llovido, está bastante bajo y se pasa sin demasiada dificultad. En cualquiera de sus variantes no hay problemas de señalización.

A lo largo de la ruta iremos encontrando varios afluentes, brazos y meandros del río. Veremos refugios de pescadores, equipados con hogar, construidos por la Sociedad Cántabra de F. Caza y Pesca, y que presentan diversos estados de conservación. También encontraremos dos ingenios de paso del río, ya en desuso, y no muy bien conservados. Es de suponer que fuesen usados por pescadores, aunque su utilidad no está clara porque no hay ninguna información junto a ellos. Es muy interesante prestar atención a la vegetación y arbolado, muy variados y característicos de las riberas fluviales. Quizá lo más sorprendente por infrecuente e inesperado es el aviso de presencia de serpientes en algún pedregal, aunque nosotros no vimos ninguna.

La ruta que hicimos nosotros acabó en la Central Hidroeléctrica de Trascudia, donde el río presenta una catarata que en el momento de nuestra visita era modesta. Al lado de la central se encuentra la Cabaña de Javier, bar rústico dónde se pueden comprar cervezas, refrescos y algún paquete de patatas. Javier es un hombre abierto y conversador con el que merece la pena charlar un rato.

La ruta sigue desde aquí hasta Cades, pero se hace muy larga si hay que volver andando por el mismo camino. Esa es una opción interesante si se dispone de un coche en cada extremo.