De La Robellada al Hibeu (Ibeu) por Cabeza Bustiellu, Cabeza Tebia, Muesca de Hibeu, Fuente La Raiz y cara norte del Hibeo

Si bien he clasificado la marcha como moderada, la verdad es que depende de la preparación física de quien lo intenta. Si, como en mi caso, se es un caminante poco avezado, o con poco fondo, puede resultar algo dura, ya que el camino no siempre es evidente y más bien hay que moverse en la dirección propuesta, pero por donde se pueda. Esto no quiere decir que pueda uno perderse, siempre está bastante claro hacia donde hay que dirigirse, ya que El Hibeo lo domina todo y no hay arbolado o maleza que impida la vista o el paso. Para subir a las cumbres, El Hibeo tiene dos, no hay que escalar ni trepar, se sube entre piedras sin más que un bastón y, a veces, ayudándose con la otra mano. Si que conviene llevar botas.

Si se padece de vértigo creo que es mejor no intentarlo, hay muchos tramos por sendas de ganado, muy estrechas, en laderas con pendientes bastante pronunciadas. La primera vez que la intenté me acompañaba una persona con vértigo y tuvimos que desistir porque le resultaba demasiado duro. Por este mismo aspecto de las sendas de ganado, no parece aconsejable hacerla lloviendo o poco después de haber llovido.

Por lo demás, es una marcha verdaderamente interesante, con unas vistas impresionantes y una gran variedad de paisajes y tipos de terreno. Las fotos dan buena prueba de ello. Hay que señalar que la vista de los Picos de Europa nos acompaña desde muy pronto.

La ruta está pensada para acceder al Hibeo por su parte norte, que es más tendida y más corta que la cara sur. Se parte de un aparcamiento junto a la quesería La Desña, subiendo hasta la pista de servicio de unas torres de alta tensión. Desde allí se va por camino y campo a través hasta Cabeza Bustiello, por cuya ladera norte, se puede hacer igual por la sur, bajamos hasta Vega Hibeu, la fuente de La Raiz, y comenzamos a subir rodeando El Hibeu hasta llegar a la base por su cara norte. Desde ahí se sube a la cumbre oriental, algo más baja que la occidental. Resulta curioso que al llegar a la cumbre nos asaltarán millares de mosquitos, que son molestos, pero no pican, y que parecen estar allí esperando la llegada del caminante. Su presencia se limita al último metro, por debajo de ahí no están.

La vuelta se hace por una pista que acaba en La Robellada a unos cientos de metros del aparcamiento de La Desña. Es bastante cómoda y ofrece bellas vistas del valle de Benia de Onís y La Robellada. Esta pista puede ser una alternativa interesante para llegar al Hibeu con facilidad, para aquellas personas que, por uno u otro motivo, no se sientan con ánimo suficiente para hacerlo por el camino propuesto. Llegar al Hibeu y subir por su cara sur, más empinada y larga, es una buena experiencia, aunque suponga ir y volver por el mismo camino.