De Mezalocha a Aylés: Circular por el Embalse de Mezalocha

Dejo el coche en la entrada a la población de Mezalocha, cruzo está pequeña población, y desciendo por una amplia pista asfaltada, hasta el cauce del río Huerva.

Aquí ya puedo ver la tablilla del PR-45 hacia el Mirador del Hocino, en el mismo cauce me desvío del camino principal, hacia la izquierda durante doscientos metros, para ver el peirón de San Antonio, una vez allí retrocedo hasta el puente, lo cruzo y continúo por el camino de tierra, hasta el desvío hacia el embalse de Mezalocha, que se encuentra justo en lo que antes era un Molino.

Desde este punto giro a la derecha, continúo durante medio kilómetro hasta alcanzar la presa del embalse, que se encuentra a tope de agua, unos metros más adelante, abandono el embalse y cojo el sendero que me ha de llevar al Mirador del Hocino.

El sendero es estrecho, los primeros metros son en subida, hasta colocarme paralelo a las grandes paredes de roca, en la que se encuentra incrustado el embalse, después continúo recto, desciendo unos metros, por una zona de pedriza, hasta alcanzar las vías de escalada.

Sin apenas detenerme prosigo la marcha, transcurrido cuatrocientos metros, llego al inicio del barranco del hocino, me adentro en el por su parte superior y lo rodeo, por un estrecho sendero.

En cuanto el terreno me lo permite, paso al otro cabezo, a partir de aquí el sendero desaparece, y continúo monte a través, siguiendo de vez en cuando alguna traza de sendero, hecha por animales o cazadores, siempre por la parte alta.

En una pequeña cresta, aparece una joven cabra, que sale huyendo en cuanto me ve, intento visualizar donde va, ya que en esta zona, hay una nutrida manada, pero lo enriscado del terreno, no me deja ver.

Unos metros más tarde, casi a mis pies levantan el vuelo un par de buitres, ¡espectacular!, con la boca todavía abierta, sigo monte a través, hasta alcanzar el cauce seco de un barranco, por donde desciendo hasta la cola del embalse.

Como el Huerva esta crecido, me es imposible vadearlo por esta zona, que seguramente en época de menos agua, estará seco, subo monte a través hasta lo alto de un risco, desde aquí puedo ver la cercanía de Aylés, prosigo campo a través durante poco más de medio kilómetro, hasta enlazar con el camino de Jaulín a Aylés, unos metros más tarde, casi en las estribaciones de Ayles, abandono el camino, giro a la derecha, y paso por un pequeño puente, que me deja en el cauce contrario del Huerva.

Ahora queda todo el camino de vuelta, sigo por un camino que lleva hasta la carretera, sin llegar a ella, prosigo campo a través por campos hiermos de vid, cerca del barranco del Liebrero, el camino se interrumpe por un cercado, lo rodeo hasta alcanzar un rotura en la valla, por donde paso, hasta alcanzar el cauce del barranco, por el que circula un agua limpia y cristalina, que va a parar al Huerva.

Cruzo el barranco sin mayores dificultades, sigo las trazas de un sendero, asciendo ayudándome de vez en cuando de las manos, hasta alcanzar la planicie que forma el alto de una loma, conocida como la Cuesta del Herrero, desde la que visualizo todo el recorrido que resta.

Ahora toca lo más difícil, descender, lo hago por donde bien puedo, lo más vertical posible, ya que no hay rastro de sendero, una vez abajo, desciendo hasta un campo de olivos, lo paso, y enlazo con un amplio camino, que me lleva entre campos de almendros en flor.

Cuando el camino toma rumbo O, justo en una intersección de caminos lo abandono, sin seguir el camino que nace a mi derecha, cojo un sendero marcado con un pequeño hito que me lleva hasta la cola del embalse, ando unos metros hacia el Oeste hasta llegar al barranco de la Carrascosa, que no lleva agua, y lo cruzo.

Aquí enlazo con el PR-45 margen izquierda, que me lleva bordeando el embalse, hasta la presa, subo por la pista de acceso a la casa del embalse, llego a las estribaciones de Mezalocha, que cruzo hasta el coche, dando por finalizada la ruta.