De O Souto da Retorta a O Salto do Can.
near Chavín, Galicia (España)
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Itinerary description
Hoy voy a recorrer una de las joyas de Viveiro, el eucaliptal de Chavín conocido como O Souto da Retorta. Este espacio que se desarrolla en la margen derecha del río Landro está formado por una ingente masa forestal compuesta principalmente por eucaliptus de tamaño gigantesco, alcanzando alguno de ellos los 80 metros de altura. Los primeros ejemplares fueron plantados entre 1880 y 1912 con el fin de modular de alguna forma las avenidas de agua del río y aunque son los absolutos protagonistas, entre ellos crece otras especies típicas de los bosques atlánticos.
El paseo discurre entre ese rodal de eucaliptus en paralelo al canal de alimentación de la central hidráulica de Chavín, que se construyó en 1909 para abastecer a Barro Chavín que en esos momentos era un taller de automoción único en la provincia y que a lo largo de la primera mitad del siglo con el nombre de Barro-Chavín S.A.se convirtió en una referencia a nivel nacional. Esta central detuvo su actividad en 1993 y no fue hasta 2007 cuando Begasa la reformó para retomar su actividad.
Entre todos los eucaliptus destaca "O Avó", de los primeros en ser plantados y que ahora alcanza cerca de 70 metros de altura y casi 11 metros de perímetro; este fue motivo de innumerables excursiones en nuestra infancia, de muchos murales, algunas redacciones y menos poesías para celebrar el día del árbol. El ejemplar se encuentra entre el ramal principal del canal y otro de desagüe en el río, en el que encontramos una serie de puentes metálicos y un bello mirador al final del aliviadero. Hace unos años se levantó alrededor de O Avó una valla protectora para evitar que la gente siguiera acercándose a esta reliquia.
Desde aquí vamos a la central hidráulica, al lado de la que hay un fotogénico salto de agua. A mano izquierda se eleva la cañería de alimentación de la central que baja de un canal que corre a media ladera, hacia el que subiré una vez sobrepasada una cascada formada por otro aliviadero. Recorro toda la longitud del canal por su borde, en el que hay que llevar un poco de cuidado para evitar resbalones en el musgo que lo tapiza y tras un recorrido inferior a kilómetro y medio llego a su inicio en O Salto do Can. Hasta aquí veníamos de jóvenes a bañarnos en la charca que se formaba antes del Salto y veo que el entorno está totalmente cambiado, supongo que con la reforma que acometió Begasa. Ahora nos encontramos con un par de saltos de agua artificiales antes del pequeño despeñe final y todas las instalaciones de toma de agua del canal. Sobre este lugar hay una historia curiosa, D. José Barro dinamitó una gran roca con la intención de cegar el río y crear un pequeño embalse, pero esa roca solo rodó hasta media ladera y queda ahora allí como testigo mudo de las actividades de uno de los grandes industriales de nuestra región.
El paseo discurre entre ese rodal de eucaliptus en paralelo al canal de alimentación de la central hidráulica de Chavín, que se construyó en 1909 para abastecer a Barro Chavín que en esos momentos era un taller de automoción único en la provincia y que a lo largo de la primera mitad del siglo con el nombre de Barro-Chavín S.A.se convirtió en una referencia a nivel nacional. Esta central detuvo su actividad en 1993 y no fue hasta 2007 cuando Begasa la reformó para retomar su actividad.
Entre todos los eucaliptus destaca "O Avó", de los primeros en ser plantados y que ahora alcanza cerca de 70 metros de altura y casi 11 metros de perímetro; este fue motivo de innumerables excursiones en nuestra infancia, de muchos murales, algunas redacciones y menos poesías para celebrar el día del árbol. El ejemplar se encuentra entre el ramal principal del canal y otro de desagüe en el río, en el que encontramos una serie de puentes metálicos y un bello mirador al final del aliviadero. Hace unos años se levantó alrededor de O Avó una valla protectora para evitar que la gente siguiera acercándose a esta reliquia.
Desde aquí vamos a la central hidráulica, al lado de la que hay un fotogénico salto de agua. A mano izquierda se eleva la cañería de alimentación de la central que baja de un canal que corre a media ladera, hacia el que subiré una vez sobrepasada una cascada formada por otro aliviadero. Recorro toda la longitud del canal por su borde, en el que hay que llevar un poco de cuidado para evitar resbalones en el musgo que lo tapiza y tras un recorrido inferior a kilómetro y medio llego a su inicio en O Salto do Can. Hasta aquí veníamos de jóvenes a bañarnos en la charca que se formaba antes del Salto y veo que el entorno está totalmente cambiado, supongo que con la reforma que acometió Begasa. Ahora nos encontramos con un par de saltos de agua artificiales antes del pequeño despeñe final y todas las instalaciones de toma de agua del canal. Sobre este lugar hay una historia curiosa, D. José Barro dinamitó una gran roca con la intención de cegar el río y crear un pequeño embalse, pero esa roca solo rodó hasta media ladera y queda ahora allí como testigo mudo de las actividades de uno de los grandes industriales de nuestra región.
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