De peñas por el Monte Pinar RVC 4

Cuarta entrega del reto ReViClas.
El Pinar es el monte mas alto de los tres que rodean Alcalá de la Selva. Sirve de peana a la bandera que se ve desde el pueblo; es el que rodeamos cuando recorremos el sendero fluvial, y el que soporta la urbanización del Solano. Pero también tiene su corazoncito senderista con sus miradores y sendas.
Empezamos en la Fuente de la Plaza y seguimos por la calle Alta para tomar la GR 8 hasta la ermita de San Antón.
La rodeamos y bajamos bordeando la Piedra del Sapo hasta las ermitas adosadas.
Seguimos por la Fuente Vieja para tomar la carretera vieja, ahora convertida en tranquilo paseo entre chopos y bancos.
En este tramo pasamos junto a la Peña Hendida, dos estratos paralelos y verticales, que sirven de soporte a unos pajares.
En el Humilladero bajamos para tomar el sendero fluvial hacia la Vega.
Pasaremos por varios azudes que sirven para regar los huertos ahora cultivados, también hay una intervención escultórica antes de acabar el sendero.
Tras el Santuario tomamos la calle de enfrente para seguir por la senda que lleva al Solano.
Dejaremos esta senda después de pasar unos peñascos para seguir por un barranquito hasta llegar a la cadena que cierra el camino tras la urbanización.
Aqui tomamos la senda que nos lleva al mirador sobre Valdecerezo. En algunos tramos han tapado la senda con los restos de los trabajos forestales.
Tras el mirador desembocamos en el camino que dejamos anteriormente, y lo seguimos hasta la parte alta.
Vamos entre una repoblación reciente bajando junto al barranco al encuentro de Peña Ojerada.
Tras subir a la peña regresamos remontando el barranco hasta una piedra que rodeamos para subir al último mirador.
Para regresar vamos por los restos de un camino hasta la parte alta nuevamente. Buscamos uno de los nuevos caminos que seguimos hasta la senda del Humilladero.
Esta nos baja serpenteando hasta el sendero fluvial que tomamos hacia Alcalá.
Una vez en el Molino del Conde solo nos queda cruzar el parking y subir por las escaleras entre los huertos de Bajo el Lugar, para volver al inicio.
Lo mejor de la ruta son las sendas de subida y bajada por la umbría y los miradores.
La parte alta ha sufrido aclareos y apertura de nuevos caminos que dejan un aspecto desmadejado. Las vistas desde los miradores valen la pena.