De Sobás a Bendayuelo

De Sobás a Bendayuelo. La ruta se inicia en Sobás, pequeño pueblo del Valle de Basa, una vez se sale del lugar, por una pista en buen estado, en breve se llega a un desvío a nuestra izquierda que cogemos, el sendero asciende por la margen derecha del barranco del Pozo. Destacar que en algunos puntos muy concretos la vegetación cierra algo el camino y se debe de apartar o cortar, no es complicado. Durante el recorrido se pasa por múltiples badinas y pequeñas pozas formadas por el exiguo arroyo. La vegetación en la umbría, o Paco Pozo en este caso, es básicamente de pinos royos, bojes y algún caxico, la solana es más árida y allí abundan los espinos, bojes, caxicos y algunos pinos royos. Se llega a un punto ya cerca de nuestro destino en el que se debe ir ascendiendo por una senda casi difuminada donde los espinos, bojes y arizones reinan sin complejos, finalmente se llega a los restos del antiguo poblado medieval de Bendayuelo, actualmente solamente hay una borda en pie en buen estado donde las vacas se refugian. Está situado en un Cuezo formidable que lo envuelve, cuyas cimas destacadas escasamente sobrepasan los 1600 metros de altitud, son la Corona Alta y o Tozal dero Cuezo, altas paredes rocosas con escasa vegetación rodean los restos de la pardina. El antiguo pueblo está ubicado en un pequeño altiplano en ligera pendiente que se sitúa en un contrafuerte de la sierra, esta complicada geografía permite la disposición justa de varias edificaciones y algún pequeño campo anexo, sin lugar a dudas era una población eminentemente ganadera. Llama la atención la práctica inexistencia de agua ya sea a partir de pozos o de fuente, únicamente un exiguo cauce casi inexistente se puede apreciar a poca distancia de la única borda en un mínimo barranco, lo que indica la dureza del terreno en la llamada Pardina Santolaria. Desde aquí las vistas de la Sierra así como del Barranco del Pozo como del próximo Ballebasa son buenas, si te fijas podrás divisar una pista en la parte alta de la Sierra que la cruza horizontalmente y que comunica Ballebasa y Sobrepuerto. Se inicia el descenso a Sobás, ahora el camino es más conocido y la pendiente parece que te empuje hacia tu destino, si te fijas en las peñas superiores fácilmente reconocerás algún buitre volando con parsimonia. Volvemos a sentir la permanente presencia del arroyo durante la bajada, habrá que estar atentos a un salto de agua realmente curioso que se nos presenta en forma de tobogán que se precipita a una oculta poza. Pasada una hora ya nos acercamos a la localidad de Sobás, nuestro objetivo final.