De tomellosa y su quebrada a Balconete.

De nuevo en tierras de la Alcarria, recorriendo caminos milenarios prácticamente olvidados. Se hizo a finales de febrero coincidiendo con la floración de los almendros y las primeras señales de que el invierno toca a su fin. El paisaje era precioso, puedo imaginarme que en plana primavera tiene que ser un lugar mágico. Cuando digo que es un paisaje precioso quiero decir que es un valle abierto con numerosos panorámicas bien bonitas: sotos ribereños, campos de olivos, muchos nogales en los márgenes de los caminos y la presencia de una fauna que se aparece cuando menos te lo esperas. Los caminos que recorreremos pasan entre campos, huertos y quejigos centenarios. Se trata de un paisaje que podríamos sin duda definir de bucólico.



Podemos considerar la ruta como fácil excepto al subida a la quebrada que requiere cierta atención ya que la quebrada tiene una altura considerable, pero por lo demás es más fácil que moderada. No hace falta provisionarse de mucha agua, abundan las fuentes de agua fresca a lo largo del recorrido.
Muy aconsejable todo el año menos los meses mas duros del verano y tras días de lluvia ya que los caminos por la composición del suelo son auténticos fangales.



Salimos por Tomellosa y tras pasar por el río Peñón subimos hacia la quebrada. Al llegar a la alcarria (páramo) nos encontramos una cabaña de piedra seca como las que suelen abundar en esta comarca. Seguimos un breve trecho para llegar al borde de la quebrada de Tomellosa donde disfrutaremos de una hermosas vistas del pueblo y de la vega del río Peñón. Cuidado con asomarse y vigilar a perros y niños si estos nos acompañan a la excursión. Es el único punto delicado de la excusión.



Continuamos dirección este por la alcarria hasta encontrarnos con la antigua Senda de Archilla que discurre entre campos de olivos. Vistas preciosas del curso medio del valle del río Peñón.



Bajamos hasta llegar al camino que seguimos hasta a fuente y las colmenas. Si queremos hacer más corto el recorrido, ahora es el momento: en vez de seguir el camino nos desviaremos hacia la iglesia que se yergue en lo que dicen fue un pueblo abandonado, el despoblado de Retuerta. La iglesia parece de origen románico, aunque cada vez quedan menos restos. En el interior hay unas hornacinas que parecen barrocas y una de las esquinas de la nave el suelo esta levantado, se ven retos de huesos humanos: "Memento Mori"



Seguimos camino hacia Balconete por una preciosa senda. Hay una fuente donde apagar la sed. Al entrar en el pueblo vemos a la derecha un lavadero público bien conservado y sobre este la ermita de los Ángeles. Unos metros más adelante unos de lo elementos más destacados de Balconete, su famosa picota del siglo XV.



De Balconete a Tomellosa seguiremos uno de esos caminos ancestrales. Largo tiempo olvidado es una senda muy bonita que discurre entre huertos, campos y fuentes. Su trazado antiguo esta hecho para hacerse a pie o con animales de carga. Si han sobrevivido es que porque no admite el paso de un tractor. Una vez pasados lo huertos la senda es escoltada por unos magníficos quejigos centenarios.



Ya en la vega del río se nos aparece el pueblo de Tomellosa. Son los últimos metros de una ruta que espero disfruten tanto como lo hice yo.