De Xinzo de Limia a Torre da Pena

Partimos de Xinzo de Limia y una vez fuera del casco urbano empezamos una caminata muy bonita por una pista bien marcada hasta llegar a la Torre da Pena.

La Torre da Pena, también conocida como castillo de A Porteliña, formaba parte de un conjunto de fortificaciones que antiguamente protegían la línea fronteriza en la comarca de La Limia con la función de prevenir los ataques, fundamentalmente de los ejércitos portugueses.
Una vez firmada la paz estas fortificaciones perdieron su importancia y fueron cayendo en el olvido. Actualmente se conservan restos de varias de ellas estando la mayor parte desaparecidas.

La Torre da Pena fue abandonada en el siglo XVIII y si se conservó en un estado razonable fue porque su puerta estaba a mucha altura y una vez desaparecida la escalera de madera se volvió de difícil acceso.

Además de la belleza de la Torre y de su valor histórico desde sus alturas es posible hacerse una idea de lo que fue A Lagoa de Antela.

Innumerables fueron los intentos de desecamiento y aprovechamiento de sus tierras para la labranza hasta su definitivo desecamiento a partir del comienzo de las obras en el año 1958. Los romanos lo intentaron con la construcción de un emisario principal y una tupida red de pequeñas canalizaciones. Este emisario principal, medía 26 kilómetros de largo y 17 metros de ancho aproximadamente. El moderno canal siguió el mismo trazado.
De su riqueza biológica destacaban las miles de aves acuáticas que la utilizaban durante todo el año en el que fue en su día el sur de la laguna se instalaron, a partir de 1972, varias empresas dedicadas a la extracción de arena, que es muy apreciada para la construcción.

El tercer punto interesante de esta ruta es la iglesia románica de Boado, un claro ejemplo del llamado Románico Limiano del que han resistido el paso de los años nueve iglesias en la comarca además de ésta.

La ruta es muy sencilla y no se necesita ningún equipo especial.
Hay que tener en cuenta, únicamente, el tiempo climatológico porque es una etapa muy expuesta tanto al Sol como a la lluvia y no hay donde guarecerse.
Así pues, no olvidar un gorro o un paraguas.