Del puente Gadea a embalse Corumbel. Vía verde del Tinto (Villarrasa-La Palma Condado)

Gran paseo ribereño del Tinto por la margen derecha del río, ascendiendo en su curso, desde el puente en desuso de Gadea (final de la República, año 1935) sobre la que fue la plataforma ferroviaria minera (Compañía Minas de Riotinto, que funcionó de 1875 a 1984), hasta el aliviadero de la presa del Corumbel Bajo, que da agua a la comarca del Condado onubense.

Es una ruta sencilla, fácil, llana (excepto un cerrito final para acceder a la zona del embalse) y que no admite pérdida; pues se va siempre paralelo al curso fluvial. Bastante solitaria, aunque por su inicio veremos practicar motocross y bici de montaña.

Cada kilómetro, aproximadamente, nos aparece una antigua aceña harinera; algunas en mejor estado de conservación que otras y con sendos azudes que encajonan el caudal, formando remansos en el cauce.

Vamos por el paisaje de este singular río ácido, con metales y rojizo, donde en sus aguas no hay vida animal ni vegetal visible (en sus márgenes, sí aparecen juncos). Las vistas de una zona un tanto extraterrestre son magníficas y la ribera contraria, llena de bonito arbolado en las laderas.

El tramo final, coincidente con el desagüe del aliviadero (la desembocadura del Corumbel en el Tinto la dejamos atrás bajo un sencillo puente, casi imperceptible en la ruta), nos apartamos de la plataforma pues está deteriorada por los alivios de la presa. Tomamos un carril entre árboles y monte bajo espectaculares hasta que vemos una verja; a la izquierda, se seguiría río arriba y, a la derecha, subimos a la zona del embalse, donde tendremos muy buenas vistas. En esta zona final, la ruta cambia totalmente con gran arbolado y entrono muy verde. Nos quedamos sin ver la aceña de Cascajal que está un poco más arriba en el Tinto; para otra ocasión quedará esta ruta que empezaremos en el aparcamiento de la presa a pie de la HU-4103 y subiremos por el trazado de la antigua vía férrea hacia túneles y puente Salomón.

La mayor parte del recorrido podría hacerse incluso en vehículo ligero, dado lo ancho y expedito de la vía verde; salvo quizá pasar por el puente que salva la desemboca del Corumbel, donde afloran elementos metálicos del tablero.

Tres observaciones: a pesar de lo llano del trazado ferroviario, sí resulta molesto progresar por las zonas donde el antiguo balastro sigue suelto y no ha compactado con el camino (recomendable calzado de suela gruesa y plantilla de silicona para que no moleste la pisada), como en el kilómetro segundo desaparece la cobertura telefónica que no reaparecerá hasta las inmediaciones del embalse y hay que tener en cuenta la ausencia sombra en el trayecto, menos en la parte final, con gran arbolado.