DEL VALLE GRANDE AL VALLE PEQUEÑO - COMPLUDO -24-MAY-14

Ruta realizada por el grupo de senderismo SERMAR (Guías Logi y Gerardo)
Desde Ponferrada tomamos la carretera LE–CV 192/2 pasando por las localidades de Salas de los Barrios y San Cristóbal de Valdueza hasta alcanzar el cruce de Bouzas.
Aquí, en el alto de Bouzas, comenzamos nuestra caminata. Cruzamos la carretera que va hacia Bouzas e inmediatamente tomamos una pista que sale en dirección NE. A nuestra izquierda tenemos el Pico Picueto y a nuestra derecha el Valle grande.
Más al fondo, hacia el sur-sureste la panorámica de los montes Aquilanos es estupenda. Estos montes que sobrepasan o cercanas a los 2.000 metros de altura, es la divisoria entre las comarcas de La Cabrera y de Valdueza en la comarca de El Bierzo, destacando entre ellas, el Monte Irago, el Pico Becerril, Cabeza de la Yegua, Pico Berdianías, Meruelas, Llano de las Ovejas, Funtirín, Pico Tuerto, Cruz Mayor, Pico Tesón y la Aquiana (o Guiana), siendo esta última la que da nombre a toda la cadena montañosa.
Fijándonos se distinguen las dos pistas esquiables de la estación de esquí de El Morredero. Tanto la estación de esquí como el Alto del Morredero tuvieron un auge de popularidad en el verano del año 1997 al terminar en ella una etapa de la Vuelta Ciclista a España.
A nuestros pies tenemos el Valle grande donde está ubicado el pueblo de Bouzas, continuamos por la pista entre robles jóvenes, siempre en ligera ascensión a lo largo de unos 2,8 kms.
Ahora toca descender. Otros 400 mts más y abandonamos la pista por una senda que se interna por el robledal. La senda está muy marcada y no ofrece posibilidad de pérdida. Ahora toca un fuerte descenso de unos 3,7 kms de longitud y unos 800 de desnivel. La senda zig-zaguea por el melojar, atravesamos en un par de ocasiones el reguero de los Valgones hasta que llegamos a la zona denominada el Solar del Monasterio.
En este recóndito lugar, hacia el año 640 el gran patriarca del monacato leonés, San Fructuoso de Braga, fundó el primer monasterio de lo que habría de conocerse como la Tebaida Berciana. Ahora, en este lugar señalado por la tradición no se encuentra ningún resto visible del antiguo monasterio.
Continuamos por un bosque de ribera de robledales, encinares, castaños, nogales y reboñales que dan cobijo a una importante fauna, entre la que destacan el águila real, el lobo, la nutria y el desmán.
Así alcanzamos el río Meruelo por cuyo margen y en unos 800 mts llegamos al pueblo de Compludo. El origen de Compludo se remonta al siglo VII, con la fundación de un monasterio en sus inmediaciones bajo la advocación de los santos niños Justo y Pastor que fueron martirizados en Complutum (nombre de la actual Alcalá de Henares).
Una vez en Compludo y tras un breve descanso, cruzamos el reguero del Atajo que divide en dos al pueblo.
Seguimos a lo largo de 1,2 kms por una pista asfaltada, dejando a nuestra izquierda la iglesia y el cementerio, así como un monumento a San Fructuoso, mientras el río Meruelo nos va acompañando por nuestra derecha.
Junto a un panel informativo del funcionamiento de la Ferrería de Compludo tomamos el camino que surge a nuestra izquierda.
Pasamos un bonito puente de madera, y en poco más de 500 mts llegamos a la ferrería. La construcción de la ferrería también se asocia con la fundación del Monasterio de Compludo durante el siglo VII y contiene un ingenioso y rudimentario sistema de aprovechamiento hidráulico para realizar las actividades de la forja. Los últimos estudios sitúan sin embargo el nacimiento de la Herrería, en el siglo XIX, desechando las anteriores teorías.
La Ferrería nos la encontramos cerrada. El guarda se retiró tras mucho tiempo de baja por una enfermedad y parece que es insustituible. Los vigilantes que enviaba la Junta no aguantaban mucho tiempo en ese destino, un lugar apartado y solitario, sin comodidades y con mucho frío en invierno. A ese problema se ha sumado el hundimiento del tejado, con dos vigas rotas, que obliga a cerrar las puertas de la herrería, traduciéndose también en el hundimiento de este tesoro industrial, al que poco a poco va invadiendo la maleza aunque, de momento, no el olvido. Todavía son muchos los turistas que se acercan a conocerlo cada fin de semana, empujados por los ecos de lo que un día fue, décadas atrás, cuando aún se oía en el valle el golpeteo continuo de su martillo contra el hierro. Son muchas las ganas de ver la herrería y mucha la decepción al sólo encontrar un cartel de “cerrado”.
Continuamos por el sendero de los molinos de Espinoso y en unos 2 kms llegamos a una desviación. Si se quiere hacer una visita al “Molino de Abajo” se puede tomar el camino de la derecha. Son unos 500 mts de ida y otros 500 de vuelta.
Nosotros seguimos de frente, afrontando un ascenso con una pendiente continua del 12,5%, pasando por las ruinas de la casa de Irisuela antiguas minas de wólfram, y tras caminar unos 3 kms llegamos a Espinoso de Compludo. Lo hacemos por un camino entre viejos castaños que fue un canal romano que conducía el agua a las Médulas (explotaciones romanas de oro).
Espinoso de Compludo es una bonita localidad de montaña construida en piedra y pizarra. Si se dispone de tiempo se puede uno acercar hacia el Teso San Mamed donde hay una terraza mirador desde donde se contempla una gran panorámica del Bierzo.
Nosotros tras reponer fuerzas reanudamos la marcha saliendo de la localidad en dirección Sur hacia la carretera.
Llegados a ésta continuamos por una pista siguiendo el indicador hacia San Cristobal de Valdueza. Son unos 4 kms con un par de fuertes subidas y bajadas pero el camino es fácil de seguir.
Entramos en el Valle y arroyo pequeño por donde llegamos a nuestro destino, San Cristóbal de Valdueza.
De nuevo, si se dispone de tiempo, es interesante visitar el Tejo o Teixo, que da sombra al cementerio de San Cristobal de Valdueza, se considera el segundo tejo milenario de Europa, tiene 15 metros de altura, un diámetro de copa de 19 metros y un perímetro de tronco de 4,75 metros, con 1.246 años de edad.