Desde Manzaneda a Paradela por Penedos do Lobo

Ruta con salida en Manzaneda que nos lleva a Paradela, atravesando la sierra y bajando a Paradela por el viejo sendero de la andaina/trail Penedos do Lobo.
Salimos de Manzaneda con dirección al Castiñeiro de Pumbariño, y de aquí nos dirigimos al bosque que atraviesa el río San Lázaro, un bosque que parece encantado, castiñeiros, carballos....Un poco de bosque a través hasta un sendero que nos hace variar el plan original. Viramos a la derecha y continuamos hasta ascender por lo que parece ser otro sendero a la sierra. Nos reciben unas vacas y unas vistas impresionantes de Trives y Larouco vigilado por A Rúa tras de este. Caminados por donde podemos hasta ver un cortafuegos que nos lleva a una pista con destino al Curro da Chaira das Lamas y a la carretera que une Manzaneda con la Estación Invernal. Un tramo de carretera y unas vistas desde el Mirador da Chaira das Lamas (grandes vistas de Manzaneda, Trives, cimas de O Courel y las tres Peñas de Trevinca) y continuamos por el Roteiro dos Curros.
Un poco más adelante abandonamos el Roteiro para acceder al viejo sendero de la andaina de Penedos do Lobo. El acceso a este no se ve desde la pista por estar en mal estado, accedemos entre las xestas hasta localizarlo y lo seguimos con dificultad hasta desviarnos para atravesarlo entre unos penedos. A partir de aquí el sendero mejora ya que hay menos vegetación. Divisamos ya Paradela y Peña Trevinca en el horizonte. El sendero de bajada en muy bonito , pero exigente y muy técnico con muchas piedras irregulares sobre el firme, hay que hacerlo con atención.
Llegamos a Paradela sin entrar en el pueblo, bordeándolo cruzando varios prados hoy sin ganado, hasta alcanzar de nuevo la carretera de Manzaneda. Al poco nos desviamos de nuevo hacia la sierra por lo que algún día fue sendero hasta localizar una pista que nos llevaría hasta una torre de alta tensión desde ya donde vemos de nuevo Manzaneda. Otro poco de travesía sin sendero hasta descender hasta otro prado con un souto magnífico, y ya desde aquí a la civilización, asfalto y aldeas de Manzaneda hasta el final de ruta.
Buena impresión de esta zona de la sierra menos conocida quizás, pero magnífica. En la parte baja siempre están presentes unos castiñeiros que si no son milenarios como su vecino de Pumbariño, se le acercan, los soutos por aquí parecen jardines...