DESFILADERO DE LOS TORNOS - 17 SEP 2016

Ruta realizada por el grupo de senderismo SERMAR (Guía JOSU)
Nos disponemos a realizar una ruta senderista circular que permite recorrer las dos orillas del Ebro entre las poblaciones de Tudanca y Cidad de Ebro, donde confluyen los valles de Manzanedo, Zamanzas y Valdebezana.
En su recorrido por la provincia de Burgos, el Ebro se abre paso labrando profundos desfiladeros, cañones y gargantas, de entre todos ellos, el río se supera a sí mismo en belleza paisajística en este desfiladero llamado de Los Tornos.
Encinas, boj, robles, aves rapaces, se trata de una hoz estrecha y alargada, que en su parte más profunda llega a tener más de 200 metros de desnivel. El desfiladero se ciñe tanto al cauce del río que apenas deja sitio para el tránsito de personas. Por ello, los pobladores de la zona tuvieron que picar en la roca un pequeño y zigzagueante sendero, el llamado Paso de los Tornos, a fin de no quedar aislados.
Vamos a ir de sorpresa en sorpresa, en el sentido de que el paisaje cambia prácticamente en cada tramo, siendo diferente las perspectivas que se van teniendo del río, es una zona muy rica en vegetación de ribera. Caminamos por un camino histórico ya que se trata del medio de comunicación o de salida que tenían los habitantes.
El río Ebro es protagonista de toda la ruta. Aparte de los valores paisajísticos, también se puede disfrutar del vuelo de los buitres, los alimoches y otras especies que tienen entre los cortados del cañón su refugio.
Comenzamos la ruta cerca de la población de CIDAD DE EBRO, concretamente desde la carretera que se dirige a la vecina localidad de Vallejo.
Cruzamos el río por un bonito puente rústico.
En esta ocasión, nada más pasar el puente continuamos por la margen derecha del río Ebro, dejando la localidad a nuestra izquierda, siguiendo una senda en dirección Sur.
Si se dispone de tiempo se puede atravesar la localidad, para poder admirar el crucero barroco del siglo XVII, la pequeña iglesia que conserva un ábside románico y su caserío con algunas casas con solana mirando al sur y balcón corrido, típica arquitectura tradicional de las Merindades.
Cidad de Ebro cuenta en invierno con una población aproximada de 26 habitantes, aunque empadronados únicamente lo está una familia. En verano la población se acerca a los 200.
Justo a la salida del pueblo nos encontramos una bifurcación. Se puede tomar cualquiera de las dos opciones porque en poco más de 1 km se vuelven a juntar. Nosotros, siguiendo las indicaciones del GR 85, tomamos el camino de la izquierda que discurre entre carrascas y monte bajo.
Hacia el km 2 del recorrido el camino sigue por la izquierda, y una senda junto al río por nuestra derecha. De nuevo se puede optar por cualquiera de las dos posibilidades. Nosotros seguimos por la senda que continúa junto al río entre los chopos, los sauces, los avellanos y el resto de vegetación de ribera.
En el km 2,5 alcanzamos un pequeño área de descanso con mesas de madera. Estamos en la Fuente Honda, donde tenemos también indicadores del recorrido (A Tudanca 2,4 y a Cidad de Ebro 2,1).
Seguimos en dirección Sur, internándonos entre una vegetación compuesta por robles, encinas, hayas, arces, madroños, bojs y tejos.
Continuamos avanzando y hacia el km 3 comenzamos una ascensión no demasiado fuerte. Los riscos impiden ahora seguir la ribera. Es un desnivel de 60 mts de altitud, a lo largo de 380 mts. Cuando llegamos al alto (Alto de los Tornos) encontramos unas bonitas panorámicas del río adentrándose en el desfiladero. Merece la pena detenerse para realizar algunas fotografías.
Ahora tenemos que descender hacia el río por el sendero zigzagueante que los pobladores de la zona tuvieron que picar en la roca. Para bajar hay que hacerlo con un poco de precaución porque las piedras resbalan y mucho, sobre todo si llueve o hay humedad. Las vistas del río siguen siendo extraordinarias.
Poco a poco vamos descendiendo hacia el río para continuar por el desfiladero. El camino se va estrechando mientras va perdiendo altitud. Las orillas van ganando en vegetación de ribera.
Caminanos algo más de 1 km hasta alcanzar el pontón sobre el río y los praderíos junto a la localidad de TUDANCA donde el río realiza un gran meandro antes de adentrarse en el desfiladero.
Tudanca de Ebro, conocida simplemente como Tudanca, es una localidad encajonada entre los escarpes calizos del cañón formado por la corriente fluvial en la sierra de Albuera. En 1866 tenía 19 vecinos, y el declive poblacional ha reducido el vecindario en 2013 a 5 hombres y 2 mujeres, lo que sitúa a este caserío por detrás del umbral de desertización poblacional en zonas de montaña (12 hab/km²).
Prácticamente incomunicado con el resto del mundo durante muchos años, el pueblo de Tudanca conserva parte del sabor rústico que se denota en sus casas y calles. Aunque esta esencia se ha ido difuminando gracias a un afortunado desarrollo de los servicios, sigue mereciendo la pena dedicar unos minutos a vagar por la aldea.
El entorno de Tudanca es el lugar perfecto para descansar y darse un baño en el río, si el tiempo lo permite.
Tras disfrutar un buen rato del lugar, comenzamos el regreso. Ahora atravesamos el largo puente de piedra para pasar a la margen izquierda del río.
Comenzamos a ascender ligeramente en dirección NNW. La senda discurre en continuo sube y baja.
En el km 6,7 (1,5 desde Tudanda) nos encontramos una pequeña complicación. Hay que bajar por una empinada canal agarrándose bien a las piedras y procurando no resbalar.
Continuamos por la boscosa senda que ahora desciende para enseguida volver a ascender.
Pronto alcanzamos un bontio arco natural horadado en la roca. La senda se encuentra ahora en más o menos en buen estado, rodeando la curva del Ebro, superando el tramo más estrecho de la garganta.
En cada momento descubrimos nuevas perspectivas. Tras describir una curva y realizar una penúltima ascensión, nos encontramos unas mágnificas vistas sobre el desfiladero del Ebro donde alcanza su máxima angostura. El paisaje es espectacular en este punto. Las paredes rocosas caen a plomo sobre el río.Éste es un buen sitio para detenerse, hacer fotos y descansar.
Continuamos, y pronto llegamos a una nueva bifurcación. El camino de la izquierda va hacia la pequeña localidad de Vallejo. Nosotros continuamos por la derecha siguiendo la señal hacia Cidad de Ebro.
Por este camino, descendemos hacia el río de nuevo. Caminamos durante un rato junto a un prado sembrado de alfalfa para enseguida adentrarnos en un bosque repleto de helechos. Aquí la senda es estrecha, debemos seguir junto al río y no tomar la senda que asciende separándose del río.
Por fin la senda sale del bosque para continuar por un gran prado, con el río a nuestra derecha y los verticales riscos a nuestra izquierda.
Siguiendo, pronto alcanzamos una vieja aceña junto a una pesquera.
Unos metros más adelante, alcanzamos la carretera en la que empezamos la ruta. Continuamos hasta el puente de acceso a la localidad de Cidad de Ebro, donde ahora damos por finalizada esta bonita ruta.

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