Deshielo en el Valle del Río Lanjarón y Pico del Caballo
near Lanjarón, Andalucía (España)
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Itinerary description
Tenía que darme prisa este año si quería ver el deshielo porque esta ola de calor de mayo amenezaba con derretirlo todo. Me decanté por una ruta de Hinojosa y del que también cogí sus útiles indicaciones para llegar hasta el punto de inicio. Vaya desde aquí mi doble agradecimiento. Esta ruta puede ser peligrosa si hay nieve, sobre todo en el tramo de la acequia. Hoy, los primeros neveros comenzaron a los 2500 y siempre en la cara norte del río por la cual no se pasa en esta ruta. Solo pisé nieve a partir de la Laguna de Nájera, una zona bastante llana, por lo que el riesgo fue casi nulo. Es por eso que pongo fácil en su dificultad técnica, aunque puede subir varios grados si hay neveros en zonas aéreas o mucha nieve en general.
Parte 1: Pista, senderos y acequia
Se llega al punto de inicio de la ruta tras 15 km de interminable pista en buen estado para turismos (salvo un par de kms algo más irregulares), donde Maps se pierde, por lo que vuelvo a incidir en las indicaciones de Hinojosa enlazadas arriba. La ruta tiene como objetivo coronar el Cerro del Caballo, que con sus 3011 msnm cierra por el sur los tres miles de Sierra Nevada; llegando a las lagunas de su base por el delicioso Valle del Río Lanjarón, rebosante de agua en pleno deshielo. En los primeros kms alterné la pista y los senderos que llevan a los refugios que usaron los trabajadores en los intentos de reforestación del siglo XX. El primero de ellos es el Refugio Ventura, vallado y en estado de derrumbe, pero al que se puede acceder en caso de urgencia. Poco después se llega a una acequia que canaliza el deshielo de la Loma del Lanjarón, por lo que su cauce es intermitente, llevando agua solo donde desemboca una chorrera con agua. Desde muy pronto, coronando el Valle del Lanjarón, sobresalía el Caballo, el Tajos Altos justo coronando el valle (y que confundí con el Caballo gran parte de la ruta) y los Machos en la otra vertiente.
Aunque yo investigué un poco una encrucijada de senderos que llevan al directamente al Caballo, puede seguirse la acequia íntegramente al llegar. En la mayor parte del tramo de la acequia está acompañado por un senderito cómodo a su derecha en dirección subida. A veces es más cómodo ir por la izquierda y a veces ir por la misma acequia cuando está seca o está entubada. Hay un tramo aéreo que puede ser peligroso si nos encontramos neveros allí. Hoy se pasaba sin exposición ninguna.
Parte 2: Río Lanjarón
De improviso la pendiente se hace algo más dura con el objetivo de superar unos riscos que nos llevan a una pantaneta del río. Desde este punto seguimos por su orilla derecha, por tanto dejando el río a la izquierda según subes. Esta parte es muy llamativa porque el agua se convierte en protagonista, y no solo la del río, sino también las de las múltiples chorreras que lo alimentan desde ambas laderas del valle. Solo quedaban neveros en la orilla opuesta a nuestro paso. La nieve de este año está tiznada por la arena de la calima que nos asoló a final de invierno y ha cambiado el blanco habitual por el chocolate. Era muy curioso ver que las capas inferiores sí eran níveas como siempre, pero la mayoría de las que se estaban descongelando eran marrones. Parecía que andábamos por Marte en lugar de Sierra Nevada. El Lanjarón se despeña en varias cascadas que estaban rebosantes, sobre todo la última, en la que me desvíe del sendero que traía para comenzar la última parte de la subida al Caballo.
Parte 3: Caballo y vuelta
Desde la última y gran cascada que visité, me desvío del río para ascender ladera arriba sin sendero, pero sin más dificultad que la pendiente. Pronto llego a otro sendero que me lleva a la Laguna de Nájera, un paraje precioso. Lo sigo, alternando piedra y nieve, para llegar al Refugio del Caballo (en uso) y su laguna, que compite en belleza con su hermana. Desde la laguna sale un sendero que primero te lleva a un collado y a la Cuerda Media, y después a coronar el Caballo. Desde arriba preciosas vistas a la cabecera del Valle del Lanjarón y al Tajos Altos, el cual me entró gana de hollar en próxima ocasión. También se aprecian con claridad el Veleta, la Alcazaba y el Mulhacén. Será curioso comparar las fotos desde la cumbre del Caballo con las de otros años, ya que se diferenciarán claramente por el color de la nieve.
La vuelta no tiene demasiado interés, pero afortunadamente hice parte de ella con otro montañero con el que había coincidimos en la subida. Bajamos del Caballo sin sendero, pero pronto encontramos uno bastante claro y agradable que nos lleva hasta Peña Caballera, desde donde hay buenas vistas a Lújar, una sierra que me encanta. Desde Peña Caballera la pendiente se recrudece, poniendo a prueba las rodillas durante el último km de bajada.
Parte 1: Pista, senderos y acequia
Se llega al punto de inicio de la ruta tras 15 km de interminable pista en buen estado para turismos (salvo un par de kms algo más irregulares), donde Maps se pierde, por lo que vuelvo a incidir en las indicaciones de Hinojosa enlazadas arriba. La ruta tiene como objetivo coronar el Cerro del Caballo, que con sus 3011 msnm cierra por el sur los tres miles de Sierra Nevada; llegando a las lagunas de su base por el delicioso Valle del Río Lanjarón, rebosante de agua en pleno deshielo. En los primeros kms alterné la pista y los senderos que llevan a los refugios que usaron los trabajadores en los intentos de reforestación del siglo XX. El primero de ellos es el Refugio Ventura, vallado y en estado de derrumbe, pero al que se puede acceder en caso de urgencia. Poco después se llega a una acequia que canaliza el deshielo de la Loma del Lanjarón, por lo que su cauce es intermitente, llevando agua solo donde desemboca una chorrera con agua. Desde muy pronto, coronando el Valle del Lanjarón, sobresalía el Caballo, el Tajos Altos justo coronando el valle (y que confundí con el Caballo gran parte de la ruta) y los Machos en la otra vertiente.
Aunque yo investigué un poco una encrucijada de senderos que llevan al directamente al Caballo, puede seguirse la acequia íntegramente al llegar. En la mayor parte del tramo de la acequia está acompañado por un senderito cómodo a su derecha en dirección subida. A veces es más cómodo ir por la izquierda y a veces ir por la misma acequia cuando está seca o está entubada. Hay un tramo aéreo que puede ser peligroso si nos encontramos neveros allí. Hoy se pasaba sin exposición ninguna.
Parte 2: Río Lanjarón
De improviso la pendiente se hace algo más dura con el objetivo de superar unos riscos que nos llevan a una pantaneta del río. Desde este punto seguimos por su orilla derecha, por tanto dejando el río a la izquierda según subes. Esta parte es muy llamativa porque el agua se convierte en protagonista, y no solo la del río, sino también las de las múltiples chorreras que lo alimentan desde ambas laderas del valle. Solo quedaban neveros en la orilla opuesta a nuestro paso. La nieve de este año está tiznada por la arena de la calima que nos asoló a final de invierno y ha cambiado el blanco habitual por el chocolate. Era muy curioso ver que las capas inferiores sí eran níveas como siempre, pero la mayoría de las que se estaban descongelando eran marrones. Parecía que andábamos por Marte en lugar de Sierra Nevada. El Lanjarón se despeña en varias cascadas que estaban rebosantes, sobre todo la última, en la que me desvíe del sendero que traía para comenzar la última parte de la subida al Caballo.
Parte 3: Caballo y vuelta
Desde la última y gran cascada que visité, me desvío del río para ascender ladera arriba sin sendero, pero sin más dificultad que la pendiente. Pronto llego a otro sendero que me lleva a la Laguna de Nájera, un paraje precioso. Lo sigo, alternando piedra y nieve, para llegar al Refugio del Caballo (en uso) y su laguna, que compite en belleza con su hermana. Desde la laguna sale un sendero que primero te lleva a un collado y a la Cuerda Media, y después a coronar el Caballo. Desde arriba preciosas vistas a la cabecera del Valle del Lanjarón y al Tajos Altos, el cual me entró gana de hollar en próxima ocasión. También se aprecian con claridad el Veleta, la Alcazaba y el Mulhacén. Será curioso comparar las fotos desde la cumbre del Caballo con las de otros años, ya que se diferenciarán claramente por el color de la nieve.
La vuelta no tiene demasiado interés, pero afortunadamente hice parte de ella con otro montañero con el que había coincidimos en la subida. Bajamos del Caballo sin sendero, pero pronto encontramos uno bastante claro y agradable que nos lleva hasta Peña Caballera, desde donde hay buenas vistas a Lújar, una sierra que me encanta. Desde Peña Caballera la pendiente se recrudece, poniendo a prueba las rodillas durante el último km de bajada.
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Comments (1)
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No nos hemos visto de milagro otra vez , esta vez hemos hecho la misma ruta en el mismo día. Saludos