Diezma-Cerro Gallarín-Cerro y Peña del Castillo-Castillo Peña Cabrera-SL-A 190 y SL-A 191(Sierra Araña)

Comenzamos esta ruta junto al cartel que indica el inicio de la ruta “Peña Cabrera – Sillar Baja” y una barrera metálica.

Después de caminar unos metros encontraremos las ruinas del Cortijo de Cabrera, con aljibe, estanque y era.

Seguiremos en ascenso hasta llegar a una intersección en la que nos desviaremos la izquierda el regreso lo haremos por la derecha. Desde este punto tendremos unas bonitas vistas de la Peña Cabrera.

Comenzamos el ascenso a media ladera y después de tomar un desvío a la derecha pasaremos por el Barranco de la Garduña y posteriormente por el paraje conocido como Las Lomas del Peral. Al toma altura vamos teniendo mejores vistas de todo el Valle del Río Fardes por el que va la A-92.

Continuamos en ascenso y en la próxima intersección nos desviaremos por la Cañada Espinosa que pasa junto a las ruinas del Cortijo de la Cañada Espinosa.

Poco después encontramos una gran alberca que es el Nacimiento del Barranco de la Garduña.

El siguiente punto reseñable es el Collado de Anapera y su cercano Cerro de Anapera a la izquierda y en el ascenso ya se comienzan a ver Sierra Arana.

En una curva de la pista, debemos de estar atentos para tomar un desvió a la derecha por un pequeño sendero señalizado con un hito de piedras. Este sendero se adentra en un bosque de encinas y desemboca en un carril que en descenso va hasta el Arroyo Calamayo. Aquí enlazaremos con el sendero local señalizado SL-A 191 Sillar Baja- Cerro Gallarín.

Nos desviaremos a la derecha para subir al Cerro Gallarín lugar donde tendremos unas estupendas vistas. Descenderemos por el mismo sendero de ascenso hasta llegar nuevamente al Arroyo Cañamayo.

Desde aquí iremos siguiendo las marcas blancas y verdes del sendero local que va en un suave descenso en paralelo al Arroyo de Cañamayo.

El descenso, bien señalizado, nos conducirá hasta La Balsa del Cortijuelo, junto al Arroyo Sillar. Continuaremos por la pista de tierra dejando a la derecha la Vega del Sillar.

Tras pasar por una intersección señalizada con poste en la que seguiremos rectos, llegaremos a la pequeña aldea de Sillar Baja, pedanía de Diezma de unos 67 habitantes. Una aldea cuyo origen es atribuible al cruce estratégico de varias vías pecuarias.

A destacar en esta pedanía su pequeña Iglesia y La Fuente de los Tres Caños construida en 1961.

Saldremos del pueblo por la Calle de la Escuela de los Tinaos, y llegaremos a un cruce que tomaremos a la derecha. Este tramo de camino es coincidente de los senderos SL-A 191 Sillar Baja –Cerro Gallarín y SL-A 190 Sillar Baja Peña Cabrera.

Seguiremos por una pista de tierra que bordea el Cerro de Cocorocha y al llegar a una explotación ganadera, abandonaremos la pista y tomaremos un sendero,algo difuso, que sube y baja por vaguadas del Arroyo del Zar.

Posteriormente el sendero vuelve a enlazar con la pista. En una bifurcación de caminos encontraremos una valla que puede estar cerrada, pasaremos y volveremos a cerrarla. Aquí abandonamos el SL-A 191 y seguiremos por el SL-A 190. Que va a Peña Cabrera. Unos cientos de metros después volveremos a cruzar otra valla que indica en un cartel que se cierre para evitar el paso de los jabalíes.

Ahora iniciamos un ascenso más pronunciado hasta llegar al paraje de Linde de Peña Cabrera. Aquí tomaremos un desvío a la derecha que en un principio está muy marcado, para posteriormente hacerse más difuso. Seguiremos con la subida hasta llegar al Cerro del Castillo. Las panorámicas son impresionantes y la altura nos permite visualizar una extensa cuenca visual tanto hacia Sierra Nevada al sur, como al norte el imponente macizo calizo de Sierra Arana.

Desde el Cerro del Castillo nos dirigiremos a la cercana Peña del Castillo, que es una extensión del propio cerro.

Ahora comenzaremos un vertiginoso descenso en el que hay que extremar precauciones por la piedra suelta, para llegar a Peña Cabrera y su Castillo.

Tras un corto y pronunciado ascenso, lo primero que veremos es la puerta entrada al castillo. Tras atravesarla, y a modo de vestíbulo, nos recibe una pequeña explanada repleta y al final de esta especie de recibidor hay una abertura entre dos moles pétreas. Tras ella hay un precipicio que se puede salvar por la derecha por una estrecha grieta que asciende por la pared. Aquí hay que ir con mucha precaución ya que una caída podría ser fatal. Tras el ascenso por la grieta natural llegaremos al Castillo del que solo quedan algunos muros, pero desde él se controla todo el Valle del Río Fardes.

Volvemos a la puerta de entrada y descendemos por una vaguada, con una fuerte pendiente libre de roca, aunque con mucha piedra suelta. El zigzagueo nos conducirá hasta una pista que en suave descenso nos llevará hasta intersección que enlazar con el sendero de ida. Nos desviaremos por la izquierda por donde llegaremos al punto final e inicio de esta emocionante ruta.

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La ruta aquí descrita, así como los tracks para GPS son orientativos. Queda bajo la responsabilidad de quién la realice, tomar las medidas de seguridad apropiadas para el itinerario, que dependerán de las condiciones climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física de la persona que la lleve a cabo. Quede bien claro que todo lo indicado (track y comentarios) es meramente a nivel informativo y sin ningún otro tipo de ánimo, eximiéndose el autor de responsabilidad alguna, ante cualquier percance que pudiera sufrir quién por voluntad propia o inducida realice la ruta.