Dílar

Bonito y gratificante paseo por la localidad de Dílar y sus alrededores. Es uno de los municipios más extensos de Granada, con una altura que llega, desde los 850 metros sobre el nivel del mar, hasta el pico del Veleta con 3.398 metros.

Dílar es un pueblo orgulloso de su riqueza natural, de su abundante y pura agua (que viene directamente de las cumbres de Sierra Nevada), que además del río Dílar, bañan al pueblo cuatro acequias la Alta, la Baja, la de Gójar y la de Otura que dan suministro de agua a distintos pueblos de la provincia de Granada.

Comenzaremos la ruta en uno de los atractivos edificios históricos de esta villa, el Palacio del Marqués de Dílar o como comúnmente se le conoce el Castillo.
Este palacio fue construido sobre un antiguo castillo medieval que se encontraba en el municipio. En la leyenda de la placa ubicada en una de sus esquinas se cuenta que este castillo fue tomado por el primer marqués de Dílar a los árabes el 24 de octubre de 1491. En el siglo XIX tenía un aspecto y estructura casi en ruinas. Sin embargo, un siglo más tarde, uno de los descendientes de los marqueses de Dílar lo reconstruyó y reparó en su parte principal.

En una de las fachadas de este palacio también hay una placa que lo nombra como Casería de San Pedro; es una residencia privada en manos de los herederos del primero que ostentó el título.

Continuaremos por la Avenida Emilio Muñoz en la que podremos ver una curiosa casa con una valla realizada con pequeñas piedrecitas de colores blanco y negro. En la portada un gran sombrero cordobés y una guitarra, con dos especies de monos a cada lado. En el jardín interior una enorme mariposa y unos bancos y mesa; todo construido con la misma técnica de piedrecitas. ¡Menuda paciencia!

En esta avenida también veremos un gran caserón con unas secuoyas de grandes dimensiones y después compraremos pan en una panadería con la certificación de la Junta de Andalucía de pan ecológico; la panadería se llama Pan de mi pueblo.
Tras pasar el colegio y el parque de la Ermita llegaremos a la Ermita de Nuestra Señora Virgen de las Nieves.

La Ermita que hoy se encuentra en lo alto el pueblo data de 1796, sin embargo ésta no es la Ermita primitiva, es la cuarta. En 1717 se construyó la primera Ermita en la Sierra en los Tajos de la Virgen, posteriormente, en 1724, a cargo de la Hermandad de la Virgen de las Nieves se construyó una nueva Ermita, en el prado del Borreguil, que se encuentra más cercana al pueblo. En 1745 se trasladó de nuevo al Picón del Savial, ésta es la que hoy en día se conoce como "Ermita Vieja". Por último, ya en las afueras del pueblo, se construyó la actual Ermita Nuestra Señora Virgen de las Nieves, símbolo del pueblo y un paraje ideal para el descanso del espíritu y contemplación de la naturaleza.

Continuaremos por una especie de meseta con un carril flanqueado por álamos , nogales...a la izquierda el Río Dílar y a la derecha el Barranco de la Ermita ; pasando por un estanque con fuentes.

Casi en el quilómetro 3 nos desviaremos a la izquierda por un carril que desciende en primer lugar hasta la Acequia Alta, después la Casa Rural Cortijo del Encinar de Bizcandía (construido en el siglo XVIII y reformado), el Cortijo de Bizacandía (en ruinas), y por último la Acequia Baja antes de llegar a la Venta La Casucha.

Llegamos a la ribera del Río Dílar. Desde su nacimiento, tras la Laguna de las Yeguas, transformada artificialmente en una pantaneta, fluye hacia la vega de Granada por espacios de cortados, cañones, laderas y desfiladeros, en la cota más baja de los montes Alayos, hasta llegar a las inmediaciones de la localidad de Dílar, donde concentra algunos de los puntos para el ocio y áreas recreativas más importantes de la sierra y el área metropolitana de Granada.

Es un río de aguas rápidas, estrecho y poco caudaloso, pero de paso continuo de agua, que en verano se ve acrecentado por el efecto del deshielo de las grandes cumbres. Con una vegetación propia de ribera, cargada de sauces, juncos, pinares, olmos y matorral, que sirven de hábitat a especies de aves como mirlos, currucas, mosquiteros, herrerillos, carboneros, y aves de más porte, en los cortados, donde se ven bandadas de grajillas, avión roquero, vencejos y golondrinas, además de rapaces.

Cruzaremos el rio por el puente y empezaremos a ascender por el Camino de la Fábrica a Cortachuelos o Camino a Gójar. A unos 700 metros nos desviaremos a la izquierda por el camino de la Dehesa, que entre olivos y almendros va descendiendo para pasar en primer lugar por la Acequia de Gójar, seguidamente llegaremos nuevamente al cauce del Río Dílar, que cruzaremos por un puente y finalmente en el ascenso al pueblo veremos la Acequia de Otura.

Nos encaminamos al centro de la población pasando por el Parque Mirador de la Sierra antes de llagar a la Iglesia parroquial Santa María de la Concepción, que data del siglo XVII, concretamente de 1627, de una sola nave rectangular, en la que destacan su cubierta de madera y los frescos barrocos recientemente descubiertos en sus paredes. En la iglesia también destacan, imágenes de los siglos XVII y XVIII algunas de ellas pertenecientes a la escuela de Mena.

Junto a la iglesia se encuentra la Casa de Pilatos, que fue utilizada por el ayuntamiento para sala de exposiciones y reuniones y convertida en la actualidad en una Hospedería.

Por último nos dirigimos al Callejón del Duende e investigando un poquito hemos encontrado esta curiosa leyenda que aconteció en este lugar:

“Una noche un hombre que caminaba por el pueblo se acerco a pedir fuego al tipo que fumaba en la esquina; este a cambio le enseño unos dientes largos y afilados. Aturdido por lo que acababa de ver salió corriendo y en la Calle de la Paz o callejón del duende encontró a otro individuo al que fue a contarle la historia. ¿Eran como estos dientes?; preguntó el desconocido y con el estrépito de una carcajada asomaron en su rostro unos incisivos largos y afilados.”

Por último nos dirigimos al punto de inicio y final de esta ruta que en esta época del año hemos encontrado preciosa, con un verdor intenso en los árboles, con multitud de variedades de flores, con los cerezos repletos de frutos y con unas panorámicas impresionantes de Sierra Nevada, Alayos, Trevenque y Silleta de Padul..