Dílar- Acequia Baja- Río Dílar- Aula de la Naturaleza- Acequia alta.

Al Sur de Granada, a poco más de meda hora de la Capital…se encuentra el Río Dilar.
Huertas, frutales y acequias jalonan el recorrido desde Dilar, el pueblo, hasta el Area Recreativa a los pies de los picos de los Alayos, que encajonan al rio.

Buscaremos aparcamiento en Dilar, en la Carretera Fábrica de la Luz, cerca del Camino Bajo o Paraje del Castillo por el que iniciaremos la ruta.¡Qué paz¡

Este camino Bajo discurre por el Paraje conocido como del Castillo y siempre paralelo a la Acequia Baja disfrutaremos del rumor de su agua cristalina que baña las fértiles huertas que la rodean. Donde hay acequias abiertas (sin entubar o soterrar que es un grave error) proliferan por doquier una exuberante vegetación. Veremos encinas y nogales centenarios, avellanos, almeces, cerezos y fresnos.

En la acequia baja tuvimos la suerte de encontrar plácidamente nadando a una musaraña, mamífero insectívoro, de aspecto y forma parecido al de un ratón casero, aunque se diferencia claramente del mismo por ser sus patas más cortas y particularmente por el característico y largo hocico cónico, provisto de fibrillas sensoriales, con el que está dotado la especie.

También, en esta acequia, encontraremos el antiguo molino del Batán, ahora utilizado como almacén y corral, según nos contó su propia dueña; ya que su rehabilitación sería muy costosa. ¡Que pena!

El camino bajo desemboca en una carretera junto a la casa de la fábrica, descenderemos hasta llegar al Río Dilar, y antes de cruzar este por el primer puente, nos desviaremos a la derecha por el Camino del Encinar que va paralelo al rio Dilar. Llegaremos a el Mesón la Casucha de Pedro; buen sitio para una parada. Seguiremos por un camino a la izquierda de dicho mesón que nos conducirá por un campo de olivos para cruzar el rio por el segundo puente.

Al cruzar el río retomaremos el Camino de la Fabrica que nos conducirá siempre en paralelo al rio y con un bosque de ribera muy bien conservado hasta un desvió a la derecha que nos llevará hasta el Aula de Naturaleza Ermita Vieja, pegada a un área recreativa, un pequeño remanso de paz donde se realizan cursos y talleres….y donde se siente el respeto por la naturaleza…

El aula de naturaleza está situada en un valle de media montaña. El río Dílar, se ha abierto paso en este lugar a lo largo de los tiempos ofreciéndonos un paisaje de ribera con aguas limpias que fluyen en remansos unas veces y otras con fuerza y bravura. Alamedas, pinares, montañas escarpadas, rosales silvestres, plantas aromáticas… nos ofrecen un hermoso paisaje para el disfrute de los sentidos, una amplia gama de colores en cualquier época del año, especialmente bello en otoño y primavera.

Seguiremos la ruta por la acequia alta, acondicionada recientemente para el paso. Nos sorprende el valor botánico de esta zona, tan repleta de arboles y plantas que uno no sabe donde dirigir la vista. Cipreses, abetos, majoletos, avellanos, nogales, endrinos, mimbres ceniciento, espinos negros y un sin fin de flores y plantas de bajo porte;tréboles blancos, hediondos, aulagas, cola de caballo, retamas; algunas de bulbos y otras vivaces.

Siguiendo la acequia alta en descenso, pasaremos sobre dos acueductos que salvan sendos barrancos, se escucha el canto alegre de numerosos pajarillos que sobrevuelan las encinas que encontramos algo más arriba en el monte, y donde observamos un muro de piedra muy antiguo que discurre en paralelo a la acequia.

Al llegar a la Casa Rural Encinar de Bizcandía, con un redondeado ciprés y un abeto de grandes dimensiones, nos desviaremos de la acequia por un carril a la derecha y a pocos pasos encontraremos las ruinas del Cortijo De Bizacandía con una gran Mimbre en su parte trasera y un gran nogal en la delantera.

Descendiendo por este carril llegaremos nuevamente al Mesón la Casucha y desde aquí retornaremos el camino de ida hasta el punto de inicio. Al quedarnos sin batería en el GPS decidimos guardar la ruta pasado el mesón. El tramo que falta y que nos lleva de nuevo al inicio es de 2 km a sumar al total de la ruta.

Las cuatro acequias principales de Dilar: alta, baja, Isal y Candil estuvieron vinculadas originariamente a las alquerías medievales, y en la actualidad, a sus respectivas comunidades de regantes. Cada comunidad posee una acequia principal que toma las aguas directamente del río; desde las acequias principales parten unas serie de acequias secundarias, ramales o brazales que a su vez, se van subdividiendo en hijuelas cuantas veces sean precisas hasta conseguir introducir el agua en la haza o área de cultivo. Como resultado, la red de acequias conforma auténticos ejes estructurales en el territorio, que gracias a su estudiado diseño originario, han conseguido conducir el agua por una extensa área de cultivo.