Disfrutando mar embravecido playa fósiles/paramoudras Jaizkibel (1)

En esta excursión mañanera a la insólita playa de paramoudras, pretendíamos más que ver esas maravillas de la naturaleza de origen fósil, disfrutar de la nublada mañana, sintiendo directamente en la cara los vapores acuosos y en los oídos el relajante ruido que provenientes de las enormes olas, rompían sobre las rocas con tremenda fuerza, casi con marea alta y la mar embravecida como nunca.
Iniciamos la caminata circular en el minúsculo aparcamiento de Zioso, junto a la carretera de Jaizkibel, un poco antes del Km 12 y a poco más de 2 km de la ermita de Guadalupe, que desciende por el camino más corto a la referida playa.
Esta vez voy en “petit comité” con un grupo de expertos: JM Alquézar, Josifano, Javier, Antxon, Maribi y Karmelo.
A Alquézar acaban de publicarle un magnífico artículo acompañado de bellas fotografías en la revista Pyrenaica, titulado “Ulía tierra y mar”
En tres geo-rutas recientes nos hizo de guía por parajes desconocidos y nuevos para los que nos creíamos conocedores de todos los rincones del monte Ulía.
Describe estos lugares secretos para la mayoría: la selva de Ulía, la ruta de los acantilados verticales y el desfiladero (cañón) de Ulía.
Josifano, gran viajero a pie y en bici (sin doping) y que también publica sus tracks en wikiloc.
Como le he dicho, me tiene un tanto “mosca”, ya que ha conseguido más de 10.000 puntos en wikiloc con pocas más rutas que las realizadas por este humilde caminante y txirrindulari “dopao”, que acaba de sobrepasar tan solo los 2.000.
Le he preguntado cómo lo hace y toda su respuesta ha sido una amplia sonrisa. Tendré que investigar, jeje.
Javier, muy buen conocedor de los recovecos del monte Jaizkibel y que nos ha guiado la etapa de hoy.
Antxon, que nos ha deleitado con sus variopintas historias de los montes guipuzcoanos.
Y Maribi y Karmelo, también mendizales bien "rodaos".
En el descenso pasamos por las ruinas del cuartelillo de la guardia civil de Isiro, que al parecer, entre otras cuestiones, controlaban a los contrabandistas que llegaban a las calas del litoral.
Ya en Irupuntxa descendemos a la playa pétrea de los paramoudras, curiosidades geológicas formadas por concreciones silíceas de diferentes tamaños y formas que se hunden en el sustrato rocoso de arenisca carbonatada y que se originaron en torno a trazas fósiles de organismos marinos, hace decenas de millones de años.
Aunque los más habituales son esféricos, también los hay cilíndricos y con forma de animales: tortugas, focas, gusanos...
Pero bueno, la marea alta y el fuerte oleaje, invitaban más a disfrutar de esa fuerza de la naturaleza que es el mar en esas condiciones.
A la vuelta, pasada la erreka Mintegi, antes de Punta Biosnar, ascendemos directamente por senda/pista al punto de partida, salvando una diferencia de cota de casi 300 m.
Tras nuestras buenas birras y pintxos en un bar de Pasaia, damos por finalizada esta agradable salida mañanera.
Frente al mar perdí la señal GPS, así que la caminata de 7,5 km y algo más de 300 m de ascenso acumulado, está registrada en 2 tracks.
Al reportaje fotográfico he añadido algunas de las magníficas fotos que me han enviado Josifano y Antxon.