Djevelporten i Floya desde Svolvaer

Salida muy corta pero también intensa. Primero porque hasta que no llegas a los pies del Djvelporten ( la puerta del diablo) ignoras si subirte a la roca será complicado o peligroso y segundo porque la subida a la cima del Floya no es lo habitual. En los párrafos siguientes intentaré explicar con cierto detalle lo que ocurrió en ambos casos.




La ruta se inició dejando el vehículo aparcado al lado de la carretera, a pocos metros del cementerio del Svolvær y también a pocos metros de un parking de pago. Prácticamente desde el inicio se empiezan a subir unos escalones similares a los que otro dia nos volveremos encontrar en la subida al Reinebringen. Son escalones irregulares, conocidos como escaleras del Sherpa, que se suben sin demasiadas complicaciones. En un sector intermedio de la subida hacia los pies del Djevelporten nos encontramos sin escalones debido a que el camino discurre por encima de roca. Esta roca no presenta dificultades en tiempo seco pues se agarra muy bien a la suela de las botas ( si se quiere andar seguro, especialmente al descender, en este tramo es fundamental llevar botas de montaña con la suela en buen estado). Pasado este tramo vuelven los escalones que ya no dejaremos hasta llegar a los pies de la puerta del diablo. La vista de esta roca, encajonada entre las paredes de los montes Frosken y Floya es impresionante. Desde el inicio de la ruta hasta aqui se han superado más de 400 metros de desnivel positivo en algo más de un km. de distancia, lo cual es muy habitual en las Lofoten, dado que todas las montañas se elevan a pocos metros de la costa y acostumbran a tener de desde 400 mts de altitud hasta los 1000 metros.




Para llegar del collado que se halla a los pies de la roca encajonada a la parte superior de dicha roca hay que trepar un corto trecho, vertical y muy estrecho. Mejor no mirar hacia abajo pues aunque no hay mucha altura des de el suelo, una caída podría ser muy grave,. Se trata de subir sin pensar en lo que hay debajo de ti, pues hay muy buenos agarres para pies y manos. Se trata de una subida fácil, siempre que no se tenga ni miedo ni vértigo. En el vídeo adjunto se puede apreciar perfectamente lo que es este paso. Una vez arriba hay que subirse a la roca, a la puerta del diablo, lo cual requiere una vez más carecer de miedo y de vértigo. . Nosotros subimos al Djvelporten por el lado derecho y salimos por el lado izquierdo. Situarse sobre la roca no es nada complicado si se está acostumbrado a estos menesteres ya que la anchura es de casi un metro y pasear por ella no supone ningún problema técnico, más allá del vértigo que puede suponer a la gente que sufre de esta patología. El vídeo adjunto también puede ayudar muchísimo en la apreciación de lo que es la parte superior de la puerta del diablo




Volver sobre tus pasos no es complicado técnicamente pero si supone un poco más de riesgo salir por el lado izquierdo, que es lo que hicimos alguno de nosotros.




Habiendo visto y subido a la roca atravesada del Djevelporten nos dirigimos, haciendo un flanqueo en subida por un estrecho camino, hacia el collado que se sitúa a los pies del Floya. Este flanqueo no supone ninguna dificultad especial. Las vistas desde el collado son preciosas, por lo que no es necesario subir hasta la cima del Floya. Nosotros,sin embargo, somos gente inquieta y decidimos subir al punto más alto. Hay restos de sendero que te guían por el mejor camino aunque debes usar las manos en casi toda la ascensión. A mitad del ascenso encontraremos una placa inclinada de roca con pocos puntos para el agarre de pies y manos que dificulta el ascenso pero, sobretodo el descenso. Al final se acaba subiendo pero en el descenso es preferible que la persona con más experiencia vaya delante y proteja a los que vienen detrâs de una posible caida que, de producirse, podría tener malas consecuencias. Las vistas des de la cima del Floya son magníficas.




Una vez culminado el descenso del Floya y habiendo llegado de nuevo al collado, decidimos seguir unos centenares de metros por el cordal. El camino no ofrece ninguna dificultad y las vistas son magníficas, sobretodo las que se refieren a Svolvær, como puede verse en el vídeo adjunto.




El descenso hasta el punto de inicio de la ruta lo hicimos retrocediendo unos metros por el cordal que habíamos recorrido y bajando por un sendero bien definido hasta enlazar con la escalera sherpa que habíamos utilizado en la aproximación al Djevelporten. En algunos tramos el camino nos requiere extremar las precauciones para no sufrir un resbalón y caer pero si el suelo está seco no debe ser un obstáculo importante para el descenso. Una vez enlazamos con el camino de subida, vamos bajando por los escalones disfrutando de las vistas sobre Svolvær que nos ofrece la ruta.




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