Dólmenes y santuario de san Miguel de Aralar
near Huarte-Araquil, Navarra (España)
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Trail photos
Itinerary description
Se trata de una ruta circular que partiendo de la localidad navarra de Uharte recorre una buena parte del patrimonio prehistórico de la zona y tiene como cota más alta la cima de Artxueta y que desciende desde el santuario de San Miguel de Aralar otra vez al pueblo de Uharte.
Partimos desde esta pequeña localidad y cruzando su puente medieval sobre el río Arakil tomamos la ruta que nos dirigía hacia el santuario de San Miguel de Aralar. Comienza por una pista de hormigón que pronto abandonamos por una senda que empezó a empinarse al adentrarse en el bosque. Ascendimos por ella algo más de un kilómetro en el momento en que abandonamos el camino hacia el santuario para tomar la ruta de los dólmenes. Es una colina en la que se encuentran bastantes de estos monumentos megalíticos en distintos grados de excavación y restauración.
El camino que los recorre no siempre está bien marcado y en algún momento nos despistamos, pero gracias al track y a nuestra intuición pudimos localizar casi todos. El hecho que realizar la ruta a mediados de diciembre pudo dificultar el distinguir el recorrido. De todas formas, se cambia bien la claridad de las sendas por el paisaje de hojas caídas y colores otoñales.
Recorrimos los dólmenes de Artzabal, Zubeinta, Luperta, Olaberta (en el que nos despistamos un poco de la ruta y para verlo tuvimos que retroceder un poco), Txagadi, Arruazu I y II, Elumerta y Erbilerri.
Este último dolmen está junto a la carretera que conduce al santuario y que nosotros tomamos durante poco más de un kilómetro. Recorrida esta distancia abandonamos la carretera para introducirnos en el bosque por otro sendero para ir a ver una curiosidad botánica: un tejo y un haya que crecen unidos desde sus raíces. En esta zona también hay que estar atento porque el camino se difumina, sobre todo por la alfombra de hojas de haya que nos encontramos. Antes de llegar encontramos con el único acebo de todo el recorrido, lo cual también no hizo ilusión.
Desde este bosque llegamos a la cima del Artxueta con sus antenas y desde allí la vista del santuario de San Miguel es de gran belleza. Descendimos hasta el santuario y su refugio en donde comimos nuestro bocadillo y ya de paso tomamos un refresco, visitamos la iglesia románica y comenzamos nuestro descenso por el camino tradicional. El descenso es sencillo, pero empinado y casi al final tomamos una pequeña desviación a nuestra izquierda que, aunque nos hizo hacer unos cientos de metros más, nos alivió del barro que en estos días había en el camino tradicional que tomamos al iniciar nuestra ruta.
Cerramos la caminata de nuevo por el puente medieval y en Uharte.
Es una ruta sencilla, pero exigente, ya que se ha de realizar con atención al track. Nosotros seguimos la ruta de Atrochando y en algún momento nos despistamos.
Partimos desde esta pequeña localidad y cruzando su puente medieval sobre el río Arakil tomamos la ruta que nos dirigía hacia el santuario de San Miguel de Aralar. Comienza por una pista de hormigón que pronto abandonamos por una senda que empezó a empinarse al adentrarse en el bosque. Ascendimos por ella algo más de un kilómetro en el momento en que abandonamos el camino hacia el santuario para tomar la ruta de los dólmenes. Es una colina en la que se encuentran bastantes de estos monumentos megalíticos en distintos grados de excavación y restauración.
El camino que los recorre no siempre está bien marcado y en algún momento nos despistamos, pero gracias al track y a nuestra intuición pudimos localizar casi todos. El hecho que realizar la ruta a mediados de diciembre pudo dificultar el distinguir el recorrido. De todas formas, se cambia bien la claridad de las sendas por el paisaje de hojas caídas y colores otoñales.
Recorrimos los dólmenes de Artzabal, Zubeinta, Luperta, Olaberta (en el que nos despistamos un poco de la ruta y para verlo tuvimos que retroceder un poco), Txagadi, Arruazu I y II, Elumerta y Erbilerri.
Este último dolmen está junto a la carretera que conduce al santuario y que nosotros tomamos durante poco más de un kilómetro. Recorrida esta distancia abandonamos la carretera para introducirnos en el bosque por otro sendero para ir a ver una curiosidad botánica: un tejo y un haya que crecen unidos desde sus raíces. En esta zona también hay que estar atento porque el camino se difumina, sobre todo por la alfombra de hojas de haya que nos encontramos. Antes de llegar encontramos con el único acebo de todo el recorrido, lo cual también no hizo ilusión.
Desde este bosque llegamos a la cima del Artxueta con sus antenas y desde allí la vista del santuario de San Miguel es de gran belleza. Descendimos hasta el santuario y su refugio en donde comimos nuestro bocadillo y ya de paso tomamos un refresco, visitamos la iglesia románica y comenzamos nuestro descenso por el camino tradicional. El descenso es sencillo, pero empinado y casi al final tomamos una pequeña desviación a nuestra izquierda que, aunque nos hizo hacer unos cientos de metros más, nos alivió del barro que en estos días había en el camino tradicional que tomamos al iniciar nuestra ruta.
Cerramos la caminata de nuevo por el puente medieval y en Uharte.
Es una ruta sencilla, pero exigente, ya que se ha de realizar con atención al track. Nosotros seguimos la ruta de Atrochando y en algún momento nos despistamos.
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