Donostia/San Sebastián-Pasaia/Pasajes-Mitxintxola-Jaizkibel-Irún (por la senda Talaia)

Comienzo en la nueva estación de bus de San Sebastián, situado al lado del puente de María Cristina y me dirijo hasta el segundo de los puentes que permiten cruzar el río Urumea. Aquí giro a la derecha y encaro una largísima recta que va a la par de la carretera. Sin pérdida alguna, salvo por un giro a la izquierda en una rotonda, el resto es seguir recto hasta llegar directo al pueblo costero de Pasaia (Pasajes en castellano). Este pueblo está dividido en 4 partes; Trintxerpe (el primero por el que paso), San Pedro y San Juan (separados por el cauce del río Oiartzun) y Antxo (que está hacia el lado derecho de Trintxerpe). Éste último no lo visito pero los otros 3 si.

Llego a San Pedro y para cruzar el río espero a que venga una barca motora, que cruza el cauce con mucha frecuencia y en pocos segundos, así que no tendréis que esperar mucho tiempo. Solo tenéis que pagar 0,80€ y estaréis en San Juan (también llamado Pasai Donibane).
Luego paseo un rato por el pueblo. Primero por la derecha, y luego por la izquierda para seguir con mi camino.

Una vez en las afueras, y ya con vistas al mar, giro a la derecha y luego a la izquiersa para dar comienzo el ascenso por una empinada pista rumbo al monte Jaizkibel. Decir que con frecuencia hay marcas GR Roja y Blanca señalizadas en las rocas o paredes. Éstas indican el camino a seguir, perteneciente a la etapa 1 del Camino de Santiago del Norte, que va precisamente a la inversa de como he ido yo en el día de hoy, es decir, de Irún a San Sebastián, aunque el trazado que yo he seguido realmente no es el oficial del camino, ya que éste transcurre por debajo del Jaizkibel.

Enseguida dejo el cemento para ir por pista natural. En breve llego al llamativo semáforo de Talaia, que no hubiese dicho que fuese un semáforo ni por asomo, tiene una forma rarísima. Se supone que está ahí para marcar la entrada de los barcos al puerto

Y después llega otro momento de asombro, algo que no se ve todos los días ni en todas partes. Camino a través de la llamada "cresta del gallo". A la derecha del camino no hay mas que precipicio (eso si, con unas preciosas vistas de Pasaia y el río) y a la izquierda... una larga pared rocosa de un color y erosión que nunca antes había visto. No se como habrá llegado a formarse algo así, si quizás hace millones de años esta zona estaba a merced de las olas y así habría moldeado estas paredes y acantilados o... no se, pero es espectacular.

Tengo oído que hay una ruta llamada Ruta o Senda Talaia, que recorre en su totalidad todos estos precipicios repletos de estas paredes rocosas especiales, pero decir que físicamente y técnicamente dicen que es compleja, que se tarda bastante tiempo en poder realizarla.
De todos modos, ésta ruta del Camino de Santiago del Norte, tampoco deja indiferente a la otra, os lo aseguro.

Tras varios km en suave ascenso, muy sencillo pero yendo por terreno muy irregular, incómodo a ratos por la presencia de rocas que obligan a usar las manos para mantener el equilibrio y poder pasar, llego a una zona boscosa, donde el terreno cambia a mejor, por pista natural y hierba, siendo mas ancha.

Luego el protagonista principal sera la hierba. En frente, hay una pequeña loma que decido encarar, para poder cumbre a un monte secundario, el Mitxintxola (332m). Aquí las vistas son descomunales; San Sebastián, Astigarraga, Pasaia, Errenteria, Lezo, Oiartzun..., Y muchos montes, aunque hay que destacar las Peñas de Aia, el Larrún o Larhun (ya en territorio francés) y el principal protagonista de hoy, el Jaizkibel y sus antenas.

Prosigo la marcha, y desciendo por la hierba hasta dar con un sendero que conecta con una carretera, que a su vez atraviesa de lado las faldas del Jaizkibel. Solo lo seguiré unos pocos metros hasta volver a desviarme a la derecha y ascender por sendero natural.

Ahora el tópico va a ser siempre el mismo hasta llegar a la cima, ir en suave ascenso por una pista natural muy cómoda (al menos en seco, en mojado se embarraría y sería distinto), en el cual hay la presencia de 5 torres a lo largo de todo el Jaizkibel, utilizadas en las guerras Carlistas a modo de fortines.
Hasta llegar a la cima, veréis 3 de los 5, y los otros 2 al otro lado, en el descenso.

El ascenso es siempre cómodo y sencillo, aunque se hace un tanto largo.

Finalmente, tras pasar al lado de las numerosas antenas del Jaizkibel (545m), hago cumbre al monte. Las vistas son si cabe mejores que en el Mitxintxola. Añadir una majestuosa vista de Hondarribia, Irún y Hendaya, ademas se poder distinguirse la linea costera del sur de Francia y eso que había algo de bruma.

Tras las fotos de rigor, continuo de frente y desciendo sobre una manta de hierba, a ratos estropeada por la presencia de rocas. Precisamente en una zona de rocas, donde hay una vista aun mejor de los mencionados pueblos, hay que fijarse ya que el camino prosigue por debajo de estas rocas, teniendo que bajar unos metros y después hacer un giro de 180º de izquierda a derecha.

Tras pasar este tramo, luego ya no hay confusión ni misterio. Ir todo recto sobre la fina manta de hierba, pasando por el 4 y 5 torre o fortín. Caminar por aquí, teniendo al frente y a la derecha semejantes vistas, es simplemente el paraíso (estando mojado de nuevo sería distinto, ya que os entraría agua en el calzado, tendríais que llevar calzado 100% impermeable).

Estoy ya muy cerca de atravesar el otro lado del Jaizkibel. Paso por una puerta de madera y ahora bajo por un empinado camino dentro de un pequeño bosque. Cuidado con esta bajada si ha llovido recientemente, ya que es fácil resbalar. No fue el caso en estos últimos días, estaba al 95% todo seco, y ello me ha facilitado mucho el ir rápido en todo momento.

Mas adelante doy con la carretera, y al lado se encuentra la Ermita de Guadalupe y un mirador. Aquí giro a al derecha y hago el descenso definitivo, por un sendero natural que estaba repleto de barro seco. En caso de lluvias recientes esto puede ser un lodazal, así que habría que optar por descender por otro camino.

Al final del mismo, llego hasta el barrio de Arkolla. Aquí podéis optar por ir hasta el pueblo de Hondarribia o ir directos a Irún. Yo opté por la segunda opción, así que en un cruce giré a la derecha.
Paso por el barrio de Amute Kosta y llego hasta la carretera que conecta ambas localidades.

Por último, me adentro en la ciudad de Irún y concluyo esta preciosa ruta en la estación de tren internacional.


El tiempo dedicado a la ruta ha sido de 6h y 27min, habiendo hecho una breve parada de 10min para comer algo y varios minutos (bastantes) para hacer fotos.