Duranguesado: Larrano Puntea y subida clásica al Anboto desde Arrazola
near Arrazola, País Vasco (España)
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Trail photos
Itinerary description
¡ESPECTACULAR! Una ruta que nos demostró lo importante que es llevar buenos compañeros.
Comenzamos la ruta en el aparcamiento de Arrazola (Achondo, País Vasco) un poco más tarde de lo que nos hubiera gustado con una suave subida que nos anuncia lo que nos espera.
Una vez dejamos la senda empezamos una pronunciada subida al collado de Larrano. Es el aviso de que la ruta de hoy va a ser espectacular y dura a partes iguales.
En cada parada para tomar aliento aprovechamos para mirar atrás, estamos empezando a coger altura y empieza a mostrársenos la alucinante orografía de esta tierra, auténticos tesoros de nuestro país.
Alcanzado el collado de Larrrano, subimos a Larrano Puntea, en otras ocasiones esto hubiera sido el objetivo pero hoy apenas hemos comenzado, queda mucho más.
Al continuar nuestro camino por el collado de Larrano y pasado el refugio casi dejamos atrás la ermita de Santa Bárbara y el refugio de Larrano, vale la pena dar la vuelta y hacerles una visita.
Nos dirigimos hacia la única fuente (¿fuente Pol-Pol?) que vamos a encontrar en el camino, es un día de mucho calor y nos viene bien refrescarnos y reponer fuerzas antes de afrontar la parte dura de la ruta. No sé si es potable o no el agua pero no te recomiendo beber, aparte que debe llevar mucho hierro sabe a rayos, los que sí disfrutan del agua es la yeguada que viene a hacernos compañía.
Una vez repuestos tomamos camino hacia la subida clásica al Anboto, aquí la pendiente se hace dura, se agradecen enormemente los arbolitos entre los que vamos pasando, el sol está haciendo mella.
Unos minutos de descanso antes de abandonar los últimos árboles, apenas nos separan 300 metros del collado de Agindi ¡y se ve tan lejos!. En el collado encontramos una sombra por la parte izquierda según miras a lo que parece una pared casi vertical hacia la cima. Descansamos, alucinamos con las vistas y preparadas para afrontar el tramo final.
¡Y llegamos a la cima! ¡Hemos llegado al Anboto! No lo puedo describir, no hay palabras, hay que subir al menos una vez en la vida. ¡Espectacular!
Descansamos, fotos de rigor, nos felicitamos, lo hemos hecho, satisfacción plena, estos son los verdaderos lujos de la vida. Tampoco podemos quedarnos demasiado tiempo que parece que Lorenzo quisiera meterse dentro de la cabeza.
Empezamos la bajada... ¡UF! tenemos ante nosotros una bajada por una pedrera de caliza que asusta de su verticalidad (evidentemente no es tanto, pero lo parece). Menos mal que el día está seco y no se mueve una brizna de aire, ¡Espera! ¿no ibas pidiendo que soplara viento? Pues no, aquí no lo quieres.
En el descenso vemos una gruta en la que decidimos entrar para tomar aire, descubrimos que tiene un pasillo que recorremos en cuchillas y de pronto se abre ante nosotras el ojo de Bentaneta ¡Una pasada!
Un poco repuestas continuamos el descenso, por fin llegamos al collado de Zabalandi dejando la infernal pedrera y volviendo a la comodidad del camino.
Antes de afrontar la bajada por el hayedo está el desvío hacia Andasto, nosotros no nos acercamos pero si te quedan fuerzas valdría la pena, está bastante cerca.
El hayedo es muy bonito, bien vale una ruta por si mismo, aunque después del día de sol y el esfuerzo de la subida y bajada no somos capaces de disfrutar completamente de toda su belleza.
Antes de entrar en el hayedo y terminado él, se descubre ante nosotros unas espectaculares vistas de la pirámide del Anboto, párate y observa bien a ver si reconoces los números grabados en su cara (pista: busca un 4, hay más).
Seguimos andando, cruzamos el portillo y empezamos a ver unos preciosos baserris que nos dicen que estamos llegando al final.
Llegamos a la plaza de Arrazola, donde nos sentamos a descansar y tomar el bien merecido refrigerio.
Una ruta espectacular, simplemente impresionante. No es apta para personas con poca forma física y/o sin capacidad de sufrimiento.
Con días de sol lleva mucha agua. Imprescindible gorra para evitar la insolación y gafas de sol.
Yo llevaba 3l de agua y 1l de isotónica, fui racionándolo y terminé con todo antes de acabar la ruta, es la primera vez que me pasa y siempre llevo mucha menos.
Con viento, lluvia y/o nieve diría que la subida y bajada es demasiado peligrosa, evítalo.
Ver : Indice IBP de la ruta : MEDIA : 110 HKG
Comenzamos la ruta en el aparcamiento de Arrazola (Achondo, País Vasco) un poco más tarde de lo que nos hubiera gustado con una suave subida que nos anuncia lo que nos espera.
Una vez dejamos la senda empezamos una pronunciada subida al collado de Larrano. Es el aviso de que la ruta de hoy va a ser espectacular y dura a partes iguales.
En cada parada para tomar aliento aprovechamos para mirar atrás, estamos empezando a coger altura y empieza a mostrársenos la alucinante orografía de esta tierra, auténticos tesoros de nuestro país.
Alcanzado el collado de Larrrano, subimos a Larrano Puntea, en otras ocasiones esto hubiera sido el objetivo pero hoy apenas hemos comenzado, queda mucho más.
Al continuar nuestro camino por el collado de Larrano y pasado el refugio casi dejamos atrás la ermita de Santa Bárbara y el refugio de Larrano, vale la pena dar la vuelta y hacerles una visita.
Nos dirigimos hacia la única fuente (¿fuente Pol-Pol?) que vamos a encontrar en el camino, es un día de mucho calor y nos viene bien refrescarnos y reponer fuerzas antes de afrontar la parte dura de la ruta. No sé si es potable o no el agua pero no te recomiendo beber, aparte que debe llevar mucho hierro sabe a rayos, los que sí disfrutan del agua es la yeguada que viene a hacernos compañía.
Una vez repuestos tomamos camino hacia la subida clásica al Anboto, aquí la pendiente se hace dura, se agradecen enormemente los arbolitos entre los que vamos pasando, el sol está haciendo mella.
Unos minutos de descanso antes de abandonar los últimos árboles, apenas nos separan 300 metros del collado de Agindi ¡y se ve tan lejos!. En el collado encontramos una sombra por la parte izquierda según miras a lo que parece una pared casi vertical hacia la cima. Descansamos, alucinamos con las vistas y preparadas para afrontar el tramo final.
¡Y llegamos a la cima! ¡Hemos llegado al Anboto! No lo puedo describir, no hay palabras, hay que subir al menos una vez en la vida. ¡Espectacular!
Descansamos, fotos de rigor, nos felicitamos, lo hemos hecho, satisfacción plena, estos son los verdaderos lujos de la vida. Tampoco podemos quedarnos demasiado tiempo que parece que Lorenzo quisiera meterse dentro de la cabeza.
Empezamos la bajada... ¡UF! tenemos ante nosotros una bajada por una pedrera de caliza que asusta de su verticalidad (evidentemente no es tanto, pero lo parece). Menos mal que el día está seco y no se mueve una brizna de aire, ¡Espera! ¿no ibas pidiendo que soplara viento? Pues no, aquí no lo quieres.
En el descenso vemos una gruta en la que decidimos entrar para tomar aire, descubrimos que tiene un pasillo que recorremos en cuchillas y de pronto se abre ante nosotras el ojo de Bentaneta ¡Una pasada!
Un poco repuestas continuamos el descenso, por fin llegamos al collado de Zabalandi dejando la infernal pedrera y volviendo a la comodidad del camino.
Antes de afrontar la bajada por el hayedo está el desvío hacia Andasto, nosotros no nos acercamos pero si te quedan fuerzas valdría la pena, está bastante cerca.
El hayedo es muy bonito, bien vale una ruta por si mismo, aunque después del día de sol y el esfuerzo de la subida y bajada no somos capaces de disfrutar completamente de toda su belleza.
Antes de entrar en el hayedo y terminado él, se descubre ante nosotros unas espectaculares vistas de la pirámide del Anboto, párate y observa bien a ver si reconoces los números grabados en su cara (pista: busca un 4, hay más).
Seguimos andando, cruzamos el portillo y empezamos a ver unos preciosos baserris que nos dicen que estamos llegando al final.
Llegamos a la plaza de Arrazola, donde nos sentamos a descansar y tomar el bien merecido refrigerio.
Una ruta espectacular, simplemente impresionante. No es apta para personas con poca forma física y/o sin capacidad de sufrimiento.
Con días de sol lleva mucha agua. Imprescindible gorra para evitar la insolación y gafas de sol.
Yo llevaba 3l de agua y 1l de isotónica, fui racionándolo y terminé con todo antes de acabar la ruta, es la primera vez que me pasa y siempre llevo mucha menos.
Con viento, lluvia y/o nieve diría que la subida y bajada es demasiado peligrosa, evítalo.
Ver : Indice IBP de la ruta : MEDIA : 110 HKG
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Comments (8)
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Information
Easy to follow
Scenery
Difficult
Leyendo tu descripción he revivido cada momento de esta impresionante ruta, mi primera ruta de + de 1200 m, imposible sin una FANTÁSTICA compañía.
Ahora recordando parece un sueño.
¡Jo! Ángel, no hubiera podido expresarlo mejor
Esa ruta es mágica en si misma, por la ubicación y más por la leyenda de la bruja Mari q habita en una de sus cuevas
Según empiezas a andar te envuelve la magia, comienzas a disfrutar del entorno, de la compañía, de la fauna, de los olores y no te das ni cuenta del desnivel q has hecho
Pero siiii, lo hicimos .. 12000 ...q pasada
Sí señora! Una auténtica pasada, una ruta mágica
Hlaaaaa, cuando te refieres dificil, porque lo calificas?? Y para hacer con perro quetal?
Aupa, El calificarlo de difícil... Zergaitk? Dura por la distancia y esfuerzo o así lo entiendo. Hace muchos años que no subo al Anboto y esa ruta no la he hecho nunca. Eskerrk asko
En este caso fue dura por la distancia, el esfuerzo además del calor.
Técnicamente, si no tienes vértigo, no tiene complejidad.
Eskerrik asko. Esa no la he hecho nunca. Habitualmente he subido por la cresta de Alluiz y el paso del diablo con variantes alpinas. Pero cuando suba a casa en abril voy con una persona que no puedo meter por donde subimos habitualmente. Sino no vuelve a Euskal Herria. Besarkada bero bat